La orientación académico-laboral en Educación de Personas

de los fines últimos a alcanzar el "considerar y
orientar el Sistema Educativo como una herramienta
estratégica en la mejora de la productividad del
tejido productivo de nuestra región y, consecuentemente,
en la mejora continua del empleo, orientando
al Sistema Educativo hacia la búsqueda de nuevas
profesiones y ocupaciones que supongan nuevos
yacimientos de empleo, en colaboración con los
Ayuntamientos y otras instituciones”.
La intervención orientadora en un
Centro debe partir del conocimiento
de los alumnos y actuar en consecuencia,
así como enseñarles a tomar
decisiones
Más adelante plantea la necesidad de realizar
planes sistemáticos de formación del profesorado,
por parte de la Administración Educativa, tanto en
los Centros de Profesores y Recursos (ahora CAP)
como desde la Universidad, basados en la formación
continua y permanente así como en el perfeccionamiento
e innovación educativa, que permita el
reciclaje y adaptación a las nuevas
exigencias educativas y que
propicie su movilidad dentro de
las distintas etapas del sistema
educativo. Además, propone la
puesta en marcha desde el inicio
del curso 1999/2000 de un Plan
Regional de Formación Profesional,
creando, entre otros, un
sistema integrado de orientación
ligado a dicho Plan Regional al
servicio de alumnos/as del sistema
educativo, trabajadores/as
desempleados/as, empresas,
centros y agentes formativos.
En un apartado dedicado a
Educación de Adultos destaca
que tiene que existir una oferta diferenciada con
identidad propia y no ser una oferta residual que
se imparta fundamentalmente en centros educativos
de otras enseñanzas regladas.
PILARES DE LA INTERVENCIÓN ORIENTADORA
Pero si bien todas estas razones justifican la presencia
y la importancia que se está dando a la
orientación educativa y profesional, y siendo uno
de los ámbitos de intervención a desarrollar por el
Departamento de Orientación, entiendo que existen
dos pílares básicos en dicha intervención:
A) Enseñar a tomar decisiones
El primero hace referencia a la importancia
que tiene en estos momentos el poder enseñar a
“decidirse” a nuestros/as alumnos/as puesto que
éste es uno de los ejes fundamentales a desarrollar
en la acción tutorial, puesto que educar es responsabilidad
de todo profesor, aunque el tutor o tutora
tenga una "especial responsabilidad" en esa
educación puesto que ha recibido formalmente el
encargo de hacer que dicha educación sea integral
y personalizada. Hay que destacar que el acto de
optar por algo es el resultado de un proceso de
decisión, no pudiéndose entender como una cosa
puntual y que se pueda solucionar con una información
de un día (por ejemplo únicamente con
información de la oferta formativa, en una sesión
tutorial). Es cierto, que muchas veces al trabajar
con alumnos/as adultos/as, creemos que están
maduros vocacionalmente y que saben lo que
quieren y pueden hacer, pero vemos en el aula,
que muchos de ellos/as no lo saben, e incluso
los/as que trabajan, quieren reorientar sus itinerarios
formativos-profesionales, exigiéndose en
muchos casos una nueva elaboración de su proyecto
personal de vida.
B) Conocer a los alumnos y actuar en consecuencia
En segundo lugar, en un estudio realizado en
nuestro Centro de Adultos sobre el perfil del alumnado
matriculado, nos planteamos conocer el
motivo de matriculación, qué esperan de nosotros,
cómo nos perciben y qué plantean para mejorar la
enseñanza de adultos. Como conclusiones relacionadas
con este tema destacaría las siguientes: el
canal más utilizado por nuestros alumnos a la
hora de matricularse en el Centro, es a través de
amigos, conocidos y antiguos alumnos; que sus
motivaciones son fundamentalmente de tipo laboral,
académico y personal, y si bien en los primeros
niveles acuden más para poder aprender a leer
y escribir, ampliar su cultura y tener un Centro
La orientación académico-laboral en E.P.A.
MONOGRÁFICO
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