Gaceta N° 167 - Comisión Nacional de los Derechos Humanos

Artículos
Conclusiones
De lo expuesto parece razonable extraer algunas conclusiones. La primera de ellas es que las principales
causas del terrorismo de la segunda parte del siglo XX fueron:
a) Los movimientos de descolonización y lucha por la creación de nuevos estados.
b) Los movimientos separatistas y de reivindicación de ciertos derechos civiles y políticos.
c) La lucha contra los regímenes opresivos (como el caso de Sudáfrica).
d) La confrontación ideológica entre oriente y occidente durante la “guerra fría”.
e) La confrontación entre países musulmanes contra Israel y las potencias que lo respaldan, principalmente
Estados Unidos.
La segunda: con la desaparición de la Unión Soviética y de la “guerra fría”, así como el avance de la
democracia en diversas regiones del mundo, las motivaciones y los apoyos al terrorismo, sobre todo
de alcance internacional, se han contraído. En efecto, hoy día el terrorismo de carácter internacional se
concentra predominantemente en la confrontación entre el fundamentalismo islámico y la civilización
judeocristiana. Ciertamente el foco original del conflicto se encuentra en la confrontación entre el
pueblo palestino y el Estado de Israel, pero pronto se extendió a los Estados árabes e islámicos que
apoyan a los primeros y las potencias occidentales que respaldan al segundo. Más recientemente,
conforme se acentúan los odios, la confrontación parece haber adquirido el carácter de una lucha de
religión, o entre civilizaciones, al menos en la mente de los grupos y elites más radicales de ambos
bandos.
La tercera: a pesar de la contracción de causas y concentración de las fuentes de apoyo, el encono y la
intensidad del fenómeno terrorista van en aumento. En particular, los varias veces mencionados ataques
del 11 de septiembre de 2001 causaron un número sin precedentes de daños humanos y materiales.
Cuarta: que el terrorismo no puede considerarse una forma legítima de resistencia ante los abusos
del poder, particularmente porque sus acciones suponen un desprecio cruel de la dignidad de la persona
y atentan contra los derechos fundamentales de hombres, mujeres y niños inocentes.
Quinta: que la ausencia de una reacción vigorosa y eficaz de la autoridad debe ser considerada como
un incumplimiento de los deberes del Estado en materia de protección de los derechos de su población,
además de que puede dar lugar al surgimiento de grupos antagónicos que, con las mismas tácticas
de los terroristas, intentan enfrentarse a ellos o derribar a un gobierno que consideran débil. 89
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Los casos de Italia y, sobre todo, Colombia muestran las tristes consecuencias de la ineficacia del gobierno en esta materia. El caso
de Alemania en los años setentas es un claro ejemplo, por el contrario, de que la enérgica reacción del gobierno puede ser eficaz en
Gaceta 167
junio/2004
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