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Manejar el problema
Debemos animar al niño a ponerse metas nuevas más realistas. Los nuevos objetivos
que debe aprender son que debe conseguir lo mejor de él mismo. Para enseñarle
esto, necesitamos desafiar su manera de pensar y gradualmente enseñarle
definiciones más realistas del éxito.
Consejo # 186 Enséñale el pensamiento listo sobre los errores
El “pensamiento listo” consiste en unas ideas perfectamente lógicas, pero puede que
no se le ocurran al niño con SA a menos que tu se las enseñes específicamente. Él
probablemente no estará receptivo en el momento en que esté disgustado por un
error. Así que busca el momento en que él esté relajado y receptivo. Introdúcelas
gradualmente. Por ejemplo:
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Todo el mundo tiene puntos fuertes y puntos débiles y esto está bien.
Todo el mundo se equivoca a veces. ¡No ha existido nadie en la historia del
mundo que lo haya hecho todo bien siempre!
Es una actitud madura admitir sus debilidades y errores.
Cada error es una oportunidad para aprender como hacer las cosas de manera
diferente o mejor la próxima vez.
Los inventores son un buen ejemplo de gente lista y paciente que sabe como
aprender de sus errores. Por ejemplo, Thomas Edison pasó años
“equivocándose” antes de inventar la bombilla eléctrica. Él lo intentó
literalmente con cientos de materiales hasta que encontró lo que estaba
buscando. Una vez le preguntaron si alguna vez se desalentó después de tantos
fracasos. Él replicó que todos sus esfuerzos no eran fracasos, porque cada uno
de ellos le aportó algo. ¡Él ahora sabía que había cientos de materiales que no
valían! Finalmente encontró el filamento que actualmente tenemos en las
bombillas, y se dio cuenta de que era lo que él estaba buscando. Así que la
bombilla se inventó debido a la actitud de “pensamiento listo” respecto de los
errores.
• Refuerza los que le estás enseñando haciendo que lea Errores que funcionan
(Mistakes that work), Jones 1994.
Consejo # 187 Anímale y premia el esfuerzo más que el resultado
Enséñale que todo el mundo tiene sus aptitudes y habilidades. A Algunas personas les
son fáciles unas cosas, y a otras personas, otras. Lo que más debemos valorar no es
siempre el resultado, sino el esfuerzo que la persona ha puesto en hacer algo.
Busca ejemplos de esto y maneras de reforzar esto cada día. Por ejemplo, si él no
hace muy buena letra, seguramente no te creerá si le dices que es muy bonita y
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