manual del aprendiz mason ii - Valdemar.com.mx
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Los antiguos obreros recibían, además de los víveres en especie, un sueldo o <strong>com</strong>pensación en<br />
dinero para <strong>com</strong>prar la sal y otras cosas que necesitaban; de aquí vino el nombre de salario. Pero tal<br />
vez no es <strong>com</strong>pletamente extraño al término de salario <strong>del</strong> Aprendiz el hecho de que éstos lo<br />
reciben cerca de la Col.·.B.·.que es la que corresponde al principio hermético femenino de la sal,<br />
<strong>del</strong> cual hemos hablado en su lugar.<br />
El Aprendiz recibe el salario acercándose, después de su trabajo, a la Col.·.B.·.. Esto quiere decir<br />
que el resultado de sus esfuerzos lo consigue el iniciado acercándose al reconocimiento <strong>del</strong><br />
Principio de Omnipotencia, expresado en el sentido de la Palabra que es el nombre de dicha<br />
columna y que, <strong>com</strong>o dijimos, significa: “En él la Fuerza”.<br />
En otras palabras, el Aprendiz progresa, y en este progreso recibe la <strong>com</strong>pensación de sus<br />
esfuerzos, según se acerca, <strong>com</strong>o fin de sus estudios y deducciones, a este reconocimiento vital que<br />
realiza el primer deber de su testamento; es decir, en la medida de la Fe que desarrolla en el<br />
Principio de Vida y en su poder, <strong>com</strong>o columna o sostén de su vida individual.<br />
El progreso <strong>del</strong> Aprendiz está caracterizado por el desarrollo de esta Fe y confianza en el Principio<br />
Espiritual de la Vida, en el cual tenemos nuestro origen, que nos ha creado o manifestado (<strong>com</strong>o<br />
distintas expresiones individualizadas de su Ser o Realidad, divididas y separadas en la apariencia,<br />
pero íntimamente unidas e inseparables en esencia y realidad), que continuamente nos sostiene, nos<br />
guía y nos dirige hacia el desarrollo y la expresión de las más elevadas posibilidades que todavía se<br />
encuentran en estado latente en nuestro ser.<br />
Esta fe, propia de quien se ha iniciado en el conocimiento de lo Real que se esconde detrás de la<br />
apariencia exterior o visible de las cosas –y que no es fe ciega, en cuanto se basa sobre la propia<br />
conciencia de la realidad-, es algo desconocido para el profano, esclavo de la ilusión de los<br />
sentidos, quien confunde la apariencia con la realidad, y no habiéndolo reconocido (por no haber<br />
podido ingresar en su conciencia), niega la existencia de un Principio Espiritual <strong>com</strong>o Causa<br />
Inmanente y Trascendente de la realidad visible.<br />
No puede lograrse este conocimiento, esta convicción que es un estado interior, sin el estudio, el<br />
trabajo y la perseverancia: es, pues, la Fe iluminada de que hablamos, un verdadero salario, fruto o<br />
resultado de largos y persistentes esfuerzos sobre el Camino de la Verdad, después de haberse<br />
despojado de todas las superficialidades, creencias positivas y negativas, errores y prejuicios <strong>del</strong><br />
mundo profano.<br />
Así establece el iniciado una relación iluminada con el Principio de Vida, cuya realidad ha<br />
reconocido en su conciencia, relación que tiene su base en el reconocimiento expresado por la<br />
misma Palabra Sagrada, que será de ahora en a<strong>del</strong>ante una verdadera columna en la cual puede<br />
apoyarse con toda confianza y que lo sostiene en sus dudas y vacilaciones.