De aquí se <strong>de</strong>duce que la misión <strong>de</strong> pastor no pue<strong>de</strong> ejercerse con una actitud <strong>de</strong>superioridad o autoritarismo (cf. 1 P 5, 3), que irritaría a los fi<strong>el</strong>es y, quizá, los alejaría<strong>de</strong>l rebaño. Siguiendo las hu<strong>el</strong>las <strong>de</strong> Cristo, buen pastor, tenemos que formarnos en unespíritu <strong>de</strong> servicio humil<strong>de</strong> (cf. Catecismo <strong>de</strong> la Iglesia católica, n. 876).Jesús, a<strong>de</strong>más, nos da <strong>el</strong> ejemplo <strong>de</strong> un amor lleno <strong>de</strong> <strong>com</strong>pasión, o sea, <strong>de</strong> participaciónsincera y real en los sufrimientos y dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los hermanos. Siente <strong>com</strong>pasión porlas multitu<strong>de</strong>s sin pastor (cf. Mt 9, 36), y por eso se preocupa por guiarlas con suspalabras <strong>de</strong> vida y se pone a "enseñarles muchas cosas" (Mc 6, 34). Por esa misma<strong>com</strong>pasión, cura a numerosos enfermos (cf. Mt 14, 14), ofreciendo <strong>el</strong> signo <strong>de</strong> unaintención <strong>de</strong> curación espiritual; multiplica los panes para los hambrientos (cf. Mt 15, 32;Mc 8, 2), símbolo <strong>el</strong>ocuente <strong>de</strong> la Eucaristía; se conmueve ante las miserias humanas (cf.Mt 20,34; Mc 1, 41), y, quiere sanarlas; participa en <strong>el</strong> dolor <strong>de</strong> quienes lloran la pérdida<strong>de</strong> un ser querido (cf. Lc 7, 13; Jn 11, 33.35); también siente misericordia hacia lospecadores (cf. Lc 15, 1.2), en unión con <strong>el</strong> Padre, lleno <strong>de</strong> <strong>com</strong>pasión hacia <strong>el</strong> hijopródigo (cf. Lc 15, 20) y prefiere la misericordia al sacrificio ritual (cf. Mt 9, 10.13); y enalgunas ocasiones recrimina a sus adversarios por no <strong>com</strong>pren<strong>de</strong>r su misericordia (cf. Mt12, 7).4. A este respecto, es significativo <strong>el</strong> hecho <strong>de</strong> que la Carta a los Hebreos, a la luz <strong>de</strong> lavida y muerte <strong>de</strong> Jesús, consi<strong>de</strong>re la solidaridad y la <strong>com</strong>pasión <strong>com</strong>o un rasgo esencial<strong>de</strong>l <strong>sacerdocio</strong> auténtico. En efecto, reafirma que <strong>el</strong> sumo sacerdote "es tomado <strong>de</strong> entr<strong>el</strong>os hombres y está puesto en favor <strong>de</strong> los hombres [...], y pue<strong>de</strong> sentir <strong>com</strong>pasión hacialos ignorantes y extraviados" (Hb 5, 1.2). Por ese motivo, también <strong>el</strong> Hijo eterno <strong>de</strong> Dios"tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, para ser misericordioso y sumo sacerdotefi<strong>el</strong> en lo que toca a Dios, en or<strong>de</strong>n a expiar los pecados <strong>de</strong>l pueblo" (Hb 2, 17). Nuestragran consolación <strong>de</strong> cristianos es, por consiguiente, saber que "no tenemos un sumosacerdote que no pueda <strong>com</strong>pa<strong>de</strong>cerse <strong>de</strong> nuestras flaquezas, sino probado en todo igualque nosotros, excepto en <strong>el</strong> pecado" (Hb 4,15). Así pues, <strong>el</strong> presbítero halla en Cristo <strong>el</strong>mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> un verda<strong>de</strong>ro amor a los que sufren, a los pobres, a los afligidos y, <strong>sobre</strong> todo,a los pecadores, pues Jesús está cercano a los hombres con una vida semejante a lanuestra; sufrió pruebas y tribulaciones <strong>com</strong>o las nuestras; por eso, siente gran <strong>com</strong>pasiónhacia nosotros y "pue<strong>de</strong> sentir <strong>com</strong>pasión hacia los ignorantes y extraviados" (Hb 5,2).Por último, ayuda eficazmente a los probados, "pues habiendo sido probado en <strong>el</strong>sufrimiento, pue<strong>de</strong> ayudar a los