POESIA Y PROSA EN LA OBRA DE SAN JIJAN ... - Fundación Speiro
POESIA Y PROSA EN LA OBRA DE SAN JIJAN ... - Fundación Speiro
POESIA Y PROSA EN LA OBRA DE SAN JIJAN ... - Fundación Speiro
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
MARIO SORIA -<br />
minando determinadas tesis del doctor místico y las divergencias<br />
de las mismas respecto del tomismo (45).<br />
34. Yepes distingue, igual que Santo Tomás, la esencia del<br />
alma de sus facultades. Aparentemente, nada difiere. Ahora bien,<br />
los fundamentos de ambos no pueden ser más distintos, como<br />
lo es la doctrina del dominico italiano de la de San Agustín.<br />
El Doctor Angélico observa more aristotelico las varias operaciones<br />
del hombre, corporales y psíquicas, y le asigna a cada<br />
cual su facultad propia, aunque todas derivadas del espíritu (46).<br />
Admite, por lo tanto, cinco clases de potencias anímicas: vegetátivas,<br />
sensitivas, intelectivas, apetitivas, motrices (47). Sólo dos<br />
considera cuyo sujeto sea el alma sola: inteligencia y voluntad,<br />
que persisten incluso después de la muerte (48) y que son propiamente<br />
«intelectivas», distinta una de la sensibilidad y la otra<br />
dèi apetito sensible (49). La memoria no es facultad diversa del<br />
entendimiento (50). En cambio, el carmelita de Fontiveros sigue<br />
más bien a San Agustín, para el cual son tres las potencias del<br />
alma: memoria, inteligencia y voluntad (51).<br />
La diferencia está grávida de consecuencias, porque el Hiponense<br />
se forma la idèa del espíritu humanó atendiendo a un punto<br />
de vista religioso, conforme a la teoría de estar el hombre hecho<br />
a imagen y semejanza de Dios: el espíritu refleja las tres personas<br />
de la Santísima Trinidad y tiene, por lo tanto, tres facultades<br />
—memoria, inteligencia y voluntad— con sus correspondientes<br />
operaciones (52). Baconthorp, por su parte, desarrolla el<br />
(45 ) Cf. CRISÓGONO <strong>DE</strong> JESÚS : Vida de San Juan de la Cruz, págs. 77<br />
y sigs., págs. 341 y sigs; San Juan de la Cruz: su obra científica y literaria<br />
(Avila, 1929), voi. I, págs, 26 y sigs,<br />
(46) Suma teológica, I, q. 77, a. 2.<br />
(47) Op. cit., I, q. 78, a. 1.<br />
(48) Op. cit., I, q. 77, a. 5 in corpore; a. 8.<br />
(49) Op. cit., I, q. 78, a. 1, in cor por e; l,q. 80, a. 2 in corpore.<br />
(50) Op. cit., I, q. 79, a. 1.<br />
(51) «Capítulo VI. En que se trata cómo las tres virtudes teologales<br />
son las que nan de poner en perfección las tres potencias del alma... Habiendo,<br />
pues, de tratar de inducir las tres potencias del alma, entendimiento,<br />
memoria y voluntad...» {Subida, II, 6, título y párrafo 1). «Estas cavernas<br />
son las tres potencias del alma: memoria, entendimiento y voluntad»<br />
(Llama, III, § 18).<br />
(52) De Trinitate, libro IX, cap. 12, § 18; caps. 11 y 12; XI, cap. 3.<br />
Son de notar las diversas concepciones de Agustín y de Tomás: este último<br />
seculariza, en cierto modo, la teoría antropológica del primero, así<br />
como da un sesgo racionalizante y sensualista al conocimiento. Uno es<br />
discípulo de Platón; el otro, de Aristóteles. La distinta actitud con' que<br />
pintá Rafael a ambos filósofos griegos en su «Escuda de Atenas», genial<br />
intuición de los respectivos sistemas, inspira también a los caudillos de<br />
'252