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El hombre a imagen de Diosbondad, <strong>la</strong> verdad, <strong>el</strong> amor, <strong>la</strong> gracia, <strong>la</strong> misericordia, <strong>la</strong> longanimidad y <strong>la</strong>justicia. Es indudable que <strong>la</strong> imagen de Dios en <strong>el</strong> hombre todavía incluyeciertas características que reflejan algunas de <strong>la</strong>s virtudes de Dios queaprendemos a través de <strong>la</strong> creación, tales como <strong>la</strong> apreciación de <strong>la</strong> b<strong>el</strong>leza, <strong>la</strong>s'habilidades creativas y <strong>el</strong> amor a <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> diversidad. Por supuesto, esaimagen también debe incluir nuestras facultades racionales. Por ejemplo, esseguro que <strong>la</strong> imagen divina explica nuestra capacidad para entender principiosabstractos, sobre todo conceptos morales como justicia, rectitud, santidad,verdad y bondad. Por eso <strong>la</strong> semejanza divina en <strong>el</strong> hombre incluye los aspectosmás <strong>el</strong>evados de nuestro int<strong>el</strong>ecto y nuestras emociones: nuestra capacidadpara razonar y resolver problemas, <strong>la</strong> detección misma de esos problemas, aligual que emociones como tristeza, entusiasmo, enojo, alegría y satisfacción.Todas estas cosas pueden disfrutarse a plenitud conforme a disposicionesdivinas que encontramos en <strong>la</strong>s Escrituras.En resumen, <strong>la</strong> imagen de Dios puede explicarse en términos depersonalidad. Somos personas. Nuestra vida consiste en <strong>el</strong> establecimiento y <strong>el</strong>mantenimiento de re<strong>la</strong>ciones personales. Tenemos capacidad de hacercompañerismo. Podemos amar a otras personas como Dios <strong>la</strong>s ama.Entendemos y apreciamos <strong>la</strong> comunión. Tenemos una capacidad asombrosapara <strong>el</strong> lenguaje. Tenemos conversaciones. Sabemos lo que es expresarpensamientos, transmitir y discernir actitudes, dar y recibir amistad, percibiruna noción de hermandad universal, comunicar ideas y participar en <strong>la</strong>sexperiencias de los demás. Los animales no pueden hacer estas cosas en <strong>el</strong>mismo sentido en que lo hacen <strong>la</strong>s personas.Esta es <strong>la</strong> razón <strong>por</strong> <strong>la</strong> que Dios al crear al hombre dijo de inmediato queno era bueno que estuviera solo. La imagen de Dios es personalidad, y <strong>la</strong>personalidad solo puede funcionar en <strong>el</strong> contexto de re<strong>la</strong>ciones personales. Lacapacidad d<strong>el</strong> hombre para establecer re<strong>la</strong>ciones personales íntimas necesitabaser ejercitada. Lo más im<strong>por</strong>tante es que <strong>el</strong> hombre fue diseñado para teneruna profunda re<strong>la</strong>ción personal con Dios mismo.Esto nos trae de regreso a <strong>la</strong> expresión d<strong>el</strong> versículo 26. Cuando Dios dijo:"hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza", quisodar a entender que Él mismo es un Dios de re<strong>la</strong>ciones personales, y Él nos197
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