Libro conmemorativo - Fundación Abbott
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–No importa que sea el último, siempre alguien debe llegar al final. Lo importante<br />
es que le des la misma oportunidad que a los demás.<br />
–Está bien, Esther; Martín va a correr con los demás… Solo espero que esto<br />
no sea un error.<br />
El viernes, Óscar anunció a sus corredores que Martín iba a ser parte de la<br />
carrera del domingo. Martín estaba muy sorprendido. Los niños, que estaban<br />
sentados en el pasto, lo miraron en silencio inconformes, hasta que Marcos,<br />
el más rápido de todos, levantó la voz.<br />
–Todos se van a burlar de nosotros si él corre. Van a pensar que somos unos retrasados.<br />
–Los demás corredores asintieron, los murmullos fueron subiendo de<br />
tono entre el joven grupo, al comentar la participación del indeseado corredor.<br />
–¡Silencio! –gritó Óscar con enfado. Todos callaron–. La carrera es para todo<br />
el que quiera correr, eso incluye a Martín, que estuvo entrenando muy duro y<br />
se lo merece. No quiero escuchar ni una palabra más. Nos vemos el domingo<br />
–les dijo con dureza. Todos se pusieron de pie con rostros inconformes, y se<br />
retiraron sin decir nada; Martín se quedó sentado, sin atreverse a levantar su<br />
rostro, solo podía mirar el piso avergonzado y preocupado por lo que acababa<br />
de decir Marcos. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.<br />
–¿Qué te pasa? –le preguntó Óscar mientras se sentaba a su lado.<br />
–Nadie quiere que corra, no tiene caso que participe en la carrera –le contestó<br />
sin mirarlo, con la voz quebrada por el llanto.<br />
–Martín… Lo importante no es ganar, lo importante es luchar. Todo el grupo<br />
va a correr, y tú eres parte del grupo. ¿Verdad? Esto es lo que querías; entiendo<br />
que tengas miedo, pero tienes que ser fuerte y correr. No importa que<br />
llegues el último, lo importante es que estás dando un mensaje a todos los<br />
demás. –Martín se enjugó las lágrimas con las manos.<br />
–¿Qué… m-mensaje? –le preguntó con curiosidad, Óscar le puso la mano en<br />
la cabeza.<br />
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