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manual del aprendiz mason ii - Valdemar.com.mx

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La Palabra Sagrada <strong>del</strong> Aprendiz tiene un significado análogo al Primer Mandamiento: Yo soy el<br />

Señor tu Dios: no tendrás otro dios <strong>del</strong>ante de mí. Aquí también vemos el implícito reconocimiento<br />

de una sola Realidad, la Realidad Espiritual de todo; de un solo Principio, Poder y Fuerza: el<br />

Principio de la vida, que es el Principio <strong>del</strong> Bien y el Poder y la Fuerza que en Él únicamente<br />

residen.<br />

Y la segunda parte <strong>del</strong> mandamiento nos muestra cómo en este reconocimiento debemos encontrar<br />

el poder soberano que nos asiste y nos hace triunfar sobre toda ilusión o creencia en el poder o en la<br />

fuerza de las cosas exteriores. La confianza debe ponerse única y exclusivamente en lo Real, en<br />

aquella Realidad de la cual hemos adquirido (<strong>com</strong>o resultado de la iniciación) la conciencia y el<br />

contacto interior, y que es por lo tanto nuestro “Padre o Señor”, ya no en los falsos dioses de las<br />

consideraciones triviales a los que tributan su adoración la mayoría de los hombres.<br />

Este Principio que vive en nosotros es nuestro Dios, o sea la Luz que nos ha conducido fuera de<br />

Egipto, la ilusión de los sentidos, el país de las tinieblas y de la esclavitud. El éxodo de Israel es,<br />

pues, una pintoresca imagen de la iniciación, <strong>del</strong> éxodo individual <strong>del</strong> pueblo elegido de los<br />

iniciados, fuera <strong>del</strong> dominio o país de la esclavitud, en donde reinan los falsos dioses, o sea las<br />

ilusiones de los sentidos, para llegar a la Tierra Prometida de la libertad y de la independencia.<br />

LA PRIMERA COLUMNA<br />

La Palabra Sagrada <strong>del</strong> Aprendiz es también el nombre de la primera de las dos columnas que se<br />

hallan a la entrada <strong>del</strong> simbólico Templo levantado por la iniciación: el Templo de la Verdad y de la<br />

Virtud.<br />

Esto quiere decir que su reconocimiento es el Principio Básico (o columna) que puede conducirnos<br />

a atravesar la Puerta de dicho Templo: sin este reconocimiento nunca podremos esperar ingresar en<br />

él; su puerta permanecerá cerrada hasta que no reconozcamos esas dos columnas, de las cuales<br />

únicamente la primera <strong>com</strong>pete al grado de Aprendiz.<br />

Esta columna cerca de la cual el Aprendiz recibe su salario es pues la Columna de la Fe, columna<br />

que él mismo debe levantar en él y hacer de ella un punto de apoyo. Es un principio <strong>del</strong> que nunca<br />

debe separarse, en sus pensamientos , palabras y acciones, bajo cuya sola condición podrá actuar de<br />

una manera siempre segura y constructiva en todas las circunstancias de su vida.<br />

De cuanto ya hemos dicho se desprende con toda claridad la importancia de la Palabra y de la<br />

interpretación de su significado, por ser la inteligencia y el uso de dicha Palabra lo que<br />

verdaderamente hace al iniciado y al masón. Esta Palabra puede y debe aplicarse indistintamente en<br />

todas las condiciones de la existencia, estando en ella el Poder de libertarnos <strong>del</strong> mal y<br />

establecernos en el Bien.<br />

Si, por lo tanto, aprendemos a permanecer fieles a esta Palabra o íntimo reconocimiento, toda forma<br />

de miedo o de temor cesará de dominarnos y de tener poder sobre nosotros: si la Fuerza es en Él<br />

(que es la Realidad y el Principio <strong>del</strong> Bien), toda apariencia <strong>del</strong> mal es sólo una ilusión que tiene<br />

poder sobre nosotros mientras nuestra mente reconoce esta ilusión <strong>com</strong>o “realidad”, pero que<br />

desaparece tan pronto <strong>com</strong>o cesamos de darle en nuestro fuero íntimo realidad y poder.<br />

El temor es, pues, la única cadena que nos ata al mal y puede darle algún dominio sobre nosotros; si<br />

cesamos de temerle y, con pleno y profundo convencimiento de nuestra conciencia, le negamos al<br />

mal verdadera existencia y realidad, huirá de nosotros <strong>com</strong>o huyen las tinieblas al aparecer la Luz.

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