La sirena varada: Año 1, Número 3
El tercer número de La sirena varada: Revista literaria bimestral
El tercer número de La sirena varada: Revista literaria bimestral
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
—(…) o puede aceptar el hecho de que<br />
esta ciudad se dirige a un desastre de<br />
proporciones bíblicas.<br />
—¿A qué se refiere con eso?<br />
—Al Antiguo Testamento, la ira de Dios.<br />
—Bolas de fuego cayendo de los cielos,<br />
ríos y mares hirviendo...<br />
—Cuarenta años de oscuridad, terremotos,<br />
volcanes...<br />
—¡Muertos que salen de sus tumbas!<br />
—¡Sacrificios humanos, perros y gatos<br />
viviendo juntos, histeria colectiva!<br />
Este diálogo podrá sonar a fantasía,<br />
¿pero qué pensarían si lo reciben como<br />
mensaje en Whatsapp, o a través de<br />
Facebook, de alguno de sus familiares<br />
tras un evento catastrófico? Bien, sigue<br />
sonando tonto, pero aun así hay personas<br />
que creen en las cadenas de mensajes<br />
con contenido apocalíptico. Que<br />
si la ONU lanzó una advertencia, que si<br />
cierto periodista predijo un terremoto,<br />
que sí Corea del Norte declaró el inicio<br />
de la tercera guerra mundial, que<br />
si el proyecto HAARP, qué si Dios va a<br />
bajar ahora sí del cielo, que los Illuminati<br />
reptilianos patriarcales opresores<br />
están en guerra con los hombres topo...<br />
Todas estas no son más que tonterías<br />
que a la gente le gusta inventar<br />
después de algún desastre natural o<br />
provocado por el hombre. ¿Por qué?<br />
Bueno, tengo muchas teorías: normalmente<br />
esa gente no tiene nada que hacer<br />
y busca formas (¿estúpidas?) para<br />
divertirse, sin importar el daño psicológico<br />
y moral que pueda causar a los demás<br />
en momentos de angustia. Son los<br />
menos, o al menos eso quiero pensar,<br />
los que creen en este tipo de mensajes.<br />
Pero aquí nace la pregunta que me<br />
tiene escribiendo estas líneas desde el<br />
asiento trasero de mi automóvil... ¿Por<br />
qué las personas creen en este tipo de<br />
mensajes, aun cuando son inverosímiles?<br />
Es una pregunta para la cual propongo<br />
dos respuestas: una es el miedo,<br />
y la otra es la ignorancia. Podrá parecer<br />
un poco tonto que trate al miedo y a<br />
la ignorancia como conceptos separados,<br />
ya que normalmente estos vienen<br />
de la mano sin importar cual aparezca<br />
primero, pero tengo una buena razón<br />
para hacerlo.<br />
Hablemos primero del miedo, y para<br />
esto tomaré como base el reciente sismo<br />
que hubo en la ciudad de México. Sí,<br />
en la Ciudad los mexicanos estábamos<br />
preparados para este tipo de desgracias;<br />
sí, todo el pueblo (principalmente<br />
los jóvenes) se unieron a ayudar; sí, los<br />
medios masivos de comunicación ayudaron<br />
a coordinar toda la ayuda que<br />
llegaba desde otros estados y países;<br />
yada, yada, yada, bla, bla, bla... Eso no<br />
debería de admirarnos, pues es, hasta<br />
cierto punto, nuestra obligación como<br />
seres humanos ayudar al prójimