a petición <strong>de</strong>l coronel <strong>de</strong> Voluntarios —grupos paramilitares españoles 5 —. Como zarzuelahistórica —aunque llamada en la portada <strong>de</strong> su partitura: “Episodio nacional. Cómico-líricodramático”—,Cádiz celebra la victoria <strong>de</strong> la resistencia española ante la invasión napoleónica<strong>de</strong> comienzos <strong>de</strong>l siglo xix, tomando a Cádiz y su Constitución <strong>de</strong> 1812 como símbolos.Sin embargo, el pasodoble <strong>de</strong> la zarzuela había sido compuesto por Chueca originalmenteen 1868 como himno en homenaje al general Juan Prim (1814-1870), participante enla revolución que <strong>de</strong>stronó a la reina pero impuso a un rey extranjero. Así, doblementetravestidos, la zarzuela y su himno-pasodoble se usaron —en Cuba— como ejemplo <strong>de</strong> loque Jaume Vicens Vives llamó el “patriotismo <strong>de</strong> pan<strong>de</strong>reta” y como exaltado intento <strong>de</strong>exorcizar la ya inevitable catástrofe colonial, exaltación que retornaría décadas más tar<strong>de</strong>, ycon el mismo pasodoble, al renovarse los sueños imperiales durante la dictadura <strong>de</strong> Franco 6 .El doloroso exorcismo se completaba con otra obra, la zarzuela cómica La marcha <strong>de</strong> Cádiz,con libreto <strong>de</strong> Celso Lucio y Enrique García Álvarez y música <strong>de</strong> Ramón Estelles (¿?-1941)y <strong>de</strong>l hijo <strong>de</strong> Valver<strong>de</strong>, Joaquín Quinito Valver<strong>de</strong> (1875-1918), y estrenada con gran éxitoen 1896. Dedicada por sus autores a los <strong>de</strong> la zarzuela histórica, La marcha <strong>de</strong> Cádiz es unafarsa que gira alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> las peripecias <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> incompetentes músicos <strong>de</strong> puebloque <strong>de</strong>ben tocar el citado y ya famoso pasodoble para la visita <strong>de</strong>l gobernador. Así pues,musicalmente, se pasaba <strong>de</strong> la honrosa resistencia a los franceses a un Prim progresista peromonárquico y se culminaba con las patadas <strong>de</strong> ahogado <strong>de</strong>l sueño imperial español y la farsapatriotera que sublimaba en risa aquella tragedia.Como veremos, las contradicciones y las paradojas caracterizan el mundo <strong>de</strong> la música y<strong>de</strong> sus artistas en ese momento. Ya en América, Cristóbal Díaz Ayala consi<strong>de</strong>ra la grabación <strong>de</strong>1901 <strong>de</strong> la habanera Tú <strong>de</strong> Eduardo Sánchez <strong>de</strong> Fuentes (1874-1944) como emblemática <strong>de</strong> lavictoria <strong>de</strong> los in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntistas cubanos y no vacila en calificar <strong>de</strong> “extraordinaria patriota”a su intérprete, la cantante cubana Rosalía Chalía Herrera <strong>de</strong> Fonseca (1864-1948) 7 . Sin5 Así se narra en las novelas Tierra a<strong>de</strong>ntro (1911) y La gleba (1912-1913) <strong>de</strong> Ramón Juliá Marín(1878-1917). Véase Tierra a<strong>de</strong>ntro [1911], San Juan: La Editorial — <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Puerto Rico,2006, p. 115, n. 115.6 Jaume Vicens Vives, Jorge Nadal y Rosa Ortega, “España durante los siglos xix y xx”, en JaumeVicens Vives (ed.), Historia social y económica <strong>de</strong> España y América, Barcelona: Libros Vicens Bolsillo,1972, v, p. 330; Alfredo Matilla Jimeno, “La zarzuela española iv” [1946], en De música, RíoPiedras: <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Puerto Rico, 1992, p. 17; Cristóbal Díaz Ayala, Música cubana: <strong>de</strong>l areytoal rap cubano, 4.ª ed., San Juan: Fundación Musicalia, 2003, p. 61. La zarzuela Cádiz —con libreto<strong>de</strong> J. <strong>de</strong> Burgos— se estrenó en el teatro Apolo <strong>de</strong> Madrid en noviembre <strong>de</strong> 1886, y La Marcha <strong>de</strong>Cádiz, en el teatro Eslava <strong>de</strong> Madrid en octubre <strong>de</strong> 1896. Sobre la portada <strong>de</strong> la partitura original<strong>de</strong> Cádiz véase Romero Ferrer, p. 73.7 Cristóbal Díaz Ayala, Cuando salí <strong>de</strong> La Habana 1898-1997: cien años <strong>de</strong> música cubana por elmundo, San Juan: Fundación Musicalia, 1999, p. 260; cd 2. Díaz Ayala no i<strong>de</strong>ntifica la grabaciónreproducida y solo indica que es <strong>de</strong> 1901. Una selección <strong>de</strong> las interpretaciones <strong>de</strong> RosalíaHerrera se encuentra en la compilación Rosalía Chalia: Selected Recordings of a Forgotten Soprano(1898-1912) [cd], Swarthmore (pa): Marston, 2009.Cien años <strong>de</strong> grabaciones comerciales <strong>de</strong> música colombianaEgberto Bermú<strong>de</strong>z[89]
