Y esto vale para todos los que ejercen <strong>el</strong> ministerio <strong>de</strong> la Palabra con escritos,publicaciones o transmisiones radiofónicas y t<strong>el</strong>evisivas. También <strong>el</strong> uso <strong>de</strong> estos medios<strong>de</strong> <strong>com</strong>unicación requiere que <strong>el</strong> predicador, <strong>el</strong> conferenciante, <strong>el</strong> escritor, <strong>el</strong> ensayistar<strong>el</strong>igioso y, en especial, <strong>el</strong> presbítero recurran al Espíritu Santo, luz que vivifica lasmentes y los corazones.8. Según las directrices <strong>de</strong>l Concilio, <strong>el</strong> anuncio <strong>de</strong> la palabra divina ha <strong>de</strong> hacerse entodos los ambientes y en todos los estratos sociales, teniendo en cuenta también a los nocreyentes, ya se trate <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ros ateos, ya, <strong>com</strong>o suce<strong>de</strong> con mayor frecuencia, <strong>de</strong>agnósticos, o <strong>de</strong> indiferentes o distraídos. Para <strong>de</strong>spertar <strong>el</strong> interés <strong>de</strong> éstos, es preciso<strong>de</strong>scubrir los caminos más a<strong>de</strong>cuados. Baste aquí haber señalado una vez más <strong>el</strong>problema, que es grave y que conviene afrontar con c<strong>el</strong>o, a<strong>com</strong>pañado <strong>de</strong> int<strong>el</strong>igencia, ycon espíritu sereno. Al presbítero le podrá ser útil recordar la sabia reflexión <strong>de</strong>l Sínodo<strong>de</strong> los obispos <strong>de</strong> 1971, que <strong>de</strong>cía: «El ministro <strong>de</strong> la Palabra, con la evang<strong>el</strong>ización,prepara los caminos <strong>de</strong>l Señor con gran paciencia y fe, adaptándose a las diversascondiciones <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> los individuos y <strong>de</strong> los pueblos» (Ench. Vat. 4, 1184). Recurrira la gracia <strong>de</strong>l Señor y al Espíritu Santo, que distribuye los dones divinos, siempre esnecesario. Ahora bien, esa necesidad se <strong>de</strong>be sentir mucho más vivamente en todos loscasos <strong>de</strong> ateísmo .al menos práctico., agnosticismo, ignorancia e indiferencia r<strong>el</strong>igiosa, yen ocasiones hostilidad por prejuicios o incluso rabia, que hacen constatar al presbítero lainsuficiencia <strong>de</strong> todos los medios humanos para abrir en las almas un resquicio para Dios.Entonces, más que nunca, experimentará <strong>el</strong> misterio <strong>de</strong> las manos vacías, <strong>com</strong>o se hadicho; pero, precisamente por esto, recordará que san <strong>Pablo</strong>, casi crucificado porexperiencias parecidas, encontraba siempre nuevo valor en «la fuerza y la sabiduría <strong>de</strong>Dios» (cf. 1 Co 1, 18. 29), y recordaba a los Corintios: «Y me presenté ante vosotrosdébil, tímido y tembloroso. Y mi palabra y mi predicación no tuvieron nada <strong>de</strong> lospersuasivos discursos <strong>de</strong> la sabiduría, sino que fueron una <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong>l Espíritu y <strong>de</strong>lpo<strong>de</strong>r, para que vuestra fe se fundase, no en sabiduría <strong>de</strong> hombres, sino en <strong>el</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>Dios» (1 Co 2, 3.5). Tal vez éste es <strong>el</strong> viático más importante para <strong>el</strong> predicador <strong>de</strong> hoy.8
JUAN PABLO <strong>II</strong>AUDIENCIA GENERALMiércoles 5 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1993La misión <strong>de</strong> los presbíteros en <strong>el</strong> ministerio sacramental <strong>de</strong> santificación(Lectura:evang<strong>el</strong>io <strong>de</strong> san Mateo, capítulo 28, versículo 16-20)1. Hablando <strong>de</strong> la misión evang<strong>el</strong>izadora <strong>de</strong> los presbíteros, hemos visto ya que, en lossacramentos y mediante los sacramentos, es posible impartir a los fi<strong>el</strong>es una instrucciónmetódica y eficaz acerca <strong>de</strong> la palabra <strong>de</strong> Dios y <strong>el</strong> ministerio <strong>de</strong> la salvación. En efecto,la misión evang<strong>el</strong>izadora <strong>de</strong>l presbítero está vinculada esencialmente con <strong>el</strong> ministerio <strong>de</strong>santificación que se lleva acabo por medio <strong>de</strong> estos sacramentos (cf. Código <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocanónico, n. 893).El ministerio <strong>de</strong> la palabra no pue<strong>de</strong> limitarse sólo al efecto inmediato y propio <strong>de</strong> lapalabra. La evang<strong>el</strong>ización es <strong>el</strong> primero <strong>de</strong> los trabajos apostólicos que, según <strong>el</strong>Concilio, «se or<strong>de</strong>nan a que, una vez hechos hijos <strong>de</strong> Dios por la fe y <strong>el</strong> bautismo, todosse reúnan, alaben a Dios en medio <strong>de</strong> la Iglesia, participen en <strong>el</strong> sacrificio y <strong>com</strong>an lacena <strong>de</strong>l Señor» (Sacrosanctum Concilium, 10). Y <strong>el</strong> Sínodo <strong>de</strong> los obispos <strong>de</strong> 1971afirmaba que «<strong>el</strong> ministerio <strong>de</strong> la palabra, rectamente entendido, lleva a los sacramentos ya la vida cristiana, tal <strong>com</strong>o se practica en la <strong>com</strong>unidad visible <strong>de</strong> la Iglesia y en <strong>el</strong>mundo» (cf. L'Osservatore Romano, edición lengua española, 12 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1971,p. 3).Todo intento <strong>de</strong> reducir <strong>el</strong> ministerio sacerdotal a la manera predicación o a la enseñanzapasaría por alto un aspecto fundamental <strong>de</strong> este ministerio. Ya <strong>el</strong> concilio <strong>de</strong> Trento habíarechazado una proposición según la cual <strong>el</strong> <strong>sacerdocio</strong> consistiría únicamente en <strong>el</strong>ministerio <strong>de</strong> predicar <strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io (cf. Denz. S., 1771). Dado que algunos, inclusorecientemente, han exaltado <strong>de</strong> manera <strong>de</strong>masiado unilateral <strong>el</strong> ministerio <strong>de</strong> la palabra, <strong>el</strong>Sínodo <strong>de</strong> los obispos <strong>de</strong> 1971 subrayó la unión indisoluble entre palabra y sacramentos.«En efecto .dice. los sacramentos se c<strong>el</strong>ebran juntamente con proclamación <strong>de</strong> la palabra<strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> esta manera <strong>de</strong>sarrollan la fe, corroborándola con la gracia. Por lo tanto, nose pue<strong>de</strong>n menospreciar los sacramentos, ya que por medio <strong>de</strong> <strong>el</strong>los la palabra consiguesu efecto más pleno, es <strong>de</strong>cir, <strong>com</strong>unión <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong> Cristo»(cf. L'OsservatoreRomano, edición en lengua española, 12 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1971, p. 3).2. Con respecto a este carácter unitario <strong>de</strong> la misión evang<strong>el</strong>izadora y <strong>de</strong>l ministeriosacramental, <strong>el</strong> Sínodo <strong>de</strong> 1971 no dudó en afirmar que una separación entre laevang<strong>el</strong>ización y la c<strong>el</strong>ebración <strong>de</strong> los sacramentos «dividiría <strong>el</strong> corazón mismo <strong>de</strong> laIglesia hasta poner en p<strong>el</strong>igro la fe»(cf. ib.).9
- Page 1 and 2: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 3 and 4: no responde sólo a una necesidad p
- Page 5 and 6: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 7: Conviene tener siempre en cuenta es
- Page 11 and 12: 4. El ministerio sacramental de los
- Page 13 and 14: modo especial a identificarse míst
- Page 15 and 16: Cristo en este sacramento, en el qu
- Page 17 and 18: presbítero corresponde asegurar el
- Page 19 and 20: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 21 and 22: 4. Desde luego, hace falta siempre
- Page 23 and 24: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 25 and 26: palabra de Dios, que él debe ense
- Page 27 and 28: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 29 and 30: por tanto, se siente impulsada a da
- Page 31 and 32: El Evangelio nos refiere que, en el
- Page 33 and 34: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 35 and 36: mundo entre los hombres y, como bue
- Page 37 and 38: El apóstol Pablo afirma en su prim
- Page 39 and 40: madurada a lo largo de los siglos s
- Page 41 and 42: plan de la creación. Según el con
- Page 43 and 44: contrario, al alimentar en sí mism
- Page 45 and 46: fundar no es de este mundo (cf. Jn
- Page 47 and 48: consultado el consejo presbiteral y
- Page 49 and 50: Eso no sucede sin renuncia al indiv
- Page 51 and 52: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 53 and 54: por el bienestar material y, sobre
- Page 55 and 56: ecuménicas, hoy tan actuales e imp
- Page 57 and 58: Sede Apostólica, según los casos.
- Page 59 and 60:
gran importancia en nuestra época,
- Page 61 and 62:
7. Se trata de una ardua consigna q
- Page 63:
jóvenes y facilitan la respuesta a