para descargar - Frente Popular Revolucionario, FPR - Oaxaca ...
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AXEL DIDRIKSSON<br />
Los “ni-ni” y los “no-no”<br />
L a manera como se ha buscado calificar<br />
al grupo de jóvenes en condiciones de<br />
exclusión social extrema en el país, los “nini”,<br />
porque “ni estudian ni trabajan”, es absolutamente<br />
equivocada, pues no permite<br />
diferenciar los distintos sectores y la diversidad<br />
de grupos sociales que se encuentran<br />
en una situación de marginalidad <strong>para</strong> el<br />
ejercicio pleno de sus derechos, pero sobre<br />
todo porque no propicia la definición del tipo<br />
de políticas públicas que deben orientarse<br />
<strong>para</strong> superar o eliminar esta condición.<br />
Efectivamente, entre el 17 y el 20% de<br />
los jóvenes en México (de 15 a 24 años)<br />
está fuera de las posibilidades de encontrar<br />
empleo o acceso a los estudios de nivel<br />
post-secundario. En otros países, las<br />
tasas de incorporación a los estudios superiores<br />
llegan a alcanzar a más del 80% de<br />
ese grupo de edad, y sus posibilidades de<br />
empleo son mucho más amplias. En algunas<br />
naciones de América Latina las oportunidades<br />
de formación <strong>para</strong> los jóvenes<br />
son tres veces mayores que las de aquí.<br />
En todos los casos, la disponibilidad de<br />
empleos siempre es superior <strong>para</strong> los más<br />
adultos que <strong>para</strong> los jóvenes. Entre menos<br />
edad se tiene, más se dificulta encontrar un<br />
empleo seguro y bien pagado. Como tendencia<br />
positiva, a mayor nivel de escolaridad,<br />
mejores puestos de trabajo y más altas<br />
expectativas de ingresos dignos.<br />
En cambio, la falta de educación y de<br />
empleo que padecen los jóvenes mexicanos<br />
se traduce en inestabilidad social e incertidumbre<br />
legal, así como en ausencia de<br />
cobertura en servicios de salud y seguridad<br />
social. Esta situación es aún mas grave si<br />
dichos jóvenes se encuentran en comunidades<br />
indígenas, en colonias periféricas y<br />
de hacinamiento urbano, donde debido a la<br />
pobreza aumenta la frecuencia de la deserción<br />
escolar o desescolarización temprana.<br />
Tres cuartas partes de los jóvenes que<br />
viven en comunidades indígenas o rurales<br />
tienen que trabajar a edad temprana, y muy<br />
pocos pueden acceder a aprendizajes significativos<br />
de nivel medio o medio superior,<br />
más aún si son mujeres. Lo mismo ocurre<br />
ahora con los jóvenes marginados de las<br />
grandes o medianas ciudades del país que<br />
tienen al alcance alguna escuela más cercana,<br />
ya que enfrentan obstáculos inverosími-<br />
les <strong>para</strong> poder continuar con sus estudios,<br />
y la sociedad y el sistema educativo no les<br />
ofrecen un escenario que los ayude a salir<br />
adelante a nivel personal o familiar. Lo que<br />
se les enseña es insustancial y obsoleto, y<br />
una beca efímera y muchos discursos electorales<br />
tampoco les solucionan nada.<br />
Aunque a menudo se les califica de<br />
forma degradante (“vagos”, “delincuentes”,<br />
“drogadictos”, “buenos <strong>para</strong> nada”,<br />
etcétera), no se trata de una población que<br />
no quiera estudiar o trabajar, sino de gente<br />
con intereses culturales, educativos, económicos<br />
y sociales diferenciados. Ahora<br />
se les dice los “ni-ni” porque no tienen<br />
acceso al mercado educativo, aunque sea<br />
público, ni al trabajo y al consumo.<br />
De los millones de mexicanos que se<br />
encuentran en esta condición, cerca de<br />
medio millón ya están metidos en algún<br />
grupo organizado <strong>para</strong> ejercer la ilegalidad.<br />
A ellos no se les considera “alguien”,<br />
y se les ha dicho “no” durante toda su vida:<br />
no al acceso a la educación y a la cultura;<br />
no a la inclusión en la sociedad por alguna<br />
razón de vestimenta, de color, de lengua o<br />
de aspecto; no a su realización personal.<br />
No a lo que aspiren o quieran ser.<br />
Es decir, los “ni-ni” sólo existen a causa<br />
de los “no-no”. ●<br />
50 1763 / 15 DE AGOSTO DE 2010