Género en la historiografía andaluzaBalance de resultados y ...

pararse en las esquinas y atraer la atención gritando no eran cualidades apropiadas al decoro
femenino” 17 , hasta hace poco el peor insulto para una niña era “pareces una verdulera”. Y lo
más llamativo es que las compradoras también son mujeres, que en todas las ciudades
mercados y fuentes son espacios de trabajo femeninos, pero no interesa que conste como tal:
“existían numerosas tiendas de verdulería… si se puede llamar así una señora situada en una
esquina con dos cestos de lechuga cuya utilidad media se fijó en un real diario". Esta
apreciación extrañó tanto a los oficiales de la Única Contribución de Granada que ordenaron a la
audiencia de Ronda “…quitar la utilidad de diecisiete maravedís a Francisca González, la que
deven (sic) más bien considerar por pobre que por comerciante” y que se haga igual con otras
de la misma naturaleza 18 . Así desaparecen todas de las fuentes como trabajadoras y quedan
como pobres.
Con el establecimiento de la libertad de trabajo y la abolición de los gremios, la revolución
industrial da paso la producción fabril y con ello nacen los obreros y las obreras, las mujeres
entran masivamente en las fábricas, pero siguen siendo consideras mano de obra no cualificada.
Estas mujeres quedan fuera del ideal de la domesticidad, que es como decíamos una cuestión
de clase, lo mismo ocurre con el servicio doméstico: “Irónicamente aunque los ideales de la
clase media sobre el hogar y la vida familiar hacían aberrante el trabajo femenino, eran los
hogares de clase media los que suministraban la mayor parte del trabajo remunerado de las
mujeres” 19 .
Una de las maneras de influir era controlando el acceso a la educación y definiendo modelos de
educación separadas también por sexo: “ni hay escuela ni maestra de niñas, y esto es un dolor
ver la poca enseñanza que hay en los párvulos que van al campo desde niños”; “Hay escuela
de primeras letras… Hay también una miga donde se enseñan a las niñas por su maestra a todo
17 Evelyn WELCH: De compras en el Renacimiento. Culturas del consumo en Italia, 1400-1600, Valencia,
universidad, 2009, p. 35
18 Pedro SIERRA DE CÓZAR: Ronda en el siglo XVIII. Según las Respuestas Generales del Catastro de
Ensenada, Ronda La Serranía, 2009, p. 127
19 Bárbara CAINE y Glenda SLUGA: Género e Historia. Mujeres en el cambio sociocultural europeo, de
1780 a 1920, Madrid, Narcea, 2000, p. 65.
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