Gaceta N° 167 - Comisión Nacional de los Derechos Humanos

Gaceta de la CNDH
b) Hacer recomendaciones generales concernientes a la obligación e los Estados de promover y
proteger los Derechos Humanos y las libertades fundamentales cuando se toman acciones par
combatir el terrorismo
c) Proveer de asistencia y consejo a los Estados que así lo pidan, acerca de la protección de los
Derechos Humanos y las libertades fundamentales cuando se toman acciones para combatir el
terrorismo, así como también a organismos importantes de las Naciones Unidas.
Esta resolución, de carácter deliberadamente general, es importante porque ha permitido a la
OACNUDH intervenir con mayor autoridad en esta materia y de hecho ha constituido una guía importante
para sus acciones. 83 Conviene mencionar también la Resolución 1456 (2003) del Consejo de
Seguridad según la cual “los Estados deberán asegurarse de que cualquier medida tomada en el combate
al terrorismo cumpla con todas sus obligaciones de conformidad con el derecho internacional, y
deberán adoptar tales medidas de conformidad con el derecho internacional, particularmente los Derechos
Humanos internacionales, el de los refugiados y el derecho humanitario”.
Un tema concreto de especial preocupación en el contexto de los Derechos Humanos y el terrorismo
tiene que ver con los estados de excepción, de emergencia nacional o situaciones afines. No se trata de
una cuestión teórica, toda vez que el pueden mencionarse al menos dos casos concretos de interés. El
primero de ellos se refiere a la Orden Militar sobre “Detención, trato y juicio de ciertos no-ciudadanos
en la guerra contra el terrorismo”, emitida por el Presidente de Estados Unidos el 13 de noviembre de
2001. Este ordenamiento ha sido analizado por un distinguido juez de la Corte Interamericana de los
Derechos Humanos en un estudio académico que advierte algunos efectos negativos para la vigencia
de los derechos civiles y políticos, como son la militarización de la justicia penal y de los derechos y
garantías que le son inherentes, la discriminación por razones de nacionalidad (ya que la orden y sus
previsiones sólo son aplicables a los extranjeros), la imprecisión en la descripción de las conductas
punibles y la posibilidad de aplicar la pena de muerte, todo lo cual establece “un verdadero régimen de
excepción que se proyecta sobre los Estados Unidos de América y su sistema de justicia penal”. 84
El segundo caso tiene que ver con el Estado de Excepción que se ha implantado en Colombia para
hacer frente a las presiones derivadas del crimen organizado (narcotráfico), guerrilla y fuerzas
paramilitares, que amenazan con desembocar en la ingobernabilidad. A este respecto cabe recordar
que “el derecho internacional de los Derechos Humanos no rechaza los regímenes de excepcionalidad
[pero] esa preceptiva impone a los Estados principios y reglas que limitan, condicionan y morigeran el
ejercicio de aquellas facultades de naturaleza constitucional y legal ejercidas por las autoridades nacionales
para prevenir y eliminar perturbaciones de la seguridad y de la tranquilidad públicas, y para
83
Vid. OACNUDH, Seguridad y Derechos Humanos (ponencia preparatoria presentada en la reunión de la Red de Instituciones
Nacionales para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos del Continente Americano, Cartagena de Indias, 3 de septiembre
de 2003).
84
S. García Ramírez, op. cit., p. 121.
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Gaceta 167
junio/2004