Gaceta N° 167 - Comisión Nacional de los Derechos Humanos

Gaceta de la CNDH
El alcance y las acciones contempladas para cada una de las fases de este convenio dan claridad
acerca de la manera en que realizaremos el Programa de Asistencia Mutua Humanitaria en Salud
Mental y Emocional para Atender a las Víctimas de la Violencia Sistémica de Género y a los Grupos
en Situación de Discriminación en Ciudad Juárez y el Resto de la República Mexicana.
La CNDH está decidida a seguir respondiendo al llamado de las víctimas de la violencia, de sus
familiares y de las organizaciones de la sociedad civil que demandan la atención integral a ese grave
problema, y da un paso más para atender, en el ámbito de su competencia y en la medida de sus
posibilidades, las negativas consecuencias de la violencia y la impunidad contra las mujeres en Ciudad
Juárez, las cuales —lamentablemente, como ya los hemos señalado en diversas ocasiones— se
están presentando también en otros estados de la República.
El aporte de conocimientos y la experiencia vivencial y directa que deriven de esta colaboración
en actividades de capacitación, educación y entrenamiento para el manejo de situaciones específicas en
incidentes críticos debe contribuir a la atención inmediata de las personas en los casos en los que
intervengamos, pero también en la reproducción de estos conocimientos para que las agrupaciones
civiles y los servidores públicos dispongan de más y mejores herramientas para desarrollar actividades
en favor de quienes, de una u otra forma, han sido victimizados.
Creemos que la experiencia del personal de esta Comisión Nacional en el contacto inicial y trato
directo con víctimas ayudará al manejo adecuado de este tipo de situaciones y los capacitará para
atender —con efectividad— las necesidades psicoemocionales de la víctima.
Confío en que este convenio, cuyas propuestas nos estamos comprometiendo hoy a poner en marcha,
será un paso más en el camino de satisfacer las demandas de atención a las víctimas de la violencia,
derivadas de un contexto social en el que poco se hace por auxiliarlas, y a mitigar el impacto de
eventos lamentables, reducir los síntomas del paciente, para lograr que regrese a sus funciones
adaptativas independientes y facilitar la asistencia profesional a largo plazo, entre otros objetivos
específicos.
Señoras y señores:
Aunque se admite que nuestro país ha logrado avances significativos en materia de Derechos Humanos,
pensamos que falta mucho para dar por asegurada su tutela, en particular en el caso de quienes
forman parte de grupos de población que se encuentran en condiciones de especial vulnerabilidad,
como las mujeres y las personas que han sido víctimas de la violencia de género y de la discriminación.
Consolidar una cultura social del respeto a los Derechos Humanos en nuestro país significa que
todas las personas puedan ejercer y disfrutar sus prerrogativas, desarrollar sus cualidades particulares
y reflejarlas en el entorno social como individuos que se manifiestan respetuosos de la ley y reconocen
el principio básico de que los demás también son sujetos de derechos. Esa amplia cultura social significa,
también, hacer mucho más en favor de quienes han visto vulnerados sus derechos o padecido
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Gaceta 167
junio/2004