POESIA Y PROSA EN LA OBRA DE SAN JIJAN ... - Fundación Speiro
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poesia y prosa en la obra de s. juan de la. cruz<br />
un poco reacio a explicar los versos, «por ser. de cosas tan interiores<br />
y espirituales, para las cuales comúnmente falta lenguaje»<br />
(31). Asimismo, toda la doctrina ascética de la Subida y la<br />
Noche, acerca de la «desnudez», «privación», «ceguedad»1 «caminar<br />
en. fe», «sabiduría secreta», etc., implícitamente abonan ese<br />
carácter inefable que se hace expreso en el Cántico y la llama,<br />
como si el autor se percatara más de ello a medida que se absorbe<br />
en la contemplación (32). La dificultad, con todo, no lo apea de<br />
su propósito. El autor llena página tras página, relatando y ordenando<br />
sus experiencias.<br />
23. San Juan no sólo comenta los versos; revela en los<br />
mismos cierta sistematización de la vida mística, conforme a cuanto<br />
el poeta ha sentido, sufrido y percibido durante su peregrinación<br />
sobrenatural, y también conforme al sistema filosófico y teológico<br />
aprendido en Salamanca. Hay que confesar que dicha sistematización<br />
no siempre corresponde de modo exacto a la inspiración<br />
propiamente poéticaésta es mucho más fluida, imprecisa, recurrente<br />
y anárquica que la prosa. Pero, observando con atención,<br />
se reconoce en la primera una especie de proceso a partir del ascetismo<br />
hasta la contemplación, con las diferentes etapas orgánicamente<br />
relacionadas entre sí. Bien que, para dilucidar de forma<br />
inequívoca tales diferencias, que el verso sólo en germen encierra,<br />
menester es el instrumento del lenguaje ordinario, donde ni el metro,<br />
ni la rima, ni el estilo peculiar de la poesía impiden un desarrollo<br />
minucioso.<br />
La enseñanza de Santa Teresa—ya lo observamos—-, al contrario<br />
de la de su concenobita, va poco a poco surgiendo de la<br />
experiencia, como fruto de cuanto Dios da a sentir y conocer a<br />
la escritora de Las moradas, siendo evidentes los tanteos, vacilaciones<br />
y rectificaciones de la monja. Yepes, en cambio, parece<br />
mucho más seguro, si bien menos espontáneo y natural, porque<br />
(31) Uama de amor viva, prólogo, § 1. Y en el Cántico: «Por haberse,<br />
pues, estas canciones compuesto en amor de abundante inteligencia mística,<br />
no se podrán declarar al justo, ni mi intento será tal, sino sólo dar<br />
alguna luz en general.. . Los dichos -de amor es mejor dejarlos en su anchura<br />
para que cada uno de ellos se aproveche según su modo y caudal<br />
de espíritu, que abreviarlos a un sentido que no se acomode a todo paladar.<br />
Y así, aunque en alguna manera se declaren, no hay por qué atarse<br />
a la declaración; porque la sabiduría mística —la cual es por amor, de<br />
que las presentes canciones tratan— no ha menester distintamente entenderse<br />
para hacer efecto de amor y afición en el alma, porque es a modo<br />
de la fe, en la cual amamos a Dios sin entenderle» (Prólogo, § 2).<br />
- (32) Cf .Subida, 11, 3, §§3 y sigs.; Noche, II, 16, §§ 11 y sigs., y 17,<br />
§§ 2 y sigs.<br />
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