13.05.2013 Views

Parte 1 El credo - año de la fe

Parte 1 El credo - año de la fe

Parte 1 El credo - año de la fe

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

pesetas cada semana, será reo <strong>de</strong> pecado mortal cuando el importe total alcance a ser materia<br />

grave pecaminosa.<br />

Hay ciertos principios fundamentales que rigen <strong>la</strong>s cuestiones <strong>de</strong> restitución. <strong>El</strong> primero <strong>de</strong> ellos es<br />

que <strong>la</strong> restitución <strong>de</strong>be hacerse a <strong>la</strong> persona que sufrió <strong>la</strong> pérdida, o a sus here<strong>de</strong>ros si falleció. Y,<br />

suponiendo que no pudiera ser hal<strong>la</strong>da y que sus here<strong>de</strong>ros sean <strong>de</strong>sconocidos, se aplica otro<br />

principio: nadie pue<strong>de</strong> beneficiarse <strong>de</strong> su injusticia. Si el propietario es <strong>de</strong>sconocido o no se<br />

pue<strong>de</strong> hal<strong>la</strong>r, <strong>la</strong> restitución <strong>de</strong>berá hacerse entonces dando los beneficios ilícitos a beneficencia, a<br />

instituciones apostólicas, etc. No se exige que el que restituye exponga su injusticia y arruine con ello<br />

su reputación; pue<strong>de</strong> restituir anónimamente, por correo, por medio <strong>de</strong> un tercero o por cualquier<br />

otro sistema que proteja su buen nombre. Tampoco se exige que una persona se prive a sí misma o<br />

a su familia <strong>de</strong> los medios para aten<strong>de</strong>r <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s ordinarias <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida para e<strong>fe</strong>ctuar<br />

esa restitución. Sería un proce<strong>de</strong>r pésimo gastar en lujos o caprichos sin hacer <strong>la</strong> restitución,<br />

comprando, por ejemplo, un coche o un abrigo <strong>de</strong> piel. Pero esto tampoco quiere <strong>de</strong>cir que estemos<br />

obligados a vivir <strong>de</strong> garbanzos y dormir bajo un puente hasta que hayamos restituido.<br />

Otro principio es que es el mismo objeto que se robó (si se robó un objeto) el que <strong>de</strong>be<br />

<strong>de</strong>volverse al propietario, junto con cualquiera otra ganancia natural que <strong>de</strong> él hubiera resultado; <strong>la</strong>s<br />

terneras, por ejemplo, si lo que sé robó fue una vaca. So<strong>la</strong>mente cuando ese objeto ya no exista o<br />

esté estropeado sin posible reparación, pue<strong>de</strong> hacerse <strong>la</strong> restitución entregando su valor en<br />

e<strong>fe</strong>ctivo.<br />

Quizá se haya dicho ya lo suficiente para hacernos una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> lo complicadas que, a veces,<br />

pue<strong>de</strong>n hacerse estas cuestiones <strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia y los <strong>de</strong>rechos. Por eso, no <strong>de</strong>be<br />

sorpren<strong>de</strong>rnos que incluso el sacerdote tenga que consultar sus libros <strong>de</strong> teología en estas<br />

materias.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!