UNA SOCIEDAD COMPARTIDA - Portal Mayores
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Un hecho derivado de los conocimientos del genoma humano es la valoración<br />
de la diversidad y la constatación de que somos una especie muy homogénea, con<br />
muy escasa diversidad y que las diferencias genéticas entre las pretendidas razas<br />
son menores que, incluso, entre los individuos de cada una de ellas, quedando<br />
anulado con los datos cualquier argumento de carácter racista.<br />
Los grandes retos de la Biotecnología.<br />
Otra vertiente de los avances de la Biología de finales del siglo 20, muy relacionado<br />
con todo lo indicado hasta aquí, es la fecundación in vitro y, en particular,<br />
la capacidad de generar cultivos celulares, producir clones o la pretensión de<br />
reemplazar células degeneradas o deterioradas por otras modificadas convenientemente.<br />
De todo esto lo más importante y, sobre lo que se mantiene un amplio<br />
debate en la sociedad actual, es el asunto de la clonación.<br />
La acción de clonar consiste en producir o fabricar un ser vivo con la identidad<br />
genética de otro, por medios no naturales. Con un criterio estricto, en el caso<br />
humano, los clones se referirían solo a la producción de un individuo con los<br />
genes de otro (clonación reproductiva). Sin embargo, si nos fijamos en el concepto<br />
de identidad genética tal como lo hemos definido, la definición de clon<br />
debe extenderse a la producción de células o tejidos a partir de una célula inicial,<br />
vayan o no a usarse con fines reproductivos (clonación no reproductiva). La clonación<br />
no reproductiva, también se ha denominado impropiamente clonación<br />
terapéutica, ya que no busca la obtención de individuos clónicos o idénticos a<br />
otros en sus características genéticas, sino simplemente células o tejidos para la<br />
utilización en trasplantes para uso clínico en la regeneración de tejidos dañados<br />
o enfermos. Sin embargo, los derroteros de la ciencia están demostrando la inviabilidad<br />
de esta línea de investigación basada en la utilización de células embrionarias.<br />
El destino del embrión no es el de producir una persona, es el de utilizar<br />
las células de la masa interna del blastocisto, para obtener cultivos de tejidos<br />
aptos para el transplante. A dichas células las llamamos células troncales y las<br />
podemos definir de forma genérica, como cualquier tipo de célula que tiene la<br />
capacidad de dividirse ilimitadamente y de dar lugar a diferentes tipos de células<br />
especializadas. La cuestión que asalta la conciencia de la sociedad es sí se debe<br />
abordar la producción intencionada de embriones humanos como fuente para<br />
solucionar los problemas de salud de otros seres humanos. ¿Es justificable el<br />
sacrificio de una vida para mejorar o salvar otra vida?.<br />
Lo que parece incuestionable es que el hombre, siendo inmutable en su identidad<br />
genética desde la concepción y a lo largo de su vida, lo es del mismo modo<br />
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