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Ciencias humanas, sociales y económicas - Universidad de San ...

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¿Liquidar la educación o educación líquida? - pp. 163-170Kant diferenciaba entre cuidado, disciplina einstrucción. Es una secuencia lógica (no meramente<strong>de</strong> acumulación <strong>de</strong> tiempo o <strong>de</strong> etapas <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo), pues está atada a la condición humana:a) hay que cuidar la criatura humana, porque naceprematura y porque (a diferencia <strong>de</strong> las criaturas<strong>de</strong> otras especies) usa sus fuerzas en contra <strong>de</strong> símisma. b) Y hay que disciplinarla, es <strong>de</strong>cir, hayque introducirla en la posibilidad <strong>de</strong> lo humano,lo cual pasa por crear las condiciones <strong>de</strong> posibilidadpara que el sujeto mismo conduzca en otro sentidoesa energía que alimenta una inclinación a hacersedaño y a no constituir sociedad. c) Finalmente, lainstrucción presupone lo anterior, es <strong>de</strong>cir, presuponeun sujeto que ha internalizado la espera (o sea,lo contrario <strong>de</strong>l síndrome que <strong>de</strong>tecta Bauman).Pero si hoy no hay espera, y si la espera esun efecto <strong>de</strong> la formación, pues la educaciónestá con<strong>de</strong>nada a nunca terminar (y con mayorrazón si ella misma promueve estos “valores” <strong>de</strong>la mo<strong>de</strong>rnidad líquida). ¿No lo <strong>de</strong>tecta Bon Brilcuando hace la publicidad <strong>de</strong> los adultos que noseparan <strong>de</strong> sus padres? ¿No se habla hoy <strong>de</strong> unosadultos jóvenes que, no obstante siguen pegados<strong>de</strong> los juegos <strong>de</strong> vi<strong>de</strong>o, sin encarar el mundo <strong>de</strong>ltrabajo? ¿No nos brindan nuestros estudianteshoy la certeza <strong>de</strong> una infantilización prolongada?¿No se dice hoy en educación pública que ya esun logro que los estudiantes no estén en la calle yreciban un refrigerio? ¡Como si el mero cuidado<strong>de</strong>l que habla Kant fuera la conquista máxima <strong>de</strong> laeducación para los días que corren! Es claro que nisiquiera se podría hablar <strong>de</strong> disciplina, pues ahoraese proceso se lo ha i<strong>de</strong>ntificado con “po<strong>de</strong>r”, con“opresión”, asuntos que supuestamente tendríanque ser eliminados. Ahora son los estudiantes losque dicen qué estudiar (no es extraño que el profesorles pregunte qué quieren apren<strong>de</strong>r); ahora ellosmodifican los planes <strong>de</strong> estudio. Y si los adultosson iguales a ellos —como se ufanan <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir—,¡pobres adultos!: se están autorepresentando comono-formados. Igualados por lo bajo, en el sentido<strong>de</strong> grado cero <strong>de</strong>l conocimiento que preten<strong>de</strong>otorgar la escuela.Y en muchos ámbitos se expresa esto; para sóloponer un ejemplo: así como los instrumentos <strong>de</strong>trabajo a escala que usaban los “adultos pequeños”en el Medioevo se volvieron juguetes cuandoempezó a haber una especificidad para los niñosen la mo<strong>de</strong>rnidad, así hoy los adultos toman <strong>de</strong>la infancia sus insignias: nos vestimos como muchachos,incluso luciendo en nuestras prendas losíconos que antes pertenecían al mundo <strong>de</strong> los niños(Superman, Mickey Mouse, Bob Esponja). Hayotro motivo notable <strong>de</strong> las prendas: la exhibición<strong>de</strong> marcas comerciales. Esto explicita el referente <strong>de</strong>la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los sujetos: el consumo… perocon un mecanismo curioso, pues los consumidoresse prestan para realizar gratuitamente el trabajo <strong>de</strong>la publicidad. Mientras un <strong>de</strong>portista recibe sumasmillonarias por lucir una marca, los consumidores¡pagan por hacer lo mismo!Y si los adultos son iguales a los jóvenes, ¡pobresjóvenes!, que creen que ese lugar asignado por laépoca —con su discurso <strong>de</strong> igualdad, <strong>de</strong>mocracia,participación, inclusión— es lo máximo a lo quese pue<strong>de</strong> aspirar. ¿Cómo podría aspirar a ser ungran pianista, filósofo, inventor, ingeniero, médico,matemático… si el otro no se presenta <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ese lugar, sino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la igualdad, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>la ausencia <strong>de</strong> ese rasgo <strong>de</strong> distinción en relacióncon el saber? Pero no por eso los jóvenes <strong>de</strong>jan <strong>de</strong>tener mo<strong>de</strong>los: los <strong>de</strong>portistas (ojalá <strong>de</strong> <strong>de</strong>portesextremos), la farándula, las armas, la droga. Aspiramosa que satisfagan ya nuestras aspiraciones, sí,pero, ¿cuáles aspiraciones?, ¿<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> nos vienen?Si los maestros entramos en connivencia con estediscurso, pues somos cómplices <strong>de</strong> un sujeto cuyoreferente es el consumo… y luego nos aterramos<strong>de</strong> que no estén interesados en el conocimiento,<strong>de</strong> que todo les aburra.Según Bauman, a Myers le inquieta que hayamosabandonado la aspiración a estudiar más allá<strong>de</strong> los años <strong>de</strong> educación formal. En realidad, másparece haber una ten<strong>de</strong>ncia a abandonar la aspiracióna estudiar, a secas. Y esto no solamente noexcluye el uso <strong>de</strong> Internet, sino que también pue<strong>de</strong>ser su producto. El viceministro <strong>de</strong> educaciónincluso lo exhibe como un motivo <strong>de</strong> la propuesta<strong>de</strong> reforma a la ley 30: no todo el mundo quiereseguir estudios académicos... a<strong>de</strong>más, no todos losque estudien podrán tener opciones en el mercadolaboral. Lo que hoy se busca, lo que hoy se ofrece,no parece tratarse <strong>de</strong> estudio, <strong>de</strong> formación, sino<strong>de</strong> una habilidad para disponer <strong>de</strong> información. Einformación no es conocimiento. Pero ten<strong>de</strong>mosa confundirlos: un estudiante a quien le muestroque para hacer su tarea solamente ha hecho copy enRevista Científica Guillermo <strong>de</strong> Ockham. Vol. 11, No. 1. Enero - junio <strong>de</strong> 2013 - ISSN: 1794-192X ‣ 167

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