Gaceta N° 167 - Comisión Nacional de los Derechos Humanos

PARTICIPACIÓN DEL DOCTOR JOSÉ LUIS
SOBERANES FERNÁNDEZ EN LA TERCERA
ASAMBLEA GENERAL DE LA RED DE
INSTITUCIONES NACIONALES PARA
LA PROMOCIÓN Y PROTECCIÓN
DE LOS DERECHOS HUMANOS
DEL CONTINENTE AMERICANO *
La década de los setentas fue en América Latina una época de aflicción, de luchas malsanas conocidas
como “guerra sucia” entre extremos opuestos, donde no había respeto por la vida humana, y la tortura,
el secuestro y el terrorismo eran comunes como política de Estado para intimidar y eliminar a los
opositores políticos, a quienes muchas veces, en forma exagerada, se consideró una amenaza para el
sistema, bajo la mal entendida lupa de la seguridad nacional. Las violaciones a los Derechos Humanos,
los crímenes de guerra, el genocidio y la tortura deshonraron esos tiempos.
Esta triste experiencia de las dictaduras o gobiernos autoritarios que padecimos provocó que se apresurara
la aceptación, la inclusión y, más aún, la priorización de los tratados internacionales de Derechos
Humanos en los ordenamientos nacionales, con la intención de garantizar, mediante el ordenamiento
internacional, que no se vuelvan a repetir periodos de constantes violaciones a los Derechos Humanos.
De ese periodo despertó una sociedad sedienta de justicia, pero fortalecida para exigir el pleno
respeto de sus derechos elementales. Los nuevos gobiernos, constituidos después de elecciones libres,
*
Palabras del doctor José Luis Soberanes Fernández, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y Secretario de
la Red de Instituciones Nacionales para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos del Continente Americano, pronunciadas
el 9 de junio de 2004 en Buenos Aires, Argentina, durante la inauguración del Taller “Instituciones Nacionales, Líderes en la Prevención de
la Tortura”. En el acto estuvieron presentes el Defensor del Pueblo de la Nación Argentina, doctor Eduardo Mondino; los representantes
de instituciones de Derechos Humanos de todo el continente americano, y los oficiales de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones
Unidas para los Derechos Humanos.
Gaceta 167
junio/2004
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