Cortesía de la Universidad de Montpellier, FranciaJean Franco, Pierre Luc Abramson, Karin Benmiloud, Claude Fell y Evodio EscalanteCentenarios:Festejar,<strong>para</strong> disimular la crisisRaphaël MoránMONTPELLIER, FRAN-CIA.- ¿Cómo entenderdos rupturas que marcaronla vida de México: laIndependencia y la Revolución?Ésta es la pregunta que, con motivode las celebraciones del Bicentenarioy del Centenario de estos acontecimientos,trataron de responder 25 investigadoresmexicanos y franceses durante un coloquioorganizado por la Universidad Paul Valéryde esta ciudad del sur de Francia.El encuentro académico titulado ¿México1810-1910, de una ruptura a la otra? tuvolugar los días 11 y 12 de marzo y reunióa profesores de literatura, historia y arte dedicadosa la historia de México.“Este 2010 es oportuno <strong>para</strong> enfocarnossobre aquellos dos acontecimientosmexicanos, la Independencia y la Revolución,que significaron una voluntad deromper con el orden (sistema colonial en1810 y autoritarismo en 1910), haciendonacer nuevas esperanzas, nuevas utopías,nuevas visiones del mundo”, explicaronlos maestros de la universidad y organizadoresdel coloquio.“A 200 años y cien años de distancia,respectivamente, el coloquio permite reflexionarsobre la amplitud de las transformacionesque estos dos trastornos supuestamenteiban a aportar”, justificaron.Y es que además de analizar los procesospolíticos de 1810 y de 1910 a través delos hechos, de la literatura, de la fotografíay de la pintura, los ponentes del coloquioenfocaron sus trabajos sobre los mitos quenacieron de dichos acontecimientos.Para los historiadores, “no se trata decelebrar en el sentido de festejar, sino deconmemorar: reflexionar sobre hechosque fundan una memoria común (…) yque nutre la construcción política”, segúnElisa Cárdenas, directora de la división deestudios de Estado y sociedad en la Universidadde Guadalajara.Los especialistas consultados porProceso coincidieron en que 2010 deberíaser el año de la conmemoración y nodel festejo.“Si festejas solamente y no reflexionas,recapitulas, y no eres crítico de tu momento,te quedas en la pura fiesta, comoPorfirio Díaz en 1910”, dijo Estrella GarcíaFernández, arquitecta y miembro de ElColegio de Jalisco, en alusión a la celebracióndel Centenario de la Independencia.Para los historiadores, Bicentenario yCentenario son una oportunidad <strong>para</strong> ver“las cosas que faltan por hacer –añadióGarcía Fernández–: En 1921 se creó la Secretaríade Educación Pública, pero vemosque hoy no llegamos a los niveles de presupuestode los países desarrollados. Además,la educación pública ha sido afectadapor el recorte presupuestal”.Inevitablemente se evocaron las controversiassobre la manera como el gobiernode Felipe Calderón marcará el recuerdode la Independencia y de la Revolución,mientras se anunció el programa de las celebracionesdel “año de la patria”.Marie-José Hanaï, profesora de literaturahispanoamericana contemporáneaen la Universidad de Rouen, analizóel discurso oficialista del gobierno actual,“ejemplo de un frenesí conmemorativo”,dijo, refiriéndose a las celebraciones delbicentenario de la Revolución Francesaque dieron lugar a espectáculos con granpompa en 1989.Desde 2008, cuando viajó a la Ciudadde México, Hanaï notó que “en esta megalópolispoblada de tantos mexicanos deorígenes geográficos diversos y visitadapor tantos turistas extranjeros, la conmemoraciónanunciada tomaba el giro de una58 1741 / 14 de marzo de 2010
C ULTURALa Universidad Paul Valéry, de Montpellier, Francia,reu nió durante dos días a 25 especialistas franceses ymexicanos <strong>para</strong> analizar el Bicentenario de la Independenciay el Centenario de la Revolución. Intervencionesde gran interés marcaron el encuentro. Por ejemplo,Marie-José Hanaï, de la Universidad de Rouen,analizó el discurso oficialista del gobierno actual, en elque vio “el ejemplo de un frenesí conmemorativo”.gran fiesta <strong>para</strong> alimentar el orgullo de sermexicano”.En el marco de una ponencia titulada“La reescritura de la Revolución en la novelamexicana contemporánea: entre traicióny olvido”, la investigadora recordóque <strong>para</strong> un gobierno, “la conmemoracióntiene como objetivo disimular una patología:la de hacer del pasado la única referenciade identidad y de disfrazar el presentemarcado por la crisis”.Otro académico francés especialista enhistoria de México fue menos diplomático,“¿Por qué celebrar la Independencia yla Revolución?”, se le preguntó.