UNA SOCIEDAD COMPARTIDA - Portal Mayores

que hemos vivido a lo largo del siglo XX. No obstante, es importante matizar que en todos los países europeos
se ha dado un giro importante en la relación con las religiones que coexistían en el país. En estos últimos cuarenta
años se ha dado un salto, de estar coexistiendo juntas las religiones, a ponerse a dialogar y hacer un camino
de encuentro y colaboración junt@s y unid@s.
(3) González Faus, J.I. (2005). La difícil laicidad. Barcelona: Cristianisme i Justicia.
(4) Basset J.C. (1999). El diálogo interreligioso: oportunidad para la fe o decadencia de la misma. Bilbao:
Desclée, p. 30. (Original, Le dialogue interreligieux. Paris: Le Cerf. 1996).
(5) Según Basset (1999, p. 420), “el principio de reciprocidad, inherente a todo diálogo, plantea a las tradiciones
religiosas la difícil cuestión de la igualdad: igualdad práctica de los creyentes que se reúnen e igualdad
de principio reconocida a las corrientes religiosas a las que se adhieren”.
(6) Véase, por ejemplo, Melloni, J. (2000). Los ciegos y el elefante. El diálogo interreligioso. Barcelona:
Cristianisme i Justicia.
(7) Abiert@s también y en colaboración con las personas indiferentes a lo religioso pero comprometidas
también en los valores de la paz, justicia y desarrollo.
(8) Recomendamos la lectura del número monográfico de la Revista Crítica sobre el Diálogo
Interreligioso, 2002, nº 891, en donde se encontrarán diferentes artículos recogiendo algunas de las religiones
más frecuentes hoy en España -con sus retos y posibilidades de encuentro-, además de algunas direcciones de
página web interesantes de conocer.
(9) Queremos destacar la importancia de un enfoque amplio del fenómeno religioso: histórico, antropológico,
filosófico, sociológico, psicológico, fenomenológico, espiritual y teológico. Se trataría de integrar diversas
ciencias, muchos ángulos y varios caminos de DI ya emprendidos por otros. Tener muy en cuenta las diversas
Ciencias modernas de la religión, entre otras, la Fenomenología de la religión, Historia de las religiones,
Filosofía de la religión, Antropología Cultural, Sociología de la religión, etcétera.
(10) Como dice Panikkar (2003, p. 44), “el diálogo auténtico empieza poniendo sinceramente en cuestión
todas mis certezas, porque me he dado cuenta, por una parte, de que soy un recipiente frágil, y, por otra, de que
en este mundo hay otros recipientes cuyo contenido a duras penas puedo imaginar”.
(11) Panikkar (2003). op. cit, p. 70. Es importante profundizar en la distinción entre fe como constitutivo
fundamental del hombre y creencia como formulación cultural, religiosa, intelectual de la fe. La creencia puede
expresarse en formulaciones dogmáticas, mientras que la fe se manifiesta en la vida.
(12) Pannikar, (2003). op. cit, p. 16.
(13) Intentando matizar estos silencios, podríamos decir que todo diálogo auténtico está precedido por un
clima de silencio que deja emerger una palabra sentida e inteligible. Pero, a su vez, toda verdad diferente a la
tuya, comunicada y recibida, te sumerge en un profundo silencio parturiento de nuevas luces y lenguajes nuevos:
palabras nuevas, gestos nuevos; quizá, incluso, categorías nuevas. Y, sin duda, te deja ese silencio de manera
nueva en tu interior.
(14) Por ejemplo, como dice Panikkar (2003, p. 52) el cristiano “puede preguntar al musulmán cómo es
posible evitar la teocracia, pero en cambio debe dejarse interpelar sobre cómo puede superar él la anarquía, y
de forma especial la anarquía moral”. De ahí, que el DI no se dirige a descubrir las respuestas correctas para
una serie de preguntas, sino que a veces nos podemos y nos pueden hacer preguntas que no formaban parte, al
comienzo, de nuestra búsqueda.
(15) Véase la revista Crítica, 891, enero 2002, número consagrado al “Diálogo interreligioso”.
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