UNA SOCIEDAD COMPARTIDA - Portal Mayores

La revolución científica.
Por no hacer muy prolija esta presentación dejaremos a un lado el desarrollo
tecnológico-intelectual del período clásico, Grecia, Roma, la Edad Media y el
Renacimiento, donde primaba más la filosofía natural que la ciencia. En cualquier
caso el Renacimiento fue fundamental en la profundización del conocimiento
asentado en la etapa del clasicismo greco-romano. Se ahondó en la comprensión
de la naturaleza, el universo, la astronomía, la medicina y múltiples
áreas del conocimiento humano, que vieron favorecida su extensión cultural gracias
a la aparición de la imprenta.
Sin embargo no podemos hablar de ciencia propiamente dicha hasta que ésta
no se desliga por completo de la filosofía y, frente a un fenómeno que se ha de
analizar, se impone la experimentación sobre la especulación intelectual. De este
modo, puede considerarse que la ciencia comienza cuando se establece el método
científico, lo que no ocurre hasta el siglo 17. Aquí hay que destacar las figuras
de Francis Bacon (1561- 1626) y John Locke (1632-1704), este último considerado
como el fundador del empirismo, la doctrina que propugna que toda
fuente de conocimiento, con la excepción de la lógica y las matemáticas, debe
basarse en la experimentación.
La ciencia basa sus afirmaciones en descubrimientos y éstos surgen de hipótesis,
entendiendo por tal una declaración que puede ser falsa o verdadera y que
debe ser sometida a la prueba de la experimentación. El resultado de ésta determinará
el carácter final (falso o verdadero) de la hipótesis. Cuando se experimenta,
se comprueba la respuesta más plausible de todas las hipótesis que se presentaron
inicialmente. Finalmente estas comprobaciones se convierten en teorías.
Si la teoría tiene validez universal o se verificara como verdadera en todo tiempo
y lugar, entonces se consideraría Ley.
El comienzo de la revolución científica a lo largo del siglo XVII, supone
entre otras cosas el desvío de un análisis demasiado concentrado en el pasado,
para encarar nuevos problemas de cara al futuro y para profundizar en las posibilidades
que ofrece una naturaleza que hay que estudiar y entender para su mejor
aprovechamiento por el hombre.
La revolución industrial.
El siglo 19 fue decisivo para el desarrollo de la Ciencia, en particular en las
áreas experimentales de la biología y de la química. Fruto de estos avances, junto
- 83 -