POESIA Y PROSA EN LA OBRA DE SAN JIJAN ... - Fundación Speiro
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<strong>POESIA</strong> Y <strong>PROSA</strong> <strong>EN</strong> <strong>LA</strong> <strong>OBRA</strong> <strong>DE</strong> S. JUAN <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> CRUZ<br />
tual entre las potencias, pero éstas obran corrientemente según<br />
su actividad peculiar.<br />
Ahora bien, lo que en verdad importa no es tanto el uso,<br />
por muy repetido que sea, de tal o cual palabra: importa lo que<br />
la misma exprese exactamente. El problema cabe plantearlo así:<br />
la antropología sanjuanista, ¿ distingue realmente el alma de sus<br />
facultades, o concibe estas últimas a modo de simples operaciones<br />
de la substancia espiritual, como lo hace su maestro Baconthorp,<br />
que no admite una heterogeneidad radical entre el alma y<br />
sus facultades (59), aceptando sólo una diversidad conforme a<br />
los grados ontológicos, de un más o menos de ser? (60). En<br />
efecto, desconcierta comprobar que quien tantas veces supone o<br />
deja suponer la distinción real señalada, sostenga también que,<br />
aparte de las nociones y sentimientos correspondientes a las facultades<br />
del alma, haya un conocimiento o comunicación esencial,<br />
«ajeno de todo sentido y accidentes, por cuanto es de substancias<br />
desnudas»- (61), y afirme que «cuanto el alma se pone más<br />
en espíritu, más cesa en obra de las potencias en actos particulares,<br />
porque se pone ella más en un acto general y puro» (62):<br />
De otra parte, habla de la purgación del alma «según sus potencias<br />
y su substancia», y cómo «en la substancia» el alma «padece<br />
desamparo y suma pobreza, seca y fríaj y a veces caliente, no<br />
hallando en nada alivio, ni aun pensamiento que la consuele, etcétera»<br />
(63). Y no habla con menor claridad de las «fiestas del Espíritu<br />
Santo» que pasan «en la substancia del alma», concibiendo<br />
además los grados de amor como un profundizar la voluntad<br />
dimiento puede entender sin que ame la. voluntad» (Noche, II, 12, § 7).<br />
«Donde es de saber acerca de lo que algunos dicen que no puede amar la<br />
voluntad, sino lo que primero entiende el entendimiento, hase de entender<br />
naturalmente, porque por vía natural es imposible amar sí no se entiende<br />
primero lo que se ama; mas por vía sobrenatural bien puede Dios infundir<br />
amor y aumentarle sin infundir ni aumentar distinta inteligencia.,. Y esto<br />
experimentado está de muchos espirituales, los cuales muchas veces se ven<br />
arder en amor de Dios sin tener más distinta inteligencia que antes; porque<br />
pueden entender poco y amar mucho, y pueden entender mucho y<br />
amar poco» (Cántico, XXVI, § 8).<br />
(59) La diferencia entre acto y potencia, substancia y accidentes, esencia<br />
y existencia, etc., que postulan los aristotélicos, aplicada a la psicología,<br />
tiene como consecuencia la distinción real entre el espíritu y sus facultades,<br />
de modo que propiamente no se puede decir que el alma entienda,<br />
sino que lo hace mediante una potencia suya denominada entendimiento,<br />
ni que quiera sino mediante la voluntad.<br />
(60) C£. CRISÓGONO <strong>DE</strong> JESÚS: «Maítre Jean Baconthorp», en la Revista<br />
Neoescolástica de Filosofía (Lovaina), 1932, págs. 357 y sigs.<br />
(61) Cántico, XIX, §§ 4, 5.<br />
(62) Subida, II. 12, § 6.<br />
(63) Llama, I, §§ 18, 20, 23.<br />
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