La orientación académico-laboral en Educación de Personas

mujeres son sensiblemente
inferiores a los de los hombres;
las tareas familiares y
domésticas se consideran
aún tarea de la mujer, etc.
R.-El movimiento de la educación
popular de los adultos en
el que Vd. participó y con el
que se identifica, ¿cómo ha
influido en los avances sociales
y culturales que hoy experimentamos?
MS.- El movimiento de educación
popular al formar dirigentes
de los medios populares
ha influido sin duda en los
avances que ahora experimentamos. Es algo que
algún día se podrá estudiar.
R.-De su trabajo con grupos de adultos, ¿qué experiencias
recuerda como más gratificantes y enriquecedoras?
MS.- Lo más gratificante es encontrar, al cabo de
los años, personas a las que conociste en el periodo
inicial de su formación, y descubrir que gracias
a aquel impulso y a sus esfuerzos posteriores, han
desarrollado una fuerte personalidad social. En
cierta ocasión la concejal de cultura de un pueblo
me vino a saludar y a recordarme que empezó su
formación cultural en nuestros centros cuando
todavía era analfabeta.
R.-¿Cuáles piensa que son las causas de qué algunos
centros o actuaciones de EPA no logren ser un
elemento dinamizador en el entorno social en el
que actúan?
MS.- Había que estudiar cada caso concreto. En
muchas ocasiones falta un equipo coherente y
compenetrado para llevar a cabo una acción perseverante
que requiere tiempo y paciencia.
R.-La población adulta actual requiere una formación
adecuada que tenga en cuenta sus
demandas, intereses y niveles de motivación.
Teniendo en cuenta lo anterior
y dado su gran interés por la
formación, ¿cómo debería ser
la preparación de los educadores
que trabajan en estas
tareas?
MS.- La preparación de los
educadores debe ser una
combinación de conocimientos
académicos, habilidades
metodológicas y experiencia
práctica. Me temo que actualmente
se está dando mayor
importancia a los conocimientos
teóricos, quizá por ser esta
la formación más fácil de
impartir y adquirir.
ENTREVISTA
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