UNA SOCIEDAD COMPARTIDA - Portal Mayores

Por otra parte, todos en mayor o menor medida estamos vinculados al mundo
de la empresa, en tanto en cuanto, somos directos receptores de sus bienes y servicios,
además de vivir en un entorno en el que, sin ningún género de duda, la
economía y los mercados rigen gran parte de nuestra vida.
Pero en cualquier caso, lo importante no son las empresas como motores económicos
y sociales, ni las entidades no lucrativas como canales de compromiso
directo de la llamada sociedad civil, ni las universidades como fuentes del saber
y la gestión del conocimiento, si no la persona, el ser humano, que como centro
de la sociedad, debe asumir el compromiso de responsabilizarse junto con otras
personas, del desarrollo de la sociedad en su conjunto y, como tal, todos y cada
uno de nosotros estamos implicados
Tenemos mucho que decir y que opinar sobre la manera en la que podemos
y debemos contribuir a que el factor humano, las personas en definitiva, sean
tomadas en cuenta en las organizaciones, para que ese compromiso sea posible.
En definitiva, que el núcleo y el centro de la actividad empresarial sea, realmente,
la persona.
En este sentido, me parece importante iniciar esta reflexión destacando que,
en los últimos cuatro o cinco años, estamos asistiendo a un verdadero boom de
lo que se conoce por Responsabilidad Social Corporativa, que de forma obligatoria
tiene que ocupar un lugar destacado en las agendas corporativas de cualquier
gran empresa que se precie y, también, cada vez más, incluso en las medianas
y pequeñas empresas.
Para muchos, se trata simplemente de una nueva moda vinculada al mundo
de la gestión, que responde más a una cuestión de cosmética que de ética y que
lo único que consigue es desviar a las empresas de lo que debe ser su obligación
principal, que no es otra que generar beneficios y, por ende, riqueza y empleo.
Huelga mencionar el tan citado articulo del “Financial Times” en el que así lo
mencionaba, con una profunda crítica a esta tendencia, que se basa en criterios
excesivamente economicistas, hoy bastantes trasnochados.
Sin embargo, para otros, entre los que me cuento, sea moda o no, se trata de
una dinámica de cambio con un componente de innovación, que supone revisar
y actualizar la visión que se tiene sobre la empresa, tanto sobre los objetivos que
persigue con su actividad, como sobre el entorno en el que opera, de manera que
pueda contribuir a una visión de futuro más comprometida con los trabajadores,
con los agentes sociales con los que están relacionados, conocidos normalmente
como grupos de interés y con la sociedad en general.
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