na llama Tutino— y que finalmente no logró arrebatarles totalmente la revolución a losagraristas anticapitalistas como Zapata 92 . También como ejemplo <strong>de</strong>l influjo hispanista <strong>de</strong>que hemos hablado, en Mérida, a caballo entre los siglos xix y xx, se registran conjuntosinstrumentales <strong>de</strong>l estilo <strong>de</strong> las ya mencionadas estudiantinas o rondallas, con uno o dosviolines o flautas traversas, dos guitarras y un tololoche —guitarra-bajo pulsada a imitación<strong>de</strong>l contrabajo o violonchelo— 93 . Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1906, el conjunto <strong>de</strong> Cirilo BaqueiroPreve (1849-1910) —conocido como Chan Cil— contaba con un violín, una mandolinanapolitana y cinco guitarras 94 .En los años iniciales <strong>de</strong> la consolidación <strong>de</strong> la Regeneración, y en especial en la década<strong>de</strong> 1890, Colombia también experimentó un importante auge económico con base en laconsolidación <strong>de</strong> sus exportaciones <strong>de</strong> café. Bergquist observa a<strong>de</strong>más que los cambios <strong>de</strong>lprecio internacional <strong>de</strong>l grano tuvieron enormes repercusiones en la vida social y política<strong>de</strong>l país, pues lo llevaron a la corta revolución <strong>de</strong> 1895 y luego a la guerra <strong>de</strong> los Mil Días.Comentaristas políticos y sociales notaron el <strong>de</strong>spilfarro en la compra <strong>de</strong> productos importadosy las gran<strong>de</strong>s cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> dinero que se les pagaba a los artistas y a las compañías<strong>de</strong> teatro, ópera y zarzuela que visitaban el país, visitas que se incrementaron ante estasatractivas perspectivas económicas. En 1891, la compañía <strong>de</strong> ópera actuó continuamentedurante siete meses, y se presentaron más <strong>de</strong> quince obras diferentes que habrían podidoser más <strong>de</strong> no ser por que el público bogotano exigía la repetición <strong>de</strong> sus obras favoritas 95 .La ostentación <strong>de</strong> la élite bogotana era a<strong>de</strong>más evi<strong>de</strong>nte en los reportes <strong>de</strong> prensa <strong>de</strong>sus activida<strong>de</strong>s sociales y tiene antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l siglo 96 . En junio <strong>de</strong> 1887,un grupo <strong>de</strong> diez <strong>de</strong> sus jóvenes miembros —que incluía al ya mencionado Pedro CarlosManrique— anunciaba el que <strong>de</strong>spués recibió el nombre <strong>de</strong> “baile <strong>de</strong> los diez”, organizado enla resi<strong>de</strong>ncia privada <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> sus pares, alquilada para este efecto. <strong>No</strong> hay mayores <strong>de</strong>tallessobre los aspectos musicales <strong>de</strong> este evento, pero uno <strong>de</strong> sus asistentes indica que se contó92 John Tutino, De la insurrección a la revolución en México. Las bases sociales <strong>de</strong> la violencia agraria,1816-1940, México: Era, 1999, pp. 22-23; Turner, caps. i y xiii; Charles C. Cumberland, “Precursorsof the Mexican Revolution of 1910”, Hispanic American Historical Review, 22, 2, mayo1942, pp. 354-356, y Salvador Hernán<strong>de</strong>z Padilla, Ricardo Flores Magon, una vida en rebeldía,2003, ed. electrónica en Biblioteca Virtual Antorcha: .93 Vega y Martin, pp. 14 y 49.94 Enrique Martín, “Un fúlgido raudal: Chan Cil y la aurora <strong>de</strong> la canción yucateca”, en Vega yMartín, p. 31. Un óleo basado en la fotografía y expuesto en el Museo <strong>de</strong> la Canción Yucatecaaparece en .95 Bergquist, p. 35, y Duque, “Ecos…”, p. 138.96 José M. Cordovez Moure (Reminiscencias <strong>de</strong> Santafé y Bogotá [1893-1900], Bogotá: GerardoRivas Moreno, 1997, pp. 34-37) menciona los bailes organizados por jóvenes miembros <strong>de</strong> laélite <strong>de</strong> la ciudad en 1852 y 1860.Cien años <strong>de</strong> grabaciones comerciales <strong>de</strong> música colombianaEgberto Bermú<strong>de</strong>z[115]
