[ 1 ]
YqG5J
YqG5J
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Realidad y literatura en la Venezuela contemporánea<br />
Sin embargo, no todo se perdió. Algunos de sus “herederos”<br />
han demostrado que saben conservar el espíritu del maestro.<br />
Tales son los casos de los ya mencionados Orlando Araujo y María<br />
Josefina Tejera; pero también lo es el de la profesora María Teresa<br />
Rojas, bajo cuya responsabilidad quedó el Instituto de Filología<br />
desde algún tiempo antes de la muerte de Rosenblat; y también<br />
lo es un destacado ensayista, que si bien no siguió el camino<br />
propiamente filológico, sí se enrumbó, con el bagaje científico<br />
que aprendió del maestro (y no solo de él, por supuesto, pues son<br />
muchos sus estudios, en diversas partes y universidades), por el<br />
camino de la teoría literaria, eso que los ingleses llaman Theorie<br />
of Literature o teoría de la literatura (caso de Wellek y Warren,<br />
por ejemplo), que no debe confundirse, por cierto, con lo que los<br />
alemanes llaman Literaturwissenschaft, que es algo así como una<br />
“ciencia de la literatura”, y que históricamente puede considerarse<br />
como un fracaso ya en desuso. Esta “ciencia de la literatura” fue<br />
oficialmente creada por el germanista Ernst Elster, quien en 1897<br />
publicó sus Prinzipien der Literaturwissenschaft o Principios<br />
de la ciencia de la literatura, cuyas relaciones con la “literatura<br />
comparada” están aún por aclararse. La “ciencia de la literatura”<br />
pretendió distinguirse de la historia literaria y “superarla”: ¿cómo<br />
podía hacerlo si era enemiga de la filología y más bien amiga de<br />
la filosofía, sobre todo de cierta filosofía espiritualista, como la<br />
de Dilthey o la de Bergson; y también amiga de cierta “sociología”<br />
y de cierto “psicoanálisis”, sobre todo en lo que respecta al caso de<br />
la historia del arte, como es el caso de Wölfflin? Más que interesarse<br />
en la literatura, se interesa en la metafísica y en la ética,<br />
bajo el pretexto vagamente hegeliano y claramente diltheyano<br />
de ser “historia del espíritu” (Geistesgeschichte). Esta “ciencia” es a<br />
la moderna teoría literaria lo mismo que la ideología es a la ciencia<br />
propiamente dicha.<br />
Vale ahora la pena echar una ojeada, aunque muy somera, al<br />
fenómeno del ensayo periodístico, que, aunque de muy larga data en<br />
nuestra tradición ensayística, en los últimos años ha cobrado un auge<br />
[ 85 ]