2012 completo - Revista CONAREC
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358 | Claudio E. Pensa<br />
acción inotrópica negativa que agrava aun más la lucha contra una<br />
poscarga aumentada (Figura 9).<br />
DIAGNÓSTICO<br />
SIGNOS CLÍNICOS Y HEMODINÁMICOS<br />
Al analizar la clínica, los signos incluyen varios aspectos que debemos<br />
conocer. Si tomáramos signos clínicos, será difícil observar<br />
pacientes con disfunción ventricular derecha leve con traducción<br />
clínica evidente. Distinto escenario será el de aquellos pacientes<br />
con disfunción sistólica o sistodiastólica moderada a severa que<br />
en el posquirúrgico presenten signos similares a los pacientes clínicos,<br />
es decir, ingurgitación yugular, hepatomegalia, frialdad cutánea,<br />
disminución del relleno capilar, oliguria. Además, si se encuentran<br />
extubados tendremos difi cultad respiratoria y desasosiego,<br />
signos correspondientes a bajo volumen minuto. Sin embargo<br />
todos estos signos no son los más trascendentes para el diagnóstico.<br />
Los elementos más importantes serán aportados por el monitoreo<br />
hemodinámico, ya que nos brindará la posibilidad de efectuar<br />
un diagnóstico más preciso y precoz.<br />
En primer lugar, para considerar disfunción de ventrículo derecho<br />
signifi cativa deberemos observar presiones de aurícula derecha mayores<br />
a 10 mmHg; y desde ese punto, a mayor presión en aurícula<br />
derecha, tendremos mayor grado de disfunción ventricular derecha.<br />
La excepción son aquellos pacientes hipovolémicos con presiones<br />
bajas, menores a 8 mmHg, que luego de una expansión su presión<br />
se incrementa signifi cativamente (disfunción de ventrículo derecha<br />
enmascarada por hipovolemia).<br />
La elevación de la presión de la aurícula derecha está en estrecha<br />
relación con el aumento de presión de fi n de diástole de ventrículo<br />
derecho, el aumento en el volumen de fi n de sístole y la eventual<br />
presencia de insufi ciencia tricuspídea por falla grave. Es decir que<br />
la presión auricular derecha es un método sensible para evaluar la<br />
disfunción ventricular. Los falsos positivos son bajos en presencia<br />
de aurícula derecha aumentada. Uno de los falsos positivos más<br />
frecuentes de observar es el taponamiento cardíaco (aumento de<br />
presión auricular derecha por compresión de cavidades).<br />
Observar el auriculograma es útil. Se han descripto patrones relacionados<br />
a diferentes grados de disfunción diastólica. Si el seno X<br />
es similar al seno Y, estaremos frente a un grado de restricción leve<br />
al llenado (patrón no complaciente leve). El seno Y más profundo<br />
que el seno X es marcador de restricción signifi cativa al llenado<br />
(patrón no complaciente severo) 27 (Figura 10).<br />
Veremos luego la clasifi cación hemodinámica de disfunción ventricular<br />
derecha y su diferencia entre disfunción sistólica y diastólica.<br />
Ahora debemos sólo hablar de presión de aurícula derecha tanto<br />
por disfunción ventricular sistólica como diastólica.<br />
Si contamos con un catéter de Swan Ganz, siempre es recomendable<br />
al pasar por el plano tricuspídeo observar la curva dibujada<br />
por el ventrículo derecho. Es de buena práctica realizar esta medición<br />
con el balón del catéter infl ado (siempre en sentido anterógrado)<br />
para evitar potenciales lesiones. En presencia de disfunción<br />
y condiciones de rigidez, veremos un patrón ventricular característico<br />
de disfunción diastólica, llamado deep plateau.<br />
Luego, en la arteria pulmonar observaremos valores de presión sistólica<br />
y diastólica. Estos serán útiles para calcular la presión generada<br />
por el ventrículo derecho, la presión diferencial y el gradiente<br />
transpulmonar.<br />
Con todos estos elementos estableceremos la presencia o no de<br />
falla sistólica, diastólica o de ambas, y a su vez, el grado de severidad,<br />
expresado por mayores valores de aurícula derecha y menores<br />
de presión diferencial y presión generada. El gradiente transpulmonar<br />
expresa, al ser volumen-independiente, el grado de resistencia<br />
a la eyección del ventrículo derecho.<br />
Un último apartado se lo lleva el análisis de la tensión arterial media<br />
como elemento de perfusión periférica y como componente de la<br />
ecuación de gradiente de perfusión coronaria derecha. Los pacientes<br />
con disfunción ventricular sistólica o sistodiastólica grave derecha sufren<br />
caída en el gasto sistólico derecho y consecuentemente una disminución<br />
en el llenado ventricular izquierdo, que a su vez lleva a una<br />
caída en la tensión arterial media izquierda y fi nalmente al shock.<br />
Cuando calculamos la tensión arterial diastólica menos la presión<br />
de fi n de diástole de ventrículo derecho o aurícula derecha, obtenemos<br />
la presión de perfusión coronaria derecha. Si este gradiente<br />
fuera menor de 50 mmHg, las condiciones de isquemia parietal se<br />
verían acentuadas con mayor estrés y así mayor consumo e isquemia,<br />
y fi nalmente deterioro en la función sistólica y perpetuación<br />
del shock. Es decir, a mayor caída del gradiente de perfusión miocárdica,<br />
mayor isquemia, mayor rigidez, mayor estrés parietal, aumento<br />
del volumen de fi n de sístole, gran aumento del consumo<br />
de oxígeno y mayor deterioro de la función sistólica.<br />
Dembistsky y cols. describieron los criterios hemodinámicos de<br />
disfunción de VD grave: presión venosa central mayor a 20 mmHg;<br />
presión venosa central mayor a presión capilar pulmonar; IC menor<br />
a 2,0 l/min/m 2 ; resistencias vasculares pulmonares aumentadas.<br />
Entonces, los parámetros hemodinámicos utilizados para evaluación<br />
de función sistólica de ventrículo derecho son: presión desarrollada<br />
(diferencia entre presión sistólica de arteria pulmonar y<br />
presión media de aurícula derecha –normal cuando es mayor a 10<br />
mmHg–); presión diferencial (diferencia entre presión sistólica de<br />
arteria pulmonar y presión diastólica de arteria pulmonar –normal<br />
entre 10-15 mmHg–). Esta presión diferencial expresa en forma indirecta<br />
la eyección ventricular a través del plano sigmoideo pulmonar,<br />
es decir, fl ujo transvalvular.<br />
Los parámetros hemodinámicos para evaluación de interdependencia<br />
ventricular son: relación aurícula derecha sobre la aurícula izquierda<br />
(normal menor a 1). En la disfunción grave sistólica o diastólica<br />
esta relación siempre es mayor a 1. Excepción hecha para la<br />
disfunción sistólica derecha terminal, con megaaurícula derecha.<br />
Gradiente transpulmonar (diferencia entre presión media de arteria<br />
pulmonar y presión capilar pulmonar –normal entre 8-10 mmHg–<br />
). Evalúa la resistencia a la eyección ventricular derecha en ausencia<br />
de enfermedad valvular pulmonar. Un gradiente elevado implica<br />
una resistencia mayor al fl ujo, menor eyección transvalvular pulmonar<br />
y menor llenado de ventrículo izquierdo. Es decir, este gradiente<br />
estará en relación directa a la presión pulmonar (a mayor<br />
presión pulmonar, mayor gradiente) y en relación inversa al fl ujo (a<br />
mayor fl ujo transvalvular pulmonar, menor gradiente)