manual del aprendiz mason ii - Valdemar.com.mx
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Nótese, con respecto a esto, que la misma palabra religión se identifica, en su significado originario,<br />
con la de tradición, indicando simplemente “lo que es legado o se transmite”. También la Masonería<br />
en este sentido es religión aunque no una religión: la religión operativa y especulativa, simbólica e<br />
iniciática, nacida espontáneamente en las primeras corporaciones constructoras, a medida que sus<br />
adeptos se esforzaban en divinizar su Arte, convirtiéndose en vehículos y medios de los cuales pudo<br />
aprovecharse la Jerarquía Oculta para sus enseñanzas, encontrando en ese medio un terreno<br />
particularmente fértil para sembrar la mística semilla de la Sabiduría.<br />
También el carácter particular de las corporaciones que se especializaron en la construcción de<br />
Templos hizo que éstas se identificaran, en las diferentes épocas de la historia, con distintas<br />
tradiciones religiosas, y en algunos casos con los mismos Misterios (a los cuales algunos entre ellos<br />
debieron ser admitidos <strong>com</strong>o participantes), y no hay que maravillarse si se asimilaron muchas<br />
enseñanzas esotéricas, transmitidas <strong>com</strong>o secreto patrimonio entre los maestros <strong>del</strong> Arte.<br />
Fuera de duda está que, en cualquier período de la historia, las corporaciones constructoras aparecen<br />
poseedoras de secretos y alegorías, algunos de los cuales provienen de una época remotísima, y<br />
otros representan antiquísimas tradiciones revestidas de nombres y formas simbólicas más recientes.<br />
Mientras que, por otro lado, bien sabemos que todas tuvieron reglas y modalidades particulares<br />
para la dúplice transmisión <strong>del</strong> secreto material <strong>del</strong> arte y de su interpretación especulativa, así<br />
<strong>com</strong>o para la admisión de candidatos <strong>com</strong>o aprendices, exigiéndoseles el ser “libres y de buenas<br />
costumbres”, dando pruebas definidas de moralidad, diligencia y capacidad para la obra.<br />
Esta “religión de los constructores” hubo de ser una religión eminentemente moral, es decir una<br />
ética individual aplicada a la vida, <strong>com</strong>o lo demuestra la Tradición Masónica, que más<br />
directamente la continúa.<br />
EL GRAN ARQUITECTO<br />
El concepto de un Gran Arquitecto, o Principio Divino Inteligente que constituye el foco espiritual<br />
y la Base Inmanente de la Gran Obra de la Construcción particular y universal, ha representado sin<br />
duda en todos los tiempos el fundamento de la Religión de los Constructores.<br />
Este mismo concepto constituye el Principio Cardinal de la Masonería Moderna, pues no tienen<br />
valor masónico los trabajos que no sean hechos “a la gloria” de este Principio, es decir, con el fin<br />
de que la espiritualidad latente en todo ser y en toda cosa encuentre por medio de los mismos su<br />
expresión o manifestación más perfecta.<br />
Se trata, sin embargo, de un concepto eminentemente iniciático, es decir, en el cual ingresamos<br />
progresiva y gradualmente a medida que nuestros ojos espirituales se abren a la luz masónica. Así<br />
pues, mientras en el principio se deja a cada masón en libertad de interpretar esta expresión de Gran<br />
Arquitecto según sus particulares ideas filosóficas, opiniones y creencias (teístas <strong>com</strong>o ateístas,<br />
considerándose en este último caso el Gran Arquitecto <strong>com</strong>o expresión abstracta de la Ley Suprema<br />
<strong>del</strong> Universo), se le conducirá después gradualmente, por medio de su propio trabajo interno o <strong>del</strong><br />
esfuerzo personal con el cual se consigue todo progreso, a un reconocimiento más perfecto, a una<br />
realización más íntima y profunda de este Principio, al mismo tiempo inmanente y trascendente, que<br />
constituye la base y esencia íntima de todo lo existente.<br />
Alrededor de esta idea central (cuyo carácter iniciático la diferencia de todo concepto o creencia<br />
dogmáticos) se han agrupado, <strong>com</strong>o en torno de su centro natural, las diferentes tradiciones,<br />
símbolos y misterios que constituyen otras tantas aplicaciones y expresiones <strong>del</strong> Principio<br />
Fundamental a la interpretación de la vida y a su perfeccionamiento.