mayor disponibilidad a administrar este sacramento a los fi<strong>el</strong>es que lo soliciten. Se tratatambién <strong>de</strong> una gran urgencia en la pastoral <strong>de</strong> nuestro tiempo.7. Pero la oración <strong>de</strong> los presbíteros alcanza su cima en la c<strong>el</strong>ebración eucarística, suprincipal ministerio (Presbyterorum ordinis, 13). Es un aspecto tan importante para lavida <strong>de</strong> oración <strong>de</strong>l sacerdote, que quiero <strong>de</strong>dicarle la próxima catequesis.26
JUAN PABLO <strong>II</strong>AUDIENCIA GENERALMiércoles 9 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1993La Eucaristía en la vida espiritual <strong>de</strong>l presbítero(Lectura:1ra. carta <strong>de</strong> san <strong>Pablo</strong> a los Corintios, capítulo 1, versículos 15-17)1. La mirada <strong>de</strong> los creyentes <strong>de</strong> todo <strong>el</strong> mundo se dirige en estos días hacia Sevilla,don<strong>de</strong>, <strong>com</strong>o sabéis muy bien, se está c<strong>el</strong>ebrando <strong>el</strong> Congreso eucarístico internacional ya don<strong>de</strong> tendré <strong>el</strong> gozo <strong>de</strong> acudir <strong>el</strong> sábado y domingo próximos.Al <strong>com</strong>ienzo <strong>de</strong> este encuentro, en <strong>el</strong> que reflexionaremos <strong>sobre</strong> <strong>el</strong> valor <strong>de</strong> la Eucaristíaen la vida espiritual <strong>de</strong>l presbítero, os quiero dirigir una invitación paternal a unirosespiritualmente a esa gran<strong>de</strong> e importante c<strong>el</strong>ebración, que nos llama a todos a unaauténtica renovación <strong>de</strong> la fe y la <strong>de</strong>voción hacia la presencia real <strong>de</strong> Cristo en laEucaristía.Las catequesis que estamos <strong>de</strong>sarrollando <strong>sobre</strong> la vida espiritual <strong>de</strong>l sacerdote valen <strong>de</strong>manera especial para los presbíteros, pero se dirigen igualmente a todos los fi<strong>el</strong>es, ya queconviene que todos conozcan la doctrina <strong>de</strong> la Iglesia acerca <strong>de</strong>l <strong>sacerdocio</strong> y lo que <strong>el</strong>laespera <strong>de</strong> quienes, por su or<strong>de</strong>nación, han sido transformados según la imagen sublime <strong>de</strong>Cristo, eterno sacerdote y hostia santísima <strong>de</strong>l sacrificio salvífico. Esa imagen quedótrazada en la Carta a los Hebreos y en otros textos <strong>de</strong> los Apóstoles y los evang<strong>el</strong>istas, yha sido transmitida fi<strong>el</strong>mente por la tradición <strong>de</strong> pensamiento y vida <strong>de</strong> la Iglesia.También hoy es necesario que <strong>el</strong> clero siga permaneciendo fi<strong>el</strong> a esa imagen, en la que serefleja la verdad viva <strong>de</strong> Cristo, sacerdote y hostia.2. La reproducción <strong>de</strong> esa imagen en los presbíteros se realiza principalmente mediantesu participación vital en <strong>el</strong> misterio eucarístico, al que está esencialmente or<strong>de</strong>nado yvinculado <strong>el</strong> <strong>sacerdocio</strong> cristiano. El concilio <strong>de</strong> Trento subrayó que <strong>el</strong> vínculo existenteentre <strong>sacerdocio</strong> y sacrificio <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> Cristo, que dio a sus ministros "<strong>el</strong>po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> consagrar, ofrecer y administrar su cuerpo y su sangre" (cf. Denz-S. 1764). Esoimplica un misterio <strong>de</strong> <strong>com</strong>unión con Cristo en <strong>el</strong> ser y en <strong>el</strong> obrar, que exige que semanifieste en una vida espiritual imbuida <strong>de</strong> fe y amor a la Eucaristía.El sacerdote es plenamente consciente <strong>de</strong> que no le bastan sus propias fuerzas paraalcanzar los objetivos <strong>de</strong>l ministerio sino que está llamado a servir <strong>de</strong> instrumento para laacción victoriosa <strong>de</strong> Cristo, cuyo sacrificio, hecho presente en <strong>el</strong> altar, proporciona a lahumanidad la abundancia <strong>de</strong> los dones divinos. Pero sabe también que, para pronunciardignamente, en <strong>el</strong> nombre <strong>de</strong> Cristo, las palabras <strong>de</strong> la consagración: "Esto es mi cuerpo",27
- Page 1 and 2: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 3 and 4: no responde sólo a una necesidad p
- Page 5 and 6: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 7 and 8: Conviene tener siempre en cuenta es
- Page 9 and 10: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 11 and 12: 4. El ministerio sacramental de los
- Page 13 and 14: modo especial a identificarse míst
- Page 15 and 16: Cristo en este sacramento, en el qu
- Page 17 and 18: presbítero corresponde asegurar el
- Page 19 and 20: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 21 and 22: 4. Desde luego, hace falta siempre
- Page 23 and 24: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 25: palabra de Dios, que él debe ense
- Page 29 and 30: por tanto, se siente impulsada a da
- Page 31 and 32: El Evangelio nos refiere que, en el
- Page 33 and 34: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 35 and 36: mundo entre los hombres y, como bue
- Page 37 and 38: El apóstol Pablo afirma en su prim
- Page 39 and 40: madurada a lo largo de los siglos s
- Page 41 and 42: plan de la creación. Según el con
- Page 43 and 44: contrario, al alimentar en sí mism
- Page 45 and 46: fundar no es de este mundo (cf. Jn
- Page 47 and 48: consultado el consejo presbiteral y
- Page 49 and 50: Eso no sucede sin renuncia al indiv
- Page 51 and 52: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 53 and 54: por el bienestar material y, sobre
- Page 55 and 56: ecuménicas, hoy tan actuales e imp
- Page 57 and 58: Sede Apostólica, según los casos.
- Page 59 and 60: gran importancia en nuestra época,
- Page 61 and 62: 7. Se trata de una ardua consigna q
- Page 63: jóvenes y facilitan la respuesta a