La orientación académico-laboral en Educación de Personas

Perfil del orientador/a
de educación de adultos en la
Comunidad de Madrid
INTRODUCCIÓN
Purificación García Gasco
Orientadora del IES “Laguna de Joatzel”. Getafe (Madrid)
DURANTE el curso 2000/2001 tuvo lugar el
curso de postgrado de "Formación en
Educación de Personas Adultas", organizado
por la UNED, en el que participé como alumna.
El trabajo de investigación que presenté estaba
en relación con el ámbito de actuación de mi labor
como docente: el área de Orientación. El objetivo
del mismo era conocer el grado de satisfacción de
los orientadores y orientadoras de los Centros de
Adultos con su labor.
La experiencia llevada a cabo me resultó muy
interesante ya que me permitió tomar contacto con
profesionales de la Orientación en Educación de
Adultos, al mismo tiempo que conocer las limitaciones
con que este campo cuenta.
El punto de partida es la estrecha relación existente
entre la tutoría y la orientación del alumnado
como parte de la función docente. Aunque en el
caso de la Educación de Adultos parece que está
más potenciada la orientación, si se tiene en cuenta
las características de las personas que acuden a
dichos centros.
Se entiende la orientación como el proceso de
ayuda que el profesorado es capaz de llevar a
cabo con su alumnado atendiendo todos los
aspectos de la educación personalizada. El profesor
en cuanto enseñante ya es orientador puesto
que desde el punto de vista de la enseñanza lo
que hace es orientar la actividad intelectual del
alumno. En la actividad docente tiene lugar una
relación profesor/alumno encaminada hacia el
aprendizaje, en este sentido hay que tener en
cuenta el contexto personal, grupal, institucional
y social en que se ve facilitado o dificultado el
aprendizaje. De aquí que el profesor tienda a ser
cada día más un orientador o facilitador del proceso
de aprendizaje de sus alumnos. Todo ello
sin olvidar la función de especialización desem-
peñada por el profesional de la Orientación. En
definitiva, se trata de preparar al alumnado para
Esta investigación tenía como objetivo
conocer el grado de satisfacción
de los orientadores-as con su labor
en los Centros de Adultos-as
que pueda realizar su propia orientación (autoorientación),
dando respuesta adecuadamente a
las demandas que presenten en función de las
características individuales de cada uno/a de
ellos/as.
DEFINICIÓN DEL PROBLEMA
¿Cuáles son los indicadores que más contribuyen
a que los orientadores y orientadoras, que
ejercen en Educación de Personas Adultas, estén
satisfechos y satisfechas con su trabajo?
METODOLOGÍA
Hipótesis
La hipótesis formulada en este trabajo es la
siguiente:
"Si existe una mayor motivación hacia el propio
trabajo, el orientador y orientadora está
satisfecho con la labor de orientación desempeñada".
Para verificar o rechazar esta hipótesis, se han
analizado como variables incidentes en el grado
de satisfacción: los indicadores señalados en el
cuestionario, la edad, el sexo y la situación administrativa.
La orientación académico-laboral en E.P.A.
MONOGRÁFICO
33