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pulida. Intenta decirle algo como “Me gusta tu trabajo. Veo que te has aplicado y
esforzado mucho, estoy orgullosa de ti. Recuerda que el esfuerzo es lo que cuenta.
¡Bien hecho!”
De la misma manera, si hay algo que a él le resulta fácil pero a otra persona no,
anímale a apreciar el esfuerzo en los otros. Es decir, si su hermana tiene problemas
con el ordenador, explícale que él es algo que encuentra difícil, igual que a él le
cuesta el hacer buena letra. El esfuerzo también cuenta para las otras personas.
Consejo # 188 Ayúdale a ser deportivo
Puede que necesite que se le explique específicamente y con paciencia los principios
básicos que otros chicos aprenden gradual e intuitivamente como:
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A todo el mundo le gusta ganar.
A nadie le gusta perder.
No puede ganar todo el mundo y no se puede ganar siempre.
Los perdedores normalmente se sienten disgustados.
No ser deportivo te hace desagradable cuando pierdes.
No ser deportivo también te hace desagradable cuando ganas (porque les hace
entender a los que pierden que son tontos…).
La gente con deportividad, cuando pierde, felicita al ganador y dice algo como
“bien hecho, Juan” y le da la mano al ganador, aunque esté disgustado.
Alguien con deportividad, cuando gana anima a los que han perdido diciendo
por ejemplo “bien jugado” o “la próxima vez tendrás más suerte”.
En el momento adecuado, por ejemplo mientras está jugando, recuérdale (igual que a
los otros que juegan) lo que habéis hablado y ve mirando si se comportan con
deportividad, sin importar quien gana. Puede que lo olviden en el momento, pero
prémialo y felicítalo cuando lo recuerde.
Consejo # 189 Haz de modelo cuando cometas errores
Permite que te vea que admites tus errores y que aprendes de ellos. No importa lo
importantes que sean. Si olvidas mandar una carta, o se te quema una tostada, llama
su atención y di algo como: “Oh! ¡Bueno, los errores ocurren!
Consejo # 190 Ten una “Sesión de confesar equivocaciones”
El niño debe aprender a pensar y hablar sobre los errores de una manera sana y a
aceptarlos como parte de su vida. Puede ser divertido involucrar a toda la familia,
porque a menudo el niño con SA no es la única persona de la familia que tiene una
actitud inmadura hacia los errores.
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