"este es <strong>el</strong> cáliz <strong>de</strong> mi sangre", <strong>de</strong>be vivir profundamente unido a Cristo, y tratar <strong>de</strong>reproducir en sí mismo su rostro. Cuanto más intensamente viva <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> Cristo,tanto más auténticamente podrá c<strong>el</strong>ebrar la Eucaristía.El concilio Vaticano <strong>II</strong> recordó que "señaladamente en <strong>el</strong> sacrificio <strong>de</strong> la misa, lospresbíteros representan a Cristo" (Presbyterorum ordinis, 13) y que, por esto mismo, sinsacerdote no pue<strong>de</strong> haber sacrificio eucarístico; pero también reafirmó que cuantosc<strong>el</strong>ebran este sacrificio <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>sempeñar su pap<strong>el</strong> en íntima unión espiritual con Cristo,con gran humildad, <strong>com</strong>o ministros suyos al servicio <strong>de</strong> la <strong>com</strong>unidad: <strong>de</strong>ben "imitar lomismo que tratan, en <strong>el</strong> sentido <strong>de</strong> que, c<strong>el</strong>ebrando <strong>el</strong> misterio <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l Señor,procuren mortificar sus miembros <strong>de</strong> vicios y concupiscencias" (ib.). Al ofrecer <strong>el</strong>sacrificio eucarístico, los presbíteros <strong>de</strong>ben ofrecerse personalmente con Cristo,aceptando todas las renuncias y todos los sacrificios que exige la vida sacerdotal.También ahora y siempre con Cristo y <strong>com</strong>o Cristo, sacerdos et hostia.3. Si <strong>el</strong> presbítero siente esta verdad que se le propone a él y a todos los fi<strong>el</strong>es <strong>com</strong>oexpresión <strong>de</strong>l Nuevo Testamento y <strong>de</strong> la Tradición, <strong>com</strong>pren<strong>de</strong>rá la encarecidare<strong>com</strong>endación <strong>de</strong>l Concilio en favor <strong>de</strong> una "c<strong>el</strong>ebración cotidiana (<strong>de</strong> la Eucaristía), lacual, aunque no pueda haber en <strong>el</strong>la presencia <strong>de</strong> fi<strong>el</strong>es, es ciertamente acto <strong>de</strong> Cristo y <strong>de</strong>la Iglesia" (ib.). Por esos años existía cierta ten<strong>de</strong>ncia a c<strong>el</strong>ebrar la Eucaristía sólo cuandohabía una asamblea <strong>de</strong> fi<strong>el</strong>es. Según <strong>el</strong> Concilio, aunque es preciso hacer todo lo posiblepara reunir a los fi<strong>el</strong>es para la c<strong>el</strong>ebración, es verdad también que aun estando solo <strong>el</strong>sacerdote, la ofrenda eucarística realizada por él en nombre <strong>de</strong> Cristo tiene la eficacia queproviene <strong>de</strong> Cristo y proporciona siempre nuevas gracias a la Iglesia. Por consiguiente,también yo re<strong>com</strong>iendo a los presbíteros y a todo <strong>el</strong> pueblo cristiano que pidan al Señoruna fe más intensa en este valor <strong>de</strong> la Eucaristía.4. El Sínodo <strong>de</strong> los obispos <strong>de</strong> 1971 recogió la doctrina conciliar, <strong>de</strong>clarando: "Estac<strong>el</strong>ebración <strong>de</strong> la Eucaristía, aun cuando se haga sin participación <strong>de</strong> fi<strong>el</strong>es, sigue siendo,sin embargo, <strong>el</strong> centro <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> toda la Iglesia y <strong>el</strong> corazón <strong>de</strong> la existenciasacerdotal" (cf. L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 12 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong>1971, p. 4).¡Gran expresión esta: "<strong>el</strong> centro <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> toda la Iglesia"! La Eucaristía esla que hace a la Iglesia, al igual que la Iglesia hace a la Eucaristía. El presbítero,encargado <strong>de</strong> edificar la Iglesia, realiza esta tarea esencialmente con la Eucaristía. Inclusocuando no cuenta con la participación <strong>de</strong> los fi<strong>el</strong>es, coopera para reunir a los hombres entorno a Cristo en la Iglesia mediante la ofrenda eucarística.El Sínodo afirma, también, que la Eucaristía es <strong>el</strong> corazón <strong>de</strong> la existencia sacerdotal. Esoquiere <strong>de</strong>cir que <strong>el</strong> presbítero, <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> ser y permanecer personal y profundamenteadherido a Cristo, lo encuentra ante todo en la Eucaristía, sacramento que realiza estaunión íntima abierta a un crecimiento que pue<strong>de</strong> llegar hasta <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ntificaciónmística.5. También en este niv<strong>el</strong>, que han alcanzado muchos sacerdotes santos, <strong>el</strong> alma sacerdotalno se cierra en sí misma, precisamente porque en la Eucaristía participa <strong>de</strong> modo especial<strong>de</strong> la caridad <strong>de</strong> Aqu<strong>el</strong> que se da en manjar a los fi<strong>el</strong>es (Presbyterorum ordinis, 13); y,28