que se ven probados" (Hb 2,18).5. También a la luz <strong>de</strong> ese amor divino, <strong>el</strong> concilio Vaticano <strong>II</strong> presenta la consagraciónsacerdotal <strong>com</strong>o fuente <strong>de</strong> caridad pastoral: "Los presbíteros <strong>de</strong>l Nuevo Testamento, porsu vocación y su or<strong>de</strong>nación, son segregados en cierta manera en <strong>el</strong> seno <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong>Dios, no <strong>de</strong> forma que se separen <strong>de</strong> él, ni <strong>de</strong> hombre alguno, sino a fin <strong>de</strong> que seconsagren totalmente a la obra para la que <strong>el</strong> Señor los llama. No podrían ser ministros <strong>de</strong>Cristo si no fueran testigos y dispensadores <strong>de</strong> otra vida más que <strong>de</strong> la terrena, perotampoco podrían servir a los hombres si permanecieran extraños a su vida y a suscondiciones" (Presbyterorum ordinis, 3). Se trata <strong>de</strong> dos exigencias que fundan los dosaspectos <strong>de</strong>l <strong>com</strong>portamiento sacerdotal: "Su ministerio mismo exige por título especialque no se i<strong>de</strong>ntifiquen con este mundo; pero, al mismo tiempo, requiere que vivan en este34
mundo entre los hombres y, <strong>com</strong>o buenos pastores, conozcan a sus ovejas y busquenatraer incluso a las que no son <strong>de</strong> este redil, para que también <strong>el</strong>las oigan la voz <strong>de</strong> Cristo,y haya un solo rebaño y un solo pastor" (ib.). En este sentido se explica la intensaactividad <strong>de</strong> <strong>Pablo</strong> en la recogida <strong>de</strong> ayudas para las <strong>com</strong>unida<strong>de</strong>s más pobres (cf. 1 Co16, 1.4), así <strong>com</strong>o la re<strong>com</strong>endación que hace <strong>el</strong> autor <strong>de</strong> la carta a los Hebreos, a fin <strong>de</strong>que se <strong>com</strong>partan los bienes (koinonía) mediante la ayuda mutua, <strong>com</strong>o verda<strong>de</strong>rosseguidores <strong>de</strong> Cristo (cf. Hb 13, 16).6. Según <strong>el</strong> Concilio, <strong>el</strong> presbítero que quiera conformarse al buen Pastor y reproducir ensí mismo su caridad hacia sus hermanos, <strong>de</strong>berá esmerarse en algunos puntos que hoytienen igual o mayor importancia que en otros tiempos: conocer su ovejas (cf.Presbyterorum ordinis, 3), especialmente con los contactos, las visitas, las r<strong>el</strong>aciones <strong>de</strong>amistad, los encuentros programado su ocasionales, etc., siempre con finalidad y espíritu<strong>de</strong> buen pastor; acoger <strong>com</strong>o Jesús a la gente que se dirige a él, estando dispuesto aescuchar, <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> <strong>com</strong>pren<strong>de</strong>r, abierto y sencillo en la benevolencia, esforzándose enlas obras y en las iniciativas <strong>de</strong> ayuda a los pobres y a los <strong>de</strong>safortunados; cultivar ypracticar las "virtu<strong>de</strong>s que con razón se aprecian en <strong>el</strong> trato social, <strong>com</strong>o son la bondad <strong>de</strong>corazón, la sinceridad, la fortaleza <strong>de</strong> alma y la constancia, la asidua preocupación <strong>de</strong> lajusticia, la urbanidad y otras cualida<strong>de</strong>s" (ib.), y también la paciencia, la disposición aperdonar con prontitud y generosidad, la afabilidad, la sociabilidad, la capacidad <strong>de</strong> serdisponibles y serviciales, sin consi<strong>de</strong>rarse a si mismo <strong>com</strong>o un bienhechor. Es una gama<strong>de</strong> virtu<strong>de</strong>s humanas y pastorales, que la fragancia <strong>de</strong> la caridad <strong>de</strong> Cristo pue<strong>de</strong> y <strong>de</strong>behacer realidad en la conducta <strong>de</strong>l presbítero (cf. Pastores dabo vobis, 23).7. Sostenido por la caridad, <strong>el</strong> presbítero