ASPERGER-200-consejos-y-estrategias-para-educar-a-niños-y-niñas
ASPERGER-200-consejos-y-estrategias-para-educar-a-niños-y-niñas
ASPERGER-200-consejos-y-estrategias-para-educar-a-niños-y-niñas
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
●<br />
●<br />
●<br />
●<br />
No se sabe manejar con sus errores.<br />
Él es poco deportivo, se vuelve airado y se entristece cuando pierde en un<br />
juego.<br />
Él rechaza continuar una actividad a menos que crea que va a ganar o<br />
sobresalir.<br />
Él puede que rechace intentar nuevas actividades por miedo a fracasar.<br />
Implicaciones a grandes rasgos<br />
Un problema <strong>para</strong> el niño que va por la vida con una actitud perfeccionista es que se<br />
puede hacer la vida muy difícil a él mismo. Si él tiene alguna esperanza de alcanzar<br />
sus propios estándares, él necesitara ser muy duro con él mismo.<br />
Por otro lado, tener unos estándares muy altos puede significar que realiza un trabajo<br />
de muy buena calidad y puede encaminar una carrera de futuro. Pero el peligro de<br />
una actitud de perfeccionista es que nunca pueda lograr sus propias metas y<br />
entonces termine enfrentándose a muchos momentos de decepción.<br />
Otro problema es que se puede hacer muy impopular. La gente, normalmente,<br />
encuentra difícil de manejar esta actitud de poca deportividad, el no saber perder –<br />
simplemente parece inmaduro y un niño mimado. Evidentemente a ninguno de<br />
nosotros le gusta perder. Es muy normal este sentimiento. Pero generalmente<br />
nosotros aprendemos a manejar estas manifestaciones desde que somos pequeños.<br />
Aprendemos que perder es parte de la vida –nadie es perfecto– y no podemos ganar<br />
siempre. Cuando pensamos esto, nos ayuda a aceptarlo mejor cuando perdemos o<br />
fracasamos. Pero la misma situación puede hacerle sentir extremadamente<br />
disgustado y provocar una reacción de enfado.<br />
Comprender el problema<br />
La raíz del problema parece que yace en tres áreas:<br />
●<br />
●<br />
●<br />
Expectativas irrealistas.<br />
El deseo de aceptación.<br />
El deseo de predictibilidad.<br />
Expectativas irreales<br />
Las expectativas del niño con SA a menudo son absolutamente poco realistas. Dentro<br />
de si él genuinamente espera “hacerlo bien” todo y en todo momento. Y cuando<br />
inevitablemente su predicción no es correcta, él empieza a sentirse fracasado.<br />
Esta percepción negativa de si mismo puede acarrear poca confianza y motivación. Si<br />
esta sensación se convierta en extrema, puede ser <strong>para</strong>lizante, en el sentido de que él<br />
puede decidir rendirse. Puede que acabe rechazando verse implicado en una<br />
80