por tanto, se siente impulsada a darse a sí misma a los fi<strong>el</strong>es, a quienes distribuye <strong>el</strong>Cuerpo <strong>de</strong> Cristo. Precisamente al nutrirse <strong>de</strong> ese Cuerpo, se siente estimulada a ayudar alos fi<strong>el</strong>es a abrirse a su vez a esa misma presencia, alimentándose <strong>de</strong> su caridad infinita,para sacar <strong>de</strong>l Sacramento un fruto cada vez más rico.Para lograr este fin, <strong>el</strong> presbítero pue<strong>de</strong> y <strong>de</strong>be crear <strong>el</strong> clima necesario para unac<strong>el</strong>ebración eucarística fructuosa: <strong>el</strong> clima <strong>de</strong> la oración. Oración litúrgica, a la que <strong>de</strong>beinvitar y educar al pueblo. Oración <strong>de</strong> contemplación personal. Oración <strong>de</strong> las sanastradiciones populares cristianas, que pue<strong>de</strong> preparar, seguir y, en cierto modo, tambiéna<strong>com</strong>pañar la misa. Oración <strong>de</strong> los lugares sagrados, <strong>de</strong>l arte sagrado, <strong>de</strong>l canto sagrado,<strong>de</strong> las piezas musicales (especialmente con <strong>el</strong> órgano), que se encuentra casi encarnada enlas fórmulas y los ritos, y todo lo anima y reanima continuamente, para que puedaparticipar en la glorificación <strong>de</strong> Dios y en la <strong>el</strong>evación espiritual <strong>de</strong>l pueblo cristianoreunido en la asamblea eucarística.6. El Concilio, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la c<strong>el</strong>ebración cotidiana <strong>de</strong> la misa, re<strong>com</strong>ienda también alsacerdote "<strong>el</strong> cotidiano coloquio con Cristo Señor en la visita y culto personal <strong>de</strong> lasantísima Eucaristía" (Presbyterorum ordinis, 18). La fe y <strong>el</strong> amor a la Eucaristía nopue<strong>de</strong>n permitir que Cristo se que<strong>de</strong> solo en <strong>el</strong> tabernáculo (cf. Catecismo <strong>de</strong> la Iglesiacatólica n. 1418). Ya en <strong>el</strong> Antiguo Testamento se lee que Dios habitaba en una tienda (otabernáculo), que se llamaba "tienda <strong>de</strong>l encuentro" (Ex 33, 7). El encuentro era anh<strong>el</strong>adopor Dios. Se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que también en <strong>el</strong> tabernáculo <strong>de</strong> la Eucaristía Cristo estápresente con vistas a un coloquio con su nuevo pueblo y con cada uno <strong>de</strong> los fi<strong>el</strong>es. Elpresbítero es <strong>el</strong> primer invitado a entrar en esta tienda <strong>de</strong>l encuentro, para visitar a Cristopresente en <strong>el</strong> tabernáculo para un coloquio cotidiano.Quiero, por último, recordar que <strong>el</strong> presbítero está llamado más que cualquier otrapersona a <strong>com</strong>partir la disposición fundamental <strong>de</strong> Cristo en este sacramento, es <strong>de</strong>cir, laacción <strong>de</strong> gracias, <strong>de</strong> la que toma su nombre. Uniéndose a Cristo, sacerdote y hostia, <strong>el</strong>presbítero <strong>com</strong>parte no sólo su oblación, sino también su sentimiento, su disposición <strong>de</strong>gratitud al Padre por los beneficios otorgados a la humanidad, a toda alma, al presbíteromismo, a todos los que en <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o y en la tierra son admitidos a tomar parte en la gloria<strong>de</strong> Dios. Gratias agimus tibi propter magnam gloriam tuam...Así, a las expresiones <strong>de</strong>acusación y protesta contra Dios —que a menudo se escuchan en <strong>el</strong> mundo—, <strong>el</strong>presbítero opone <strong>el</strong> coro <strong>de</strong> alabanzas y bendiciones, que <strong>el</strong>evan quienes saben reconoceren <strong>el</strong> hombre y en <strong>el</strong> mundo los signos <strong>de</strong> una bondad infinita.29
- Page 1 and 2: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 3 and 4: no responde sólo a una necesidad p
- Page 5 and 6: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 7 and 8: Conviene tener siempre en cuenta es
- Page 9 and 10: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 11 and 12: 4. El ministerio sacramental de los
- Page 13 and 14: modo especial a identificarse míst
- Page 15 and 16: Cristo en este sacramento, en el qu
- Page 17 and 18: presbítero corresponde asegurar el
- Page 19 and 20: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 21 and 22: 4. Desde luego, hace falta siempre
- Page 23 and 24: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 25 and 26: palabra de Dios, que él debe ense
- Page 27: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 31 and 32: El Evangelio nos refiere que, en el
- Page 33 and 34: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 35 and 36: mundo entre los hombres y, como bue
- Page 37 and 38: El apóstol Pablo afirma en su prim
- Page 39 and 40: madurada a lo largo de los siglos s
- Page 41 and 42: plan de la creación. Según el con
- Page 43 and 44: contrario, al alimentar en sí mism
- Page 45 and 46: fundar no es de este mundo (cf. Jn
- Page 47 and 48: consultado el consejo presbiteral y
- Page 49 and 50: Eso no sucede sin renuncia al indiv
- Page 51 and 52: JUAN PABLO IIAUDIENCIA GENERALMiér
- Page 53 and 54: por el bienestar material y, sobre
- Page 55 and 56: ecuménicas, hoy tan actuales e imp
- Page 57 and 58: Sede Apostólica, según los casos.
- Page 59 and 60: gran importancia en nuestra época,
- Page 61 and 62: 7. Se trata de una ardua consigna q
- Page 63: jóvenes y facilitan la respuesta a