manual del aprendiz mason ii - Valdemar.com.mx
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Por medio de la escuadra es <strong>com</strong>o nuestros esfuerzos para realizar el ideal que nos hemos propuesto<br />
pueden ser constantemente <strong>com</strong>probados y rectificados. De manera que estén realmente<br />
encaminados en la dirección <strong>del</strong> ideal, según lo muestra la simbólica marcha <strong>del</strong> Aprendiz, que nos<br />
enseña la cuidadosa aplicación de ese precioso instrumento sobre cada paso y en cada etapa de<br />
nuestra diaria existencia.<br />
En cuanto al martillo y el cincel, <strong>com</strong>o instrumentos propiamente activos, precisamente representan<br />
los esfuerzos que, por medio de la Voluntad y de la Inteligencia, necesitamos hacer para acercarnos<br />
a la realización efectiva de esos Ideales, que representan y expresan la perfección latente de nuestro<br />
Ser Espiritual. El martillo, que utiliza la fuerza de gravedad de nuestra naturaleza subconsciente, de<br />
nuestros instintos, hábitos y tendencias, es, pues, emblemático de la Voluntad, que constituye la<br />
primera condición de todo progreso, y es al mismo tiempo el medio indispensable para realizarlo.<br />
Necesitamos querer antes de poder hacer, y también para hacer y poder hacer, siendo la Voluntad la<br />
fuerza primaria de la cual pueden considerarse derivadas todas las demás fuerzas, y por lo tanto<br />
aquella que a todas puede dominar, atraer y dirigir.<br />
Debemos, sin embargo, precavernos de los excesos a los que pudiera conducirnos el culto<br />
exagerado de la facultad volitiva, dado que los resultados de esta Fuerza soberana entre todas las<br />
fuerzas cósmicas pueden también ser destructivos, cuando no se la aplique y dirija<br />
constructivamente por medio <strong>del</strong> discernimiento que se necesita para su manifestación más<br />
armónica, de acuerdo con la Unidad de todo lo existente. Pues así <strong>com</strong>o el martillo empleado sin el<br />
auxilio <strong>del</strong> cincel, que concentra y dirige la fuerza de aquél en armonía con los propósitos de la<br />
obra, pudiera fácilmente destruir la piedra en lugar de acercarla a la forma ideal para su destino, así<br />
igualmente la Voluntad que no se a<strong>com</strong>paña con el claro discernimiento de la Verdad no puede<br />
nunca manifestar sus efectos más sutiles, benéficos y duraderos.<br />
El propósito inteligente que debe dirigir la acción de la voluntad es lo que representa precisamente<br />
el cincel, <strong>com</strong>o instrumento <strong>com</strong>plementario <strong>del</strong> martillo en la Obra masónica. Esa facultad que<br />
determina la línea de acción de nuestro potencial volitivo no es menos importante que esto, dado<br />
que de su justa aplicación, alumbrada por la Sabiduría que se manifiesta <strong>com</strong>o discernimiento y<br />
visión ideal, dependen enteramente la cualidad y bondad intrínsecas <strong>del</strong> resultado: una hermosa<br />
obra de arte sobre la cual se ha de cernir la admiración de los siglos, o bien la obra tosca y mal<br />
formada que revela una imaginación enferma y un discernimiento todavía rudimental.<br />
Para que la acción <strong>com</strong>binada de ambos instrumentos sea realmente masónica, esto es, útil y<br />
benéfica para el propósito de la evolución individual y cósmica, tiene que ser constantemente<br />
<strong>com</strong>probada y dirigida por la Escuadra de la Ley o norma de rectitud, cuyo ángulo recto representa<br />
la rectitud de nuestra visión, que nos pone en armonía con todos nuestros semejantes y nos hace<br />
progresar rectamente en la Senda <strong>del</strong> Bien.<br />
Esta función eminentemente directora de la Escuadra, que representa y expresa la Sabiduría, hace<br />
de la misma el símbolo más apropiado <strong>del</strong> Ven.’.M.’., así <strong>com</strong>o el martillo, emblema de la Fuerza,<br />
puede atribuirse al Primer Vigilante, y el cincel, productor de la Belleza, al Segundo. Y así <strong>com</strong>o la<br />
actividad <strong>com</strong>binada de los tres instrumentos es indispensable para la obra masónica, así igualmente<br />
la cooperación más <strong>com</strong>pleta de las tres Luces de la Logia es indispensable para que ésta pueda<br />
desarrollar una labor realmente fecunda.