Ana Mendez Ferrell – Regiones de Cautividad - Ondas del Reino
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<strong>Ana</strong> Mén<strong>de</strong>z <strong>Ferrell</strong>/ 218<br />
teólogo; pero otra cosa es "estar" en esos lugares<br />
espirituales y "verlos" cara a cara.<br />
Conociendo a la Reina <strong>de</strong>l Cielo<br />
La Reina <strong>de</strong>l Cielo, en la forma <strong>de</strong> un gran dragón<br />
era la carcelera <strong>de</strong> la ciudad. El pasado y el presente<br />
se confundían en imágenes que eran una mezcla <strong>de</strong><br />
experiencias vi<strong>de</strong>nciales y extáticas. Cuánto dolor,<br />
cuánto daño se había cometido contra la tierra y<br />
contra la ciudad. La creación "gemía" por ser<br />
liberada. En qué formas más terribles ataba la sangre<br />
al dolor yola iniquidad. Ángeles venían en nuestra<br />
ayuda, ca<strong>de</strong>nas eran quebradas, pactos eran<br />
<strong>de</strong>struidos. Como dijo el apóstol: "... si en el cuerpo o<br />
fuera <strong>de</strong> él, no lo se...."; Simplemente se que "ví" y que<br />
lo que "ví" era real.<br />
Estando en este tiempo <strong>de</strong> intercesión, pudimos<br />
enten<strong>de</strong>r que el espíritu <strong>de</strong> La Reina <strong>de</strong>l Cielo había<br />
tomado la sangre <strong>de</strong> esos millones <strong>de</strong> seres muertos<br />
en las minas para establecer un trono en uno <strong>de</strong> los<br />
lugares más altos <strong>de</strong>l mundo. Esto le daba una<br />
singularidad muy interesante ya que este trono<br />
contaba con dos elementos muy po<strong>de</strong>rosos<br />
espiritualmente: El estar en un lugar muy alto (cerca<br />
<strong>de</strong> los 5.300 ms.n.m.) y el haber <strong>de</strong>rramado la sangre<br />
<strong>de</strong> estas victimas casi <strong>de</strong> una forma ritual.<br />
Los guardianes <strong>de</strong> ese espíritu son normalmente:<br />
Mammón (la riqueza) y la muerte. Estos dos gobiernos<br />
espirituales, se habían manifestado abiertamente<br />
sobre la ciudad, esto era evi<strong>de</strong>nte.<br />
Estando en medio <strong>de</strong> esta intercesión en el espíritu,<br />
los ángeles <strong>de</strong> Dios se manifestaron y junto con nuestra<br />
ayuda se hicieron cargo <strong>de</strong>l dragón y <strong>de</strong> sus<br />
219 / <strong>Regiones</strong> <strong>de</strong> <strong>Cautividad</strong><br />
guardianes. Luego, el Espíritu nos guió a restaurar la<br />
ciudad y la tierra. Oramos para que la sangre <strong>de</strong><br />
Cristo cubriera tanta sangre <strong>de</strong>rramada y que el dolor<br />
generacional fuera sanado.<br />
En un momento <strong>de</strong>terminado el Señor nos lleva a<br />
sacar a Potosí <strong>de</strong> cautiverios <strong>de</strong> olvido, cárceles<br />
espirituales espantosas que apresaron la ciudad por<br />
generaciones; liberamos las riquezas <strong>de</strong> la nación<br />
(maravillosamente meses <strong>de</strong>spués se <strong>de</strong>scubren<br />
yacimientos <strong>de</strong> gas inmensos en nuestro país) y las<br />
condujimos a "lugares espaciosos". Al "liberar" las<br />
riquezas sobre esta pobre ciudad y sobre el resto <strong>de</strong>l<br />
país, la instrucción precisa era que esa riqueza fuera<br />
<strong>de</strong>rramada sobre los "justos".<br />
En esa singular experiencia participamos cinco<br />
personas. Al finalizar estas primeras tres horas, nos<br />
reunimos para anotar cada cosa que habíamos visto.<br />
Por la noche tuvimos otro tiempo similar. Y <strong>de</strong>spués,<br />
una tercera intercesión. En cada una <strong>de</strong> ellas algo se<br />
rompía y al terminar, señales en el cielo se hacían<br />
presentes.<br />
El Espíritu <strong>de</strong> Dios nos mostró los espíritus <strong>de</strong><br />
ocultismo que operaban sobre la ciudad. En forma<br />
<strong>de</strong> un gran simio, este espíritu soltaba encantamientos<br />
sobre los habitantes y los <strong>de</strong>jaba cautivos a los po<strong>de</strong>res<br />
<strong>de</strong> la oscuridad. Igual que en el caso anterior, los<br />
ángeles <strong>de</strong> Dios nos ayudaron a apresar y a quebrar<br />
su influencia sobre los aires <strong>de</strong>l lugar y abrimos las<br />
prisiones en que la gente estaba cautiva. Fue hermoso<br />
verlos salir <strong>de</strong> esas prisiones, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tantos años<br />
<strong>de</strong> opresión.