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CORRUPCIÓN<br />

y Desarrollo Tecnológico del IMSS, Carlos<br />

Felipe Castañeda Gómez del Campo.<br />

Participaron varias empresas, entre<br />

ellas la Universidad Autónoma de Nuevo<br />

León; EDS de México; Itera SA; Valores<br />

Corporativos Softtek y Tata Consultancy<br />

Services de México.<br />

Aunque durante las juntas de revisión<br />

algunas empresas hicieron reclamos por<br />

la forma en que se estaba realizando la<br />

subasta, el 14 de septiembre de 2007 el<br />

IMSS anunció su fallo a favor de TCS.<br />

Contra viento y marea, el 4 de octubre<br />

de 2007 Molinar Horcasitas y Castañeda<br />

Gómez del Campo firmaron el contrato<br />

No. 7S7279 con TCS por la cantidad mínima<br />

de mil 241 millones 376 mil 323 pesos<br />

hasta un máximo de tres mil 103 millones<br />

440 mil 809 pesos. La duración del contrato<br />

fue de 48 meses a partir de la firma.<br />

El reclamo de los competidores fue<br />

que la compañía a la que le daban el contrato<br />

era de reciente creación y no contaba<br />

con los suficientes estados financieros ni<br />

tenía la certificación de calidad CMM15<br />

que se pide a las empresas de tecnologías<br />

de la información.<br />

Las denuncias llegaron a la Secretaría<br />

de la Función Pública (SFP) que abrió el<br />

expediente 657/2007. Mediante la resolución<br />

número 115.5.3241 del 19 de diciembre<br />

de 2007, la Dirección General de<br />

Inconformidades de la SFP determinó que<br />

el IMSS “debía llevar a cabo una nueva<br />

evaluación de las propuestas y fallo que en<br />

derecho proceda”.<br />

Según los contratos que la empresa<br />

firmó con el IMSS, TCS fue creada el 2<br />

de abril de 2003 y el 12 de septiembre de<br />

2006 nombró como representante legal a<br />

Ankur Prakash.<br />

Para subsanar los requisitos que no cubría,<br />

detalló Reyes Orona, esa compañía<br />

“se alió con una empresa extranjera que<br />

no participó en la licitación”: Tata America<br />

International Corporation, la cual,<br />

según el declarante, está metida en “un<br />

escándalo en Chile, ya que se acreditó<br />

que una empresa parte de este grupo fue<br />

sorprendida en actos ilícitos vinculados a<br />

los servicios informáticos que prestaba al<br />

Registro Civil de aquel país”.<br />

En su demanda de juicio político, Reyes<br />

Orona declara que “el señalamiento<br />

indicaba que (la empresa trasnacional con<br />

la que se alió la mexicana) había hecho<br />

llegar recursos a campañas no admisibles<br />

conforme a la ley allá en Chile”.<br />

Ante la decisión de la SFP del 19 de<br />

diciembre de 2007, que ordenaba anular el<br />

contrato entregado a TCS y revisar nuevamente<br />

todas las propuestas, el IMSS repuso<br />

el fallo el 4 de enero de 2008, pero de<br />

nueva cuenta éste recayó en Tata Consultancy<br />

Services y ya nada pudieron hacer el<br />

resto de las concursantes.<br />

Debido a esta nueva resolución se anuló<br />

el contrato que en principio se había entregado<br />

a TCS y se firmó otro, multianual,<br />

el 16 de enero de 2008 y que tiene vigencia<br />

hasta el 31 de diciembre de 2011.<br />

El nuevo contrato, número 8S8056,<br />

establece un pago mínimo de mil 228 millones<br />

600 mil 566 pesos y un máximo de<br />

3 mil 71 millones 501 mil 416 pesos.<br />

También se deja asentada la alianza a<br />

la que hubo de recurrir TCS <strong>para</strong> cubrir<br />

los requisitos de la licitación. En la página<br />

dos del nuevo contrato se establece que<br />

“celebró con Tata America Internacional<br />

Corporation un convenio de participación<br />

conjunta <strong>para</strong> proporcionar los servicios<br />

objeto del presente contrato… y las obligaciones<br />

deberán cumplirse solidariamente”.<br />

El caso sigue abierto<br />

Hasta la firma del contrato, las empresas<br />

desplazadas ya nada podían hacer, pues<br />

los requisitos habían sido saldados.<br />

Sin embargo, a principios de 2009 Reyes<br />

Orona inició una indagación: como<br />

presidente de la organización Transparencia<br />

Nacional solicitó a través del IFAI todos<br />

los “contratos, pagos y facturas de la empresa<br />

Tata, empresa consultora, que presta<br />

servicios a la Dirección de Innovación<br />

a cargo de Carlos Castañeda Gómez del<br />

Campo en el área de Innovación y Desarrollo<br />

Tecnológico y que contratan a diversas<br />

empresas relacionadas con sistemas”.<br />

El 19 de marzo de 2009, el IMSS debió<br />

enviar “la información existente”. Se<br />

