Género en la historiografía andaluzaBalance de resultados y ...

En el presente ensayo la acción política y los movimientos sociales de mujeres
constituyen dos amplios espacios temáticos cuya articulación puede resultar compleja, conviene
reconocerlo de antemano, por el doble eje de la propuesta, por la necesidad de revisar los
problemas específicos que brinda cada coyuntura histórica y por las tradiciones historiográficas
de quienes han abordado dichos temas. Así, valorada en su desarrollo histórico, la acción política
de las mujeres remite a una amplia serie de prácticas sociales que evolucionan, se transforman
con el tiempo y dialogan con los sistemas políticos, provocando relaciones de participación,
exclusión o disidencia en contextos locales, regionales y nacionales. Trabajar desde estos
paramentos permite contemplar los procesos de continuidad y de cambio, los focos de atención,
las continuidades y rupturas a la hora de pensar y escribir la historia. Básicamente, las rupturas
permiten o dificultan la comprensión, según los casos, de modelos globales de descripción e
interpretación que afectan al cambio histórico, y también de modelos específicos, sectoriales, a
veces locales o regionales. De ahí que la historia de género constituya un punto de observación
privilegiado desde el que se pueden evaluar problemáticas generales y, a la vez, descifrar las
claves descriptivas y explicativas que inciden en los modelos de cambio social y transición
cultural que afectan a mujeres y hombres y, lógicamente también, a los sistemas históricos.
En este sentido, la historiografía de género realizada en Andalucía revela, igual que en
otros territorios del Estado español, que la época contemporánea ha sido la más estudiada y la
que concentra mayor número de especialistas y referencias bibliográficas. Aunque el desarrollo
sea desigual en función de las temáticas, las coyunturas históricas y los trabajos de campo
realizados en las ocho provincias, las reflexiones que siguen revelan, entre otros aspectos, los
marcos de la ciudadanía, los espacios públicos, las estructuras simbólicas del poder, el
establecimiento de genealogías, la politización de lo privado y numerosas vertientes de la acción
política y los movimientos sociales protagonizados por las mujeres. Las voces y experiencias de
las pioneras, entre las que se cuentan las forjadoras del movimiento feminista, dieron paso a
formas cada vez más directas de emancipación, como han mostrado los trabajos de María José
de la Pascua, Gloria Espigado, Marieta Cantos, Beatriz Sánchez Hita y María Dolores Ramos
sobre las mujeres ilustradas, románticas, liberales, republicanas y librepensadoras en la
Andalucía decimonónica, alumbrando una genealogía femenina basada en la remodelación de
discursos y experiencias desde los ámbitos del primer liberalismo, el socialismo utópico y el
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