Pensando en Movimiento
Sistematización de los procesos de formación y construcción de subjetividad social del Movimiento de Niños y Niñas Sembradores de Paz en el Eje Cafetero, Cundinamarca y Bogotá
Sistematización de los procesos de formación y construcción de subjetividad social del Movimiento de Niños y Niñas Sembradores de Paz en el Eje Cafetero, Cundinamarca y Bogotá
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Bu<strong>en</strong>a parte de mi memoria se ha<br />
trasladado a este libro, y como todos<br />
los hombres somos hermanos, <strong>en</strong> cierto<br />
s<strong>en</strong>tido, porque lo que p<strong>en</strong>samos<br />
y decimos se parece, porque nuestra<br />
manera de s<strong>en</strong>tir es casi idéntica, espero<br />
t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> ustedes, lectores, unos aliados,<br />
unos cómplices, capaces de resonar con<br />
las mismas cuerdas <strong>en</strong> esta caja oscura del<br />
alma (pp. 273-274).<br />
El p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to de ese autor nos permite clarificar<br />
que la experi<strong>en</strong>cia de infancia no está disponible<br />
como algo que sacamos de un cajón y exhibimos<br />
sobre la mesa. Algo acabado, iluminado y con contornos<br />
muy definidos. Para él, la infancia y posiblem<strong>en</strong>te<br />
toda la exist<strong>en</strong>cia del ser humano, se hund<strong>en</strong><br />
<strong>en</strong> el olvido. Rescatarnos del olvido, rescatar<br />
la memoria de la infancia, implica reconstruir esa<br />
experi<strong>en</strong>cia y ése no es un ejercicio intelectual o estético<br />
simplem<strong>en</strong>te. Es algo que va más allá. Va a<br />
la hondura y supone un esfuerzo de recuperación<br />
de lo vivido y de su transformación, que humaniza.<br />
Podríamos afirmar que la memoria no se ti<strong>en</strong>e,<br />
que la memoria se conquista y que la memoria de<br />
la infancia es experim<strong>en</strong>tarnos <strong>en</strong> ese movimi<strong>en</strong>to<br />
interno de alumbrami<strong>en</strong>to de la historia que nos<br />
constituye.<br />
La cronología de la infancia no está hecha de<br />
líneas sino de sobresaltos. La memoria es un<br />
espejo opaco y vuelto añicos, o mejor dicho,<br />
está hecha de intemporales conchas de recuerdos<br />
desperdigadas sobre una playa de<br />
olvidos. Sé que pasaron muchas cosas durante<br />
aquellos años, pero int<strong>en</strong>tar recordarlas<br />
es tan desesperante como int<strong>en</strong>tar recordar<br />
un sueño, un sueño que nos ha dejado<br />
una s<strong>en</strong>sación, pero ninguna imag<strong>en</strong>, una<br />
historia sin historia, vacía, de la que queda<br />
solam<strong>en</strong>te un vago estado de ánimo. Las<br />
imág<strong>en</strong>es se han perdido. Los años, las palabras,<br />
los juegos, las caricias se han borrado<br />
y, sin embargo, de rep<strong>en</strong>te, repasando el<br />
pasado, algo vuelve a iluminarse <strong>en</strong> la oscura<br />
región del olvido (p. 137).<br />
La cultura adultoc<strong>en</strong>trista, patriarcal y viol<strong>en</strong>ta, ha<br />
sido dada. Estaba aquí cuando llegamos, somos<br />
parte de ella aun sin elegirla y se impone <strong>en</strong> nuestras<br />
vidas casi por la inercia de los siglos. Si lo que busca<br />
hacer el Movimi<strong>en</strong>to es g<strong>en</strong>erar resignificaciones y<br />
transformaciones consci<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la manera como<br />
esa cultura g<strong>en</strong>era experi<strong>en</strong>cias de infancia (las<br />
nuestras, por ejemplo), a través de procesos de dolor<br />
y de olvidos o desconocimi<strong>en</strong>tos socialm<strong>en</strong>te producidos,<br />
vamos a insistir <strong>en</strong> que es necesario que los<br />
adultos nos hagamos nuevam<strong>en</strong>te niños y niñas.<br />
Para eso t<strong>en</strong>emos que volver a la región oscura del<br />
olvido, recordar y reconstruir nuestra experi<strong>en</strong>cia de<br />
infancia. Al hacerlo, trazamos un vínculo profundo<br />
con la historia, abrimos una posibilidad de horizonte<br />
compartido, e intercambiamos invitaciones para ir al<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro y tejer id<strong>en</strong>tidad con los niños y las niñas<br />
de Sembradores de Paz.<br />
Lo que yo buscaba era eso: que mis memorias<br />
más hondas despertaran. Y si mis recuerdos<br />
<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> armonía con algunos de<br />
ustedes, y si lo que yo he s<strong>en</strong>tido (y dejaré<br />
…p<strong>en</strong>sando <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to…<br />
23