UNA SOCIEDAD COMPARTIDA - Portal Mayores
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acción del Estado. Eso sucede también en otros países. La responsabilidad en la<br />
inmigración, que tiene por ejemplo Centro Europa, es extraordinaria. La solución<br />
está en el compromiso responsable de los países. Es imprescindible así, que nos<br />
comprometamos en la dirección de fortalecer esos estados, que podríamos denominar<br />
estados fracasados. No hay que confundir la ayuda humanitaria con el<br />
esfuerzo que están obligados a hacer los países ricos con los que tienen estados<br />
famélicos o derrotados, o muertos. Hay que hacer un esfuerzo, por un lado el<br />
Estado y por otro lado las ONG,s.<br />
En paralelo a ese esfuerzo público y complementado por las ONG,s, tenemos<br />
que ser muy exigentes. Los países occidentales tenemos que ser muy exigentes<br />
con la democratización de los países que requieren nuestra ayuda. Sólo en países<br />
democráticos podemos encontrar la solución final a la situación de esos países<br />
que llaman a nuestra puerta con dramatismo y angustia. Tenemos instrumentos<br />
pacíficos y estamos legitimados democráticamente para poner esa exigencia<br />
encima de la mesa.<br />
Todo esto nos permitirá encontrarnos, pasado el umbral de la crisis que estamos<br />
pasando, en una situación más confortable que tal vez hoy no se vea, pero<br />
que estoy convencido que, ustedes, los que son mayores y han vivido situaciones<br />
muy difíciles adivinan, detrás del umbral de esta crisis, esa situación mejor.<br />
España tiene una peculiaridad razonable y negativa al tiempo. Razonable por<br />
nuestra propia historia, aunque sea negativa. Nosotros no hemos pensado nunca<br />
que el futuro iba a ser mejor que el presente, a nosotros nos ha sucedido muchas<br />
veces que el futuro terminó siendo peor que el presente y el pasado, al contrario<br />
que a la mayoría de los países de nuestro entorno, hasta la Segunda Guerra<br />
Mundial al menos, porque tras ella, ciertos grados de inseguridad se han introducido<br />
a nivel general. Pero esas sensaciones provocadas por nuestra propia historia,<br />
no nos deben llevar al pesimismo. Al contrario, de una historia tan angustiosa<br />
como la nuestra, de tantos altos y bajos, podemos sacar una conclusión: todo<br />
es posible si ponemos el empeño y la voluntad, las energías y la razón para conseguirlo.<br />
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