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Catequesis de Juan Pablo II sobre el sacerdocio - amoz.com.mx

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mundo entre los hombres y, <strong>com</strong>o buenos pastores, conozcan a sus ovejas y busquenatraer incluso a las que no son <strong>de</strong> este redil, para que también <strong>el</strong>las oigan la voz <strong>de</strong> Cristo,y haya un solo rebaño y un solo pastor" (ib.). En este sentido se explica la intensaactividad <strong>de</strong> <strong>Pablo</strong> en la recogida <strong>de</strong> ayudas para las <strong>com</strong>unida<strong>de</strong>s más pobres (cf. 1 Co16, 1.4), así <strong>com</strong>o la re<strong>com</strong>endación que hace <strong>el</strong> autor <strong>de</strong> la carta a los Hebreos, a fin <strong>de</strong>que se <strong>com</strong>partan los bienes (koinonía) mediante la ayuda mutua, <strong>com</strong>o verda<strong>de</strong>rosseguidores <strong>de</strong> Cristo (cf. Hb 13, 16).6. Según <strong>el</strong> Concilio, <strong>el</strong> presbítero que quiera conformarse al buen Pastor y reproducir ensí mismo su caridad hacia sus hermanos, <strong>de</strong>berá esmerarse en algunos puntos que hoytienen igual o mayor importancia que en otros tiempos: conocer su ovejas (cf.Presbyterorum ordinis, 3), especialmente con los contactos, las visitas, las r<strong>el</strong>aciones <strong>de</strong>amistad, los encuentros programado su ocasionales, etc., siempre con finalidad y espíritu<strong>de</strong> buen pastor; acoger <strong>com</strong>o Jesús a la gente que se dirige a él, estando dispuesto aescuchar, <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> <strong>com</strong>pren<strong>de</strong>r, abierto y sencillo en la benevolencia, esforzándose enlas obras y en las iniciativas <strong>de</strong> ayuda a los pobres y a los <strong>de</strong>safortunados; cultivar ypracticar las "virtu<strong>de</strong>s que con razón se aprecian en <strong>el</strong> trato social, <strong>com</strong>o son la bondad <strong>de</strong>corazón, la sinceridad, la fortaleza <strong>de</strong> alma y la constancia, la asidua preocupación <strong>de</strong> lajusticia, la urbanidad y otras cualida<strong>de</strong>s" (ib.), y también la paciencia, la disposición aperdonar con prontitud y generosidad, la afabilidad, la sociabilidad, la capacidad <strong>de</strong> serdisponibles y serviciales, sin consi<strong>de</strong>rarse a si mismo <strong>com</strong>o un bienhechor. Es una gama<strong>de</strong> virtu<strong>de</strong>s humanas y pastorales, que la fragancia <strong>de</strong> la caridad <strong>de</strong> Cristo pue<strong>de</strong> y <strong>de</strong>behacer realidad en la conducta <strong>de</strong>l presbítero (cf. Pastores dabo vobis, 23).7. Sostenido por la caridad, <strong>el</strong> presbítero pue<strong>de</strong> seguir, en <strong>el</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su ministerio, <strong>el</strong>ejemplo <strong>de</strong> Cristo, cuyo alimento consistía en hacer la voluntad <strong>de</strong>l Padre. En la adhesiónamorosa a esa voluntad, <strong>el</strong> presbítero hallará <strong>el</strong> principio y la fuente <strong>de</strong> unidad <strong>de</strong> su vida.Lo afirma <strong>el</strong> Concilio: los presbíteros <strong>de</strong>ben "unirse a Cristo en <strong>el</strong> conocimiento <strong>de</strong> lavoluntad <strong>de</strong>l Padre [...]. De este modo, <strong>de</strong>sempeñando <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> <strong>de</strong>l buen Pastor, en <strong>el</strong>mismo ejercicio <strong>de</strong> la caridad pastoral encontrarán <strong>el</strong> vinculo <strong>de</strong> la perfección sacerdotalque reduce a unidad su vida y su actividad" (Presbyterorum ordinis, 14). La fuente <strong>de</strong> esacaridad es siempre la Eucaristía, "centro y raíz <strong>de</strong> toda la vida <strong>de</strong>l presbítero" (ib.), cuyaalma, por eso mismo, <strong>de</strong>berá intentar "reproducir lo que se efectúa en <strong>el</strong> altar" (ib.).La gracia y la caridad <strong>de</strong>l altar se extien<strong>de</strong>n, <strong>de</strong> este modo, hacia <strong>el</strong> ambón, <strong>el</strong>confesionario, <strong>el</strong> archivo parroquial, la escu<strong>el</strong>a, <strong>el</strong> oratorio, las casas y las calles, loshospitales, los medios <strong>de</strong> transporte y los medios <strong>de</strong> <strong>com</strong>unicación social; es <strong>de</strong>cir, haciatodos los lugares don<strong>de</strong> <strong>el</strong> presbítero tiene la posibilidad <strong>de</strong> realizar su labor pastoral. Entodo caso, su misa se difun<strong>de</strong>; su unión espiritual con Cristo sacerdote y hostia —<strong>com</strong>o<strong>de</strong>cía san Ignacio <strong>de</strong> Antioquía— lo convierte en "trigo <strong>de</strong> Dios para ser hallado <strong>com</strong>opan puro <strong>de</strong> Cristo" (cf. Epist. ad Romanos, IV, I), para <strong>el</strong> bien <strong>de</strong> sus hermanos.35

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