<strong>de</strong> la cultura mo<strong>de</strong>rna. Esta élite emergente preten<strong>de</strong> consolidarse en su posición medianteuna serie <strong>de</strong> herramientas <strong>de</strong> diferenciación social que la legitimen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un entornosocial y la separen <strong>de</strong> la élite agraria que ha imperado en el país hasta este momento. Así,las explicaciones que se dan <strong>de</strong>l éxito <strong>de</strong> la exposición <strong>de</strong> 1949 <strong>de</strong> Obregón se pue<strong>de</strong>n sintetizaren una sola: el ambiente favorable para las incipientes expresiones <strong>de</strong>l arte mo<strong>de</strong>rnose <strong>de</strong>be al interés <strong>de</strong> una nueva élite que pone “<strong>de</strong> moda” estas expresiones novedosas. Esto sesuma al prestigio <strong>de</strong> Obregón, quien, en el momento, está a la cabeza <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> lapintura mo<strong>de</strong>rna en Colombia.El notable éxito <strong>de</strong> la muestra <strong>de</strong> Obregón no significa un posicionamiento <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong>un mercado para el arte <strong>de</strong> avanzada en el país. Años más tar<strong>de</strong> encontramos que persiste laqueja <strong>de</strong> los artistas por la imposibilidad <strong>de</strong> vivir <strong>de</strong> su trabajo y no sentirse como profesionalesen el entorno social. En 1954, Ignacio Gómez Jaramillo <strong>de</strong>clara que “tanto el pintor comoel escultor se hallan situados al margen <strong>de</strong> la vida activa, puesto que su obra no constituyeuna necesidad para el público ni para el arquitecto, que es lo más grave, y es consi<strong>de</strong>radacomo un lujo superfluo” 16 . En 1957, la artista y editora <strong>de</strong> la revista especializada Plásticaescribe: “Des<strong>de</strong> Plástica hemos venido solicitando en vano el auxilio estatal efectivo y directopara los artistas. Porque el verda<strong>de</strong>ro artista pue<strong>de</strong> y <strong>de</strong>be vivir <strong>de</strong> su trabajo” 17 . A pesar <strong>de</strong>lcreciente prestigio <strong>de</strong> la pintura <strong>de</strong> corte mo<strong>de</strong>rno, los artistas señalan, como parte <strong>de</strong> losescollos que dificultan el ejercicio <strong>de</strong> su actividad, la indiferencia <strong>de</strong>l Estado y la ausencia<strong>de</strong> coleccionistas <strong>de</strong> arte que compren su obra 18 . En cuanto al coleccionismo, es inquietantecontrastar estas aseveraciones con la entrevista hecha a Carlos Correa en 1949, don<strong>de</strong> dice:Entre nosotros, casi todas las empresas <strong>de</strong> significación son creadas por iniciativas privadas, nosolo en la industria, sino también en el arte.Los coleccionistas <strong>de</strong> arte tienen la gran tarea <strong>de</strong> conservar y <strong>de</strong> acumular para el futuro la obramás importante <strong>de</strong> los artistas. De allí la enorme importancia que, en la historia <strong>de</strong>l arte colombiano,han tenido coleccionistas <strong>de</strong> la categoría <strong>de</strong> los señores Pardo, Argáez, Marroquín, etc. Aquienes <strong>de</strong>bemos gratitud por haber salvado gran parte <strong>de</strong> la obra pictórica <strong>de</strong> Vásquez Ceballosy otro artista <strong>de</strong> la Colonia.16 Ignacio Gómez Jaramillo, “Obstáculos a la integración plástica” [ago. 1954], en Anotaciones<strong>de</strong> un pintor alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> su mundo, Bogotá: Talleres Gráficos, 1972.17 Judith Márquez, “Editorial”, Plástica, Bogotá, 6, 1957.18 “Al Estado poco o nada le interesa el problema <strong>de</strong>l arte como actividad creadora que acrecientala cultura <strong>de</strong> un pueblo, ni el singular ciudadano que se <strong>de</strong>dica a su práctica. De ahí que muchos<strong>de</strong> nuestros artistas se vean obligados a emigrar. Por otra parte, a pesar <strong>de</strong>l cambio fundamentalque se ha verificado en nuestro país, en los últimos años, en la calidad <strong>de</strong> la producción artísticay en el prestigio creciente <strong>de</strong> sus pintores, no existe en Colombia un solo coleccionista, ni unmerchand, ni un museo <strong>de</strong> arte mo<strong>de</strong>rno. Casi todas las capitales <strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento tienen, porejemplo, plaza <strong>de</strong> toros, pero ninguna un museo que muestre el arte que están haciendo los contemporáneos.Me refiero al museo <strong>de</strong> arte actual, exclusivamente” (Ignacio Gómez Jaramillo,“Estado <strong>de</strong> la pintura colombiana”, El Tiempo, Bogotá, 25 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1958).El valor <strong>de</strong>l arte. Historia <strong>de</strong> las primeras galerías <strong>de</strong> arte <strong>de</strong> colombia (1948-1957)Julián Camilo Serna[71]