trata de los dos contratos firmados por Tata,<br />

el primero 7S7279 (que fue anulado)<br />

y el 8S8056, más las facturas correspondientes<br />

a los servicios proporcionados en<br />

2007 y 2008 por dicha empresa.<br />

Los hallazgos fueron reveladores.<br />

Uno de los reclamos que Reyes Orona<br />

hace en su demanda de juicio político contra<br />

Molinar Horcasitas y el contrato firmado<br />

con Tata es que el IMSS paga “por<br />

hora-hombre” una cuota fija de 235.80 pesos.<br />

Esto significa que el número de horas<br />

que la empresa reporte como trabajadas,<br />

multiplicado por 235.80 es la cantidad en<br />

pesos que el instituto debe cubrir.<br />

En su denuncia, el exprocurador fiscal<br />

aclara que “los nombres, listados y nóminas<br />

de Tata son desconocidos, por lo que<br />

se exige un escrupuloso escrutinio de ellos<br />

debiéndose constatar si se han incorporado<br />

a la planta laboral extranjeros que desplacen<br />

a mexicanos”.<br />

Lo anterior, detalla Reyes Orona, es<br />

porque se tiene conocimiento de que la<br />

empresa sólo cuenta con 500 empleados<br />

en México y según las facturas que le fueron<br />

entregadas por el IMSS, se llegaron a<br />

laborar hasta 420 mil horas por mes.<br />

“Esto sólo significa una cosa: o que<br />

recurrieron a trabajadores extranjeros, con<br />

lo cual están quitando empleo a mexicanos,<br />

o las horas que vienen en las facturas<br />

están alteradas. Y si se revisan bien, es imposible<br />

que la planta laboral de Tata haya<br />

cubierto ese tiempo en un mes. Son un insulto<br />

y aberración esas facturas”, sostiene<br />

en entrevista.<br />

Con las facturas en la mano y de las<br />

que sólo se le entregaron las emitidas en<br />

2007 y 2008 por el IMSS y corroboradas<br />

por la Dirección de Innovación y Desarrollo<br />

Tecnológico, ofrece una muestra de<br />

una parte de las irregularidades.<br />

Por ejemplo, <strong>para</strong> agosto de 2008 hay<br />

dos facturas por el mismo trabajo. Una es<br />

la número 2623 que reporta 110 mil 549<br />

horas-hombre trabajadas con un monto a<br />

pagar de 29 millones 977 mil 572.33 pesos.<br />

Luego, existe otra por el mismo mes,<br />

con el número de factura 2676 con 36 mil<br />

688 horas-hombre trabajadas por un monto<br />

de 9 millones 677 mil 514.96 pesos.<br />

Esto significa que se pagó dos veces el<br />

mismo trabajo y en total la empresa Tata<br />

recibió 39 millones 655 mil 87.29 pesos.<br />

“Y no sabemos cuál fue el trabajo real”.<br />

Otro caso es el de septiembre de 2008:<br />

“En la primera factura de ese mes, la número<br />

2624, se reportan 53 mil 956 horas-hombre<br />

trabajadas con un monto de 22 millones<br />

766 mil 348.52 pesos a pagar. Y luego existe<br />

otra por el mismo mes de septiembre con<br />

33 mil 758.9 horas-hombre laboradas con<br />

un costo <strong>para</strong> el IMSS de 9 millones 154<br />

mil 400.91 pesos. Tampoco sabemos cuál<br />

de las dos facturas es la real”.<br />

Reyes Orona aclara que sólo tiene las<br />

facturas de 2007 y 2008, “y como el contrato<br />

sigue, supuestamente se sigue brindando<br />

el servicio al instituto, no sabemos si existieron<br />

otras irregularidades durante el año<br />

2009 y lo que va de 2010, pero lo peor es<br />

que el contrato vence el 31 de diciembre de<br />

2011. ¡Esto no puede seguir así sin que se<br />

investigue, si ya de por sí el proceso de licitación<br />

y el fallo estuvo amañado al aceptar la<br />

participación de otra empresa llamada igualmente<br />

Tata <strong>para</strong> cubrir los requisitos, pues<br />

no sabemos qué más puede haber en ese millonario<br />

contrato que es multianual!”.<br />

En 2007, el IMSS pagó tres facturas,<br />

las de octubre, noviembre y diciembre,<br />

por un total de 31 millones 605 mil 188.91<br />

pesos. “Aquí también habría que ver si hubo<br />

otra irregularidad, pues ese contrato ya<br />

había sido anulado por órdenes de la SFP<br />

y por ello se firmó uno nuevo el 16 de enero<br />

de 2008”.<br />

En cuanto a 2008, el IMSS pagó facturas<br />

por 276 millones 860 mil 236.40 pesos.<br />

Pero, advierte Reyes Orona, no hay<br />

que olvidar que el tope máximo es por más<br />

de 3 mil millones de pesos y no sabemos<br />

si durante 2009, 2010 y 2011 se va a facturar<br />

doble o si las jornadas que reporten<br />

sean reales, hasta alcanzar el máximo que<br />

puede pagar el IMSS y que está estipulado<br />

en el contrato. <br />

58 1763 / 15 DE AGOSTO DE 2010

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