POESIA Y PROSA EN LA OBRA DE SAN JIJAN ... - Fundación Speiro
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poesia y prosa en la obra de s. juan de la. cruz<br />
plativo que pone al servicio de su experiencia mística un prodigioso<br />
numen. Resulta útil, sin duda, estudiar las liras sanjuanistas,<br />
aquilatar sus mil características, señalar influencias, compararlas,<br />
ponderar su belleza y hasta indicar defectos; es útil todo<br />
ello, siempre que los poemas no se separen del comentario, porque,<br />
en tal caso, el crítico no entiende ni siquiera aquello en que<br />
se cree perito.<br />
11. Supongamos, con todo, que San Juan sea heterodoxo<br />
o simpatice con una forma cualquiera de heterodoxia. Conforme<br />
a esta hipótesis, necesita disimular su verdadero pensamiento.<br />
Esto lo hace mediante la prosa. ¿ Cuál sería, entonces, el motivo<br />
concreto? No el ser erasmista, puesto que, si la doctrina del<br />
humanista holandés patrocina la interioridad y la contemplación,<br />
en perjuicio de ceremonias y prácticas piadosás, el santo no habría<br />
enmascarado sus ideas, sino descubiértolas. Aparte de ser<br />
totalmente inverosímil semejante filiación doctrinal, toda vez que<br />
resultan antitéticos el cristianismo frío y deslavazado de Erasmo<br />
y la ardiente religiosidad del abulense. ¿O más bien es asunto de<br />
embozar teorías hebraizantes y arabizantes? Mas, ¿cómo detectar<br />
tales teorías? ¿En qué se caracterizan? ¿Y cuáles son? ¿Acaso<br />
cabe atribuir simpatías filojudaicas al carmelita por haberse inspirado<br />
en el Cantar dé los cantares? Entonces habría que pensar<br />
lo mismo de Orígenes, San Gregorio de Nisa, San Bernardo de<br />
Claraval, Bossuet, etc., que también declararon el célebre epitalamio.<br />
En el fondo de esta posición late ese abominable racismo<br />
cultural que, propugnado por Américo Castro y sus discípulos,<br />
no es sino el reverso de las barbaridades de Hitler. Y por<br />
lo que respecta a la influencia de los místicos musulmanes andaluces,<br />
concretamente del rondeno Ábenabad, más valdría hablar<br />
de coincidencias que en sí nada tienen de opuesto al cristianismo,<br />
coincidencias quizá inevitables, ya que grandes ingenios agraciados<br />
con la contemplación han de tener experiencias similares y<br />
llegar a conclusiones parecidas. Al fin y al cabo, los hombres<br />
somos casi iguales bajo todo cieío y Dios tampoco es diverso.<br />
12. ¿O consiste su heterodoxia en la influencia sufrida por<br />
autores que había prohibido la Inquisición, tales como Enrique<br />
Harpio, Taulero y otros? Al respecto, Menéndez y Pelayo llama<br />
nefasta la influencia en España de los citados, lo mismo que la<br />
de Ruysbroeck, Suso, Dionisio Rijckel, cuyas ideas —afirma—<br />
dieron origen a toda dase de desvarios, so color de contempla-<br />
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