Los coleccionistas privados son intermediarios lógicos entre el artista y los museos, pues generalmentelas colecciones particulares van más tar<strong>de</strong> a enriquecer los museos. A este respecto esnotoria la <strong>de</strong>ficiencia <strong>de</strong>l Museo Nacional, cuya colección <strong>de</strong> pintura colombiana apenas comienzay en don<strong>de</strong> aún no están representados artistas colombianos <strong>de</strong> reconocido valor. 19A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la responsabilidad <strong>de</strong> construir una infraestructura para el ejercicio <strong>de</strong>l trabajo<strong>de</strong>l artista, sobre las galerías <strong>de</strong> arte recae la <strong>de</strong> construir un mercado para los objetos que ven<strong>de</strong>n.El futuro económico <strong>de</strong> esta institución <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> directamente <strong>de</strong> la efectividad <strong>de</strong> la galeríaen la tarea <strong>de</strong> educar a las personas para que aprecien y conserven en sus hogares las obras <strong>de</strong>arte que comercia. Para subsistir, la galería <strong>de</strong>be formar a sus compradores. Los consumidores<strong>de</strong> arte <strong>de</strong> este momento, a quienes conocemos por referencias escritas, son los coleccionistasque cita Correa y el escritor Juan Lozano y Lozano, quien organizó una venta <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong>sus obras porque no tenía espacio en su casa para albergar más piezas. Fundamentalmente, lacolección <strong>de</strong> Lozano era <strong>de</strong> pinturas académicas traídas <strong>de</strong> Europa 20 , y las <strong>de</strong> los otros compradoreseran <strong>de</strong> arte colonial. Pero ¿existieron en la época compradores <strong>de</strong> arte mo<strong>de</strong>rno?Sobre el consumo <strong>de</strong> arte mo<strong>de</strong>rno se entrevistó a Lily Ungar, quien fue, junto a suesposo, directora <strong>de</strong> la galería El Callejón. Ella <strong>de</strong>clara que las “obras abstractas eran muy difíciles<strong>de</strong> ven<strong>de</strong>r; la gente no entendía mucho, pero igual sí se vendía” 21 . Tenemos referencias<strong>de</strong> otros compradores <strong>de</strong> obras <strong>de</strong> arte porque las suyas son colecciones que, a pesar <strong>de</strong> sermás mo<strong>de</strong>stas y <strong>de</strong> no gozar <strong>de</strong> tanto reconocimiento como la <strong>de</strong>l escritor, todavía existen.A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> unas cuantas gran<strong>de</strong>s colecciones <strong>de</strong> familias <strong>de</strong> industriales, los compradores <strong>de</strong>estas obras eran, fundamentalmente, jóvenes interesados en este tipo <strong>de</strong> manifestaciones opersonas cercanas a los medios culturales. La manera como los jóvenes se hacían con estasobras era reunir entre varios el dinero necesario para la transacción y luego rifar entre ellosla pintura para <strong>de</strong>terminar quién sería su propietario. El otro tipo <strong>de</strong> coleccionista eran losmismos artistas, personas que hacían parte <strong>de</strong> la actividad cultural colombiana o allegados <strong>de</strong>los artistas, que eran las personas con la capacidad <strong>de</strong> reconocer el valor implicado en estostrabajos. Según parece, luego <strong>de</strong>l fervor inicial que acogió a Galerías <strong>de</strong> Arte, el mercadose estabilizó en este reducido grupo <strong>de</strong> compradores, lo que hizo muy difícil sostener estaempresa. Sobre el cierre <strong>de</strong> esta primera galería se escribió años <strong>de</strong>spués en la revista Semana:A pesar <strong>de</strong> los nuevos horizontes que abrieron para el arte plástico nacional, las Galerías <strong>de</strong> Artefracasaron. La situación política <strong>de</strong>l país y el natural receso en la actividad cultural fueron lascausas <strong>de</strong>terminantes. Muchos artistas <strong>de</strong>cidieron alejarse hacia países don<strong>de</strong> se les permitiera19 Guillén Martínez, “27 años <strong>de</strong> pintura”.20 “El escritor Juan Lozano y lozano […] Su resi<strong>de</strong>ncia es una verda<strong>de</strong>ra pinacoteca: todas laspare<strong>de</strong>s están materialmente tapizadas <strong>de</strong> cuadros, en su mayoría traídos <strong>de</strong> Europa, originales<strong>de</strong> pintores italianos y francés <strong>de</strong> Renacimiento. […] Por esta razón, falta <strong>de</strong> espacio […] J. L.y L. ha resuelto abrir una exposición en las galerías <strong>de</strong> El Callejón (Librería Central) con estosúltimos cuadros” (“Colección en venta”, Semana, Bogotá, 26 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1952).21 Entrevista a Lily Ungar, realizada por Julián Serna (Bogotá, 2009).[72] <strong>Ensayos</strong>. Historia y teoría <strong>de</strong>l arteDiciembre <strong>de</strong> 2009, <strong>No</strong>. 17
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