UNA SOCIEDAD COMPARTIDA - Portal Mayores

Pero la libertad tiene un enemigo poderoso: EL MIEDO.
Juan Pablo II, el hombre de la Paz, recorrió el mundo para decir a los jóvenes:
“No tengáis miedo”.
Tenemos que aceptar el desafío de nuestro tiempo, tenemos en nuestras
manos la tarea de renovar las cosas. Echemos abajo los esperpentos “modernizadores”,
que encubren viejas ideas y abramos los ojos a la creación que nos rodea,
en ella, todas las cosas tienen sentido.
Tenemos que poner nuestro corazón y nuestras manos en este mundo que,
como decía Spengler en “El ocaso de occidente “(después de la 1ª Guerra
Europea) está herido de muerte, para reconducirlo a la nueva cultura.
Para terminar, deseo invitarles a que nos asomemos a ese paisaje fantástico
que supo mostrarnos Antonio Oliver.
Decía: todas las cosas de la creación terminan en el cerebro humano y en el
corazón. Lo primero que debería conocer el hombre es que dentro de él hay un
lugar donde todas las cosas están presentes y son sentidas. A las cosas que nos
rodean no les basta con ser conocidas; la piedra, el río, la flor......., además de ser
pensadas, desean ser amadas. He aquí el hombre en su tarea.
Por eso, el hombre que es capaz de no pensar y de no amar las cosas, al final
sufre dentro de sí.
Por eso, este principio de siglo es desgraciado. A pesar de los adelantos científicos,
nunca la Historia ha coincidido con uno de los estertores más dolorosos
de nuestra raza. Estallan conflictos, frentes abiertos, sangrías humanas de refugiados,
un continente se muere de hambre, terrorismo, odio generalizado...
Vivimos en colmenas, pero ni nos conocemos ni nos queremos.
¿Qué nos pasa? Lo que nos pasa es que hemos devastado el planeta... y ésto
siempre le duele al hombre.
La ecología empieza a tener importancia, pero solo se cultiva como política
CUANDO ES LO ESENCIAL de lo humano.
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