pue<strong>de</strong> seguir, en <strong>el</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su ministerio, <strong>el</strong>ejemplo <strong>de</strong> Cristo, cuyo alimento consistía en hacer la voluntad <strong>de</strong>l Padre. En la adhesiónamorosa a esa voluntad, <strong>el</strong> presbítero hallará <strong>el</strong> principio y la fuente <strong>de</strong> unidad <strong>de</strong> su vida.Lo afirma <strong>el</strong> Concilio: los presbíteros <strong>de</strong>ben "unirse a Cristo en <strong>el</strong> conocimiento <strong>de</strong> lavoluntad <strong>de</strong>l Padre [...]. De este modo, <strong>de</strong>sempeñando <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> <strong>de</strong>l buen Pastor, en <strong>el</strong>mismo ejercicio <strong>de</strong> la caridad pastoral encontrarán <strong>el</strong> vinculo <strong>de</strong> la perfección sacerdotalque reduce a unidad su vida y su actividad" (Presbyterorum ordinis, 14). La fuente <strong>de</strong> esacaridad es siempre la Eucaristía, "centro y raíz <strong>de</strong> toda la vida <strong>de</strong>l presbítero" (ib.), cuyaalma, por eso mismo, <strong>de</strong>berá intentar "reproducir lo que se efectúa en <strong>el</strong> altar" (ib.).La gracia y la caridad <strong>de</strong>l altar se extien<strong>de</strong>n, <strong>de</strong> este modo, hacia <strong>el</strong> ambón, <strong>el</strong>confesionario, <strong>el</strong> archivo parroquial, la escu<strong>el</strong>a, <strong>el</strong> oratorio, las casas y las calles, loshospitales, los medios <strong>de</strong> transporte y los medios <strong>de</strong> <strong>com</strong>unicación social; es <strong>de</strong>cir, haciatodos los lugares don<strong>de</strong> <strong>el</strong> presbítero tiene la posibilidad <strong>de</strong> realizar su labor pastoral. Entodo caso, su misa se difun<strong>de</strong>; su unión espiritual con Cristo sacerdote y hostia —<strong>com</strong>o<strong>de</strong>cía san Ignacio <strong>de</strong> Antioquía— lo convierte en "trigo <strong>de</strong> Dios para ser hallado <strong>com</strong>opan puro <strong>de</strong> Cristo" (cf. Epist. ad Romanos, IV, I), para <strong>el</strong> bien <strong>de</strong> sus hermanos.35
- Page 1 and 2: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 3 and 4: no responde sólo a una necesidad p
- Page 5 and 6: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 7 and 8: Conviene tener siempre en cuenta es
- Page 9 and 10: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 11 and 12: 4. El ministerio sacramental de los
- Page 13 and 14: modo especial a identificarse míst
- Page 15 and 16: Cristo en este sacramento, en el qu
- Page 17 and 18: presbítero corresponde asegurar el
- Page 19 and 20: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 21 and 22: 4. Desde luego, hace falta siempre
- Page 23 and 24: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 25 and 26: palabra de Dios, que él debe ense
- Page 27 and 28: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 29 and 30: por tanto, se siente impulsada a da
- Page 31 and 32: El Evangelio nos refiere que, en el
- Page 33: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 37 and 38: El apóstol Pablo afirma en su prim
- Page 39 and 40: madurada a lo largo de los siglos s
- Page 41 and 42: plan de la creación. Según el con
- Page 43 and 44: contrario, al alimentar en sí mism
- Page 45 and 46: fundar no es de este mundo (cf. Jn
- Page 47 and 48: consultado el consejo presbiteral y
- Page 49 and 50: Eso no sucede sin renuncia al indiv
- Page 51 and 52: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 53 and 54: por el bienestar material y, sobre
- Page 55 and 56: ecuménicas, hoy tan actuales e imp
- Page 57 and 58: Sede Apostólica, según los casos.
- Page 59 and 60: gran importancia en nuestra época,
- Page 61 and 62: 7. Se trata de una ardua consigna q
- Page 63: jóvenes y facilitan la respuesta a