–La utilidad de las celebraciones <strong>para</strong>el gobierno de Calderón son múltiples:primero, es dar pan y circo en un contextode crisis que atraviesa el país. Además, nopuede ser rebasado por el PRD en la Ciudadde México. El gobierno no quiere quedaratrás en este asunto popular –dijo y prefiriópermanecer en el anonimato, porque llevaactividades académicas en México.Y es que desde que en febrero pasadoFelipe Calderón abrió las celebracioneshistóricas del año, abundan las voces que sepreocupan de la frivolidad del programa (comoconsignó la agencia Apro el 14 de febreroen la nota Cuestionan Bicentenario).Por otra parte, los historiadores notaronque el énfasis que el gobierno puso encelebrar el Centenario de la Revolución,es menor que <strong>para</strong> el Bicentenario de laIndependencia:“Es evidente que el PAN está más incómodocon 1910 que con 1810, lo quedesemboca en una clara desigualdad detratamiento entre las dos conmemoraciones”,siguió el historiador.Por su parte, Sofía Anaya, doctora enhumanidades y artes y profesora en la Universidadde Guadalajara, explicó:“Creo que hay un temor de que la gentetome otra vez conciencia de que puedehaber un levantamiento y que trate decambiar las condiciones del país.”Después de una ponencia titulada“El carnaval de las ideologías”, referidaal mural del mismo nombre de José ClementeOrozco (donde se burla de los caciquesde la época), Anaya habló de suvigencia:“Si hablamos de los caciques, quizá noson los caciques de hoy porque ahora sonlos narcotraficantes que controlan y quetiene igualmente sumidos en la miseria alos campesinos, pero vuelve a haber uncontrol de esta gente.“Con respecto a los políticos, es lomismo, lo que vemos en El carnaval delas ideologías está totalmente vigente conesas perversas alianzas que se están dandorespecto de las fusiones de grupos que parecíantotalmente irreconciliables.”En su ponencia “La clericalizaciónposrevolucionaria de Jalisco”, el historiadorAgustín Vaca observó las agitadas relacionesentre el Estado y la Iglesia desdela Revolución y cuyo último episodiofue la polémica en torno a la construcciónde un Santuario de los Mártires en Guadalajara,cuando el gobernador de Jaliscoquiso regalar 90 millones de pesos <strong>para</strong>contribuir a la construcción de ese edificioque glorifica a los cristeros.“La construcción del Santuario de losMártires muestra la confianza que ha recuperadola Iglesia local”, anotó Vaca. Dijoademás que, sobre todo en los últimos 15años, “se puede observar cómo en Jaliscola Iglesia coloca a ciertos políticos que lafavorecen”.Sin embargo, el profesor recordó que“los clericales han perdido el monopolioque tenían en la vida sexual y se agregó lapalabra ‘laica’ <strong>para</strong> calificar el Estado enla Constitución”.Otra historiadora, Raphaële Plu-Jenvrin,vio en las conmemoraciones unaoportunidad <strong>para</strong> que los mexicanos se interesenen su propia historia. Esta especialistade la Sorbona en historia del PRI observóque, desde hace varios años, “todoslos discursos se topan con la cuestión delrelevo político”:“El problema es el siguiente: ¿Cómouna élite puede operar su propio relevo ycambiar las instituciones <strong>para</strong> dar más lugara las organizaciones civiles, las asociacionesy los intelectuales?”Según ella, 2010 será fructuoso si losdebates sobre la sociedad en el marco delBicentenario se conjugan con una reformadel Estado mexicano.Con el objetivo de descifrar los mitosvinculados que rodean los cambios radicalesde la Independencia y de la Revolución,los ponentes del coloquio de Montpellierestudiaron también aquellos grandes personajesy hechos históricos que “estructuranla identidad de una sociedad”, segúnlas palabras de Marie-José Hanaï.La construcción del mito revolucionario,así como su deconstrucción y a vecessu crítica en la literatura, la pintura yla fotografía mexicanas, fueron objetos deestudios presentados en el coloquio. Así,Laurent Aubague, profesor de la Universidadde Montpellier, analizó una serie defamosas fotos de los archivos de los hermanosCasasola que muestran escenas quevan del Porfiriato a la Revolución Mexicana.Por ejemplo, la de Pancho Villa asesinadoy ensangrentado, que “permitieroncaptar el estilo del final del ‘reino’ deDíaz, así como fabricar la leyenda visualde una epopeya revolucionaria”.Otra fotografía más, la de Pancho Villaen la silla presidencial con Emiliano Zapataa su costado, en el palacio presidencialen 1914, le suscitó:“Esta foto es muy teatral. Nos sorprendela heterogeneidad de las presencias humanas:hombres elegantes (…) se codeancon hombres de apariencia mucho más popular,probablemente campesinos. La variedadde las personas presentes en esta fotohistórica nos muestra que en su primerafase (1910-1914), el proyecto revolucionariotenía el apoyo de fuerzas sociales diferentespero que encontraban puntos deconvergencia.”Ampliamente conocido en México,Claude Fell, profesor en la Sorbona y traductor–entre otros– de algunos libros deCarlos Fuentes, estimó en una mesa finalque el coloquio fue una prueba del graninterés académico que hay en Francia porla historia mexicana. Compartió la tribunacon varios investigadores, entre ellosel escritor mexicano Evodio Escalante yKarim Benmiloud, uno de los catedráticosque organizó el encuentro, quien señaló:“Queremos crear una red de investigadoresmexicanistas, porque somos muchosen Francia.”El conjunto de las ponencias del coloquioMéxico 1810-1910 se recogerá en unlibro cuya publicación está prevista <strong>para</strong>septiembre de este año. ●1742 / 21 de marzo de 2010 59