POESIA Y PROSA EN LA OBRA DE SAN JIJAN ... - Fundación Speiro

poesia y prosa en la obra de s. juan de la. cruz
toria dé la vida y virtudes del Venerable P. Fr. Juan de la Cruz,
primer religioso de la reformación de los descalzos, con declaración
de los grados de la vida contemplativa por donde N. S. lo
levantó a una rara perfección en estado de destierro, Y. del singular
don que tuvo para enseñar la sabiduría divina, que transforma
las almas en Dios. El título, como se ve, además de una
apología, es todo un compendio doctrinal. Dos años más tarde,
edición de las obras completas de San Juan. Todavía en 1631,
fray Nicolás de Jesús María (Centurión) mete en prensa una defensa
de la doctrina sanjuanista: Phrasium mysticae theologiae
V. P. Fr. Ioannis a Cruce carmelitarum excalceatorum parentis
primi elucidatio. Más adelante, las esporádicas denuncias, que a
veces no toma en cuenta la Inquisición, van asestadas sobre todo
contra los discípulos del Santo, evitando atacar directamente al
último, tan grande es ya su prestigio. En cuanto a la polémica
quietista, de fines del siglo XVH, aunque pareara, por un momento
comprometer al contemplativo de Fontiveros, no hace mella alguna
en la roca doctrinal del monje carmelita.
14. Nadie pretenderá que en el lapso de medió siglo, desde
1574 a 1631, hubiese habido en España una serie de revoluciones
culturales que, transformando la mentalidad general, indujesen
a aceptar la heterodoxia de la que poco antes se había desconfiado.
La explicación es mucho más sencilla: después de una
especie de criba o de una bien fundada defensa, la misma sociedad,
las mismas instituciones terminan acogiendo sin reserva
teorías y libros que nunca tuvieron otra mácula sino la que descubrieron
una prudencia imprudente y la inveterada ojeriza de
los discípulos de Melchor Cano contra todo lo qüe superara el
ascetismo más ramplón. Y durante ese período de discusiones,
también va difundiéndose, callada o abiertamente, la debatida
doctrina con su correspondiente experiencia, pese a que simultáneamente
continúe la lucha contra el misticismo falso de los
alumbrados, como lo prueba, por ejemplo, el edicto sevillano de
1623.
15. Las sospechas acerca de San Juan de la Cruz tienen que
considerarse no aisladas, sino dentro de las polémicas generales
de la época, polémicas que surgen, de un lado, por el bullir místico
de una sociedad sumamente religiosa, y de otra, a causa de
la desviación de esa tendencia, particularmente en la versión de
los alumbrados. La condena díe fray Domingd Valtanás y la de
Carranza; las persecuciones que sufre el padre Baltasar Álvarez;
1235