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HISTORIA DE ROMA desde su fundación. Ab vrbe ... - Historia Antigua

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fuera (el más fuerte lazo de unión) les unió a pesar de <strong>su</strong>s mutuas sospechas y<br />

aversión. En un punto que no estaban de acuerdo; el Senado y los cón<strong>su</strong>les ponían<br />

<strong>su</strong>s esperanzas únicamente en las armas, los plebeyos preferían cualquier cosa a la<br />

guerra. Espurio Nautio y Sexto Furio -488 a.C.- eran ahora cón<strong>su</strong>les. Mientras<br />

estaban revistando las legiones, guarneciendo las muralles y posicionando tropas en<br />

varios lugares, se reunió una enorme multitud. Al principio alarmaron a los cón<strong>su</strong>les<br />

con gritos sediciosos, y al final les obligaron a convocar el Senado y presentar una<br />

moción para enviar embajadores a Cneo Marcio. Como el valor de la plebe estaba,<br />

evidentemente, cediendo, el Senado aceptó la moción, y se enviaron embajadores a<br />

Marcio con propuestas de paz. Regresaron con la respuesta: Si se devolvía el<br />

territorio capturado a los volscos podrían hablar de paz; pero si deseaban disfrutar<br />

del botín de guerra a <strong>su</strong> placer, él no se había olvidado de los daños infligidos por<br />

<strong>su</strong>s compatriotas ni de la amabilidad que habían mostrado quienes ahora eran <strong>su</strong>s<br />

anfitriones, y se esforzaría por dejar claro que <strong>su</strong> espíritu se había despertado, no<br />

roto, con el exilio. Los mismos legados fueron enviados por segunda vez, pero no se<br />

les permitió la entrada en el campamento. Según la tradición, los sacerdotes,<br />

envueltos con <strong>su</strong>s ropajes, fueron como <strong>su</strong>plicantes al campamento enemigo, pero<br />

no tuvieron más influencia con él que la delegación anterior.<br />

[2.40] Después se juntaron las matronas y fueron ver a Veturia, la madre de<br />

Coriolano, y a <strong>su</strong> esposa Volumnia. No puedo asegurar si esto fue consecuencia de<br />

un decreto del Senado, o simplemente a causa del miedo de las mujeres, pero en<br />

todo caso tuvieron éxito convenciendo a Veturia para que fuese con Volumnia y <strong>su</strong>s<br />

dos hijos pequeños al campamento enemigos. Mientras que los hombres eran<br />

incapaces de proteger a la ciudad por las armas, las mujeres buscaron hacerlo con<br />

<strong>su</strong>s lágrimas y oraciones. A <strong>su</strong> llegada al campamento, se envió recado a Coriolano<br />

de que se había presentado una gran cantidad de mujeres. Había permanecido<br />

impasible ante la majestad del Estado en la persona de <strong>su</strong>s embajadores, ante el<br />

llamamiento que a <strong>su</strong>s ojos y ánimo hicieron los sacerdotes; aún más dura fue para<br />

con las lágrimas de las mujeres. Entonces, uno de <strong>su</strong>s amigos, que había<br />

reconocido a Veturia, de pie entre <strong>su</strong> nuera y <strong>su</strong>s nietos, y visible entre todos ellos<br />

por <strong>su</strong> gran dolor, le dijo: "Si no me engañan mis ojos, tu madre, tu esposa y tus hijos<br />

están aquí". Coriolano, casi como un loco, saltó de <strong>su</strong> asiento para abrazar a <strong>su</strong><br />

madre. Ella, cambiando de tono de súplica a la ira, le dijo: "Antes de permitir tu<br />

abrazo, déjame saber he venido ante un hijo o ante un enemigo, si estoy en tu<br />

campamento como tu prisionera o como tu madre. Haber tenido una larga vida y una<br />

vejez infeliz me ha llevado a esto, ¿Que tenga que verte exiliado y convertido en<br />

enemigo? ¿Tendrás el corazón de arrasar este tierra en la que naciste y que te ha<br />

alimentado? ¿Cómo no cedió la ira hostil y amenazante con que llegaste al entrar en<br />

<strong>su</strong> territorio? ¿No te decías al posar tus ojos en Roma, 'Dentro de esas murallas está<br />

mi casa, mis dioses familiares, mi madre, mi esposa, mis hijos?'. Si yo no hubiese<br />

parido, ningún ataque habría recibido Roma; Si nunca hubiese tenido un hijo, habría<br />

terminado mis días como una mujer libre en un país libre. Pero no hay nada que yo<br />

pueda <strong>su</strong>frir ahora que no te traiga a tí más desgracia de la que me has causado;<br />

cualquiera que sea la infelicidad que me espera, no será por mucho tiempo. Mira a<br />

éstos, a los cuales, si insistes en tus acciones actuales, les espera una muerte<br />

prematura o una larga vida de esclavitud". Cuando cesó, <strong>su</strong> esposa e hijos lo<br />

abrazaron, y todas las mujeres lloraban y se lamentaban de <strong>su</strong> destino y del de <strong>su</strong><br />

país. Por fin, cedió y se compadeció. <strong>Ab</strong>razó a <strong>su</strong> familia, los despidió y levantó <strong>su</strong><br />

campamento. Después de retirar <strong>su</strong>s legiones del territorio romano, se dice que cayó<br />

víctima del resentimiento que <strong>su</strong> acción despertó; pero en cuanto al momento y las<br />

circunstancias de <strong>su</strong> muerte, las tradiciones varían. Encuentro en Fabio, que es con<br />

mucho la mayor autoridad, que llegó a la ancianidad; dice de él que a menudo<br />

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