con una orquesta <strong>de</strong> veinte músicos que estrenaron al menos ocho piezas 97 . Un mes antes,en la resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l comerciante e industrial alemán Leo S. Kopp se había organizado otro,con música a cargo <strong>de</strong> la orquesta <strong>de</strong>l italiano Manuel Conti y al que concurrió el mismoPresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República, hecho comentado ampliamente en la prensa por prestantes figuras<strong>de</strong> la intelectualidad local 98 . Un lustro más tar<strong>de</strong>, en agosto <strong>de</strong> 1891, el escenario <strong>de</strong> otro <strong>de</strong>estos suntuosos bailes fue el mismo palacio presi<strong>de</strong>ncial, acontecimiento al que asistieroncerca <strong>de</strong> mil trescientos invitados, que contó con una orquesta <strong>de</strong> veintisiete ejecutantesy en que se bailaron veinte piezas, se comenzó con una cuadrilla y se estrenó con éxito latanda <strong>de</strong> cuatro valses con introducción <strong>de</strong> Jorge Pombo (1847-1912), <strong>de</strong>nominada Brisas<strong>de</strong>l Funza, cuya partitura se publicó ese mismo año con el patrocinio <strong>de</strong> la empresa cervecera<strong>de</strong>l ya mencionado Kopp y <strong>de</strong>l establecimiento comercial <strong>de</strong> Ricardo Silva (18[¿?]-1887) ysu hijo, el malogrado poeta José Asunción (1865-1896) 99 .¿Cómo veían los otros sectores sociales estos acontecimientos? A juzgar por las noticiasque tenemos, en este caso los jesuitas instigaron a la masa católica a que abochornaraa la entrada <strong>de</strong>l palacio a los asistentes con insultos e imprecaciones sobre su <strong>de</strong>spilfarroe indolencia social, opiniones expresadas también en artículos periodísticos 100 . La falta <strong>de</strong>conciencia <strong>de</strong> clase y la propensión a la manipulación <strong>de</strong> las clases populares se expresatambién en el motín <strong>de</strong> la enfurecida masa <strong>de</strong> artesanos que en enero <strong>de</strong> 1893 comenzósaqueando la casa <strong>de</strong>l autor <strong>de</strong> un artículo periodístico que, según ellos, mancillaba su honray buen nombre tildándolos <strong>de</strong> borrachos 101 . La costumbre <strong>de</strong> hacer alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> sus bailes yactos sociales perduró entrado el nuevo siglo también en la periferia, pues todavía en 1913aparecía reseñada en el principal periódico <strong>de</strong> Bogotá la celebración <strong>de</strong> un baile en el Club<strong>de</strong>l Comercio <strong>de</strong> Bucaramanga, al que concurrieron cien parejas 102 .A falta <strong>de</strong> otras noticias, la literatura <strong>de</strong>l momento nos proporciona valiosas informacionessobre los diferentes tipos <strong>de</strong> música oídos en la capital. Como adorno y emblema <strong>de</strong>buena educación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la élite, el gusto por la música sigue presente en los personajesfemeninos jóvenes que, en novelas como De sobremesa <strong>de</strong> Silva, pontifican sobre la orquesta<strong>de</strong> la compañía <strong>de</strong> ópera que actuaba en la ciudad o estudian canto y piano al lado <strong>de</strong> francés97 “El baile <strong>de</strong> los diez”, El Tiempo, 24 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1962, en .98 Enrique Santos Molano, El corazón <strong>de</strong>l poeta: los sucesos reveladores <strong>de</strong> la vida y la verdad inesperada<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> José Asunción Silva, 3.ª ed., Bogotá: Planeta, 1996, cap. 4; edición electrónica en.99 Duque, “Ecos…”, p. 132.100 pp. 129-31.101 David Sowell, “The 1893 Bogotazo: Artisans and Public Violence in Late Nineteenth-CenturyBogotá”, Journal of Latin American Studies, 21, 2, 1989, p. 268.102 El Tiempo, 6 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1913, p. 3.[116] <strong>Ensayos</strong>. Historia y teoría <strong>de</strong>l arteDiciembre <strong>de</strong> 2009, <strong>No</strong>. 17
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