embargo, es imposible ocultar que el primer número que esta cantante grabó en NuevaYork en 1898 —en pleno fragor <strong>de</strong> la guerra y para la prestigiosa colección <strong>de</strong> cilindros<strong>de</strong> Gianni Bettini (1860-1938)— fue justamente un trozo <strong>de</strong> la ya citada zarzuela Cádiz,clara muestra <strong>de</strong> la exaltación <strong>de</strong>l nacionalismo español. Solo al año siguiente grabaría lahabanera mencionada, que fue la única pieza cubana <strong>de</strong> sus grabaciones <strong>de</strong> esos años, endon<strong>de</strong> predominan las canciones españolas 8 . Tampoco es viable insistir en la exclusiva“cubanidad” <strong>de</strong> la habanera, ya que, por ejemplo, este fue el género musical usado para Losrepatriados, canción publicada en Madrid en noviembre <strong>de</strong> 1898 —adornada <strong>de</strong> una viñetacon un barco <strong>de</strong> españoles que regresan <strong>de</strong> Cuba— y que Lapique califica <strong>de</strong> “nostálgica<strong>de</strong>spedida” <strong>de</strong> la perdida <strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong> la isla 9 . Des<strong>de</strong> la popularización <strong>de</strong> El arreglito yotras canciones habaneras en el París <strong>de</strong> la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo anterior, estas se habíanconvertido en un género internacional.Otro ejemplo <strong>de</strong>l espíritu práctico y comercial que cala el ambiente <strong>de</strong> la creación musical<strong>de</strong> ese momento es el vals Sobre las lomas, compuesto “por un emigrado” en plena guerra <strong>de</strong>1895, que celebra “las proezas <strong>de</strong>l general Antonio Maceo en las lomas <strong>de</strong> Pinar <strong>de</strong>l Rio”y que constituye una ingeniosa parodia —al menos, en su título— <strong>de</strong>l gran éxito Sobre lasolas (1888) <strong>de</strong>l mexicano Juventino Rosas (1868-1894), quien, por cierto, había muerto enCuba el año anterior cuando su obra ya gozaba <strong>de</strong> gran popularidad. Como muestra adicional<strong>de</strong> los vaivenes que afectaban a la música, dicho vals se publicó <strong>de</strong> nuevo en 1899 en LaHabana, en la revista El Fígaro, esta vez como muestra <strong>de</strong> clara afirmación nacional antela ocupación norteamericana <strong>de</strong> la isla 10 . Para terminar, en 1901, en la misma ExposiciónPanamericana <strong>de</strong> Buffalo (en el estado <strong>de</strong> Nueva York, Estados Unidos), en que participóla Lira Colombiana —tema <strong>de</strong> que nos ocuparemos más a<strong>de</strong>lante—, la Banda Municipal <strong>de</strong>La Habana <strong>de</strong>bió incluir en sus programas simultáneamente el Star Spangled Banner, himno<strong>de</strong> la potencia imperialista, y La bayamesa, su propio himno nacional 11 .Estos vaivenes políticos nunca fueron ajenos a Colombia, pues ya en junio <strong>de</strong> 1898,en la primera entrega <strong>de</strong> la novedosa Revista Ilustrada, se publican —con comentarios <strong>de</strong>su director, Pedro Carlos Manrique (1860-1927)— dos fotografías <strong>de</strong> página entera quequieren presentar, como novedad en nuestro medio, el fotograbado como técnica y sobretodo el extraordinario po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> las imágenes para crear opinión sobre los acontecimientos8 Richard K. Spottswood, Ethnic Music on Records: A Discography of Ethnic Recordings Produced inthe United States, 1893 to 1942, Urbana: University of Illinois Press, 1990, iv, p. 1759.9 Zoila Lapique, Cuba colonial: música, compositores e intérpretes 1570-1902, La Habana: Boloña,2007, p. 307. Agra<strong>de</strong>zco especialmente a Zoila Lapique (La Habana) por haberme obsequiadogentilmente una copia <strong>de</strong> su trabajo.10 Zoila Lapique, Música colonial cubana: en las publicaciones periódicas (1812-1902), i, La Habana:Letras Cubanas, 1979, p. 55.11 Lapique, Cuba colonial, pp. 335-336.[90] <strong>Ensayos</strong>. Historia y teoría <strong>de</strong>l arteDiciembre <strong>de</strong> 2009, <strong>No</strong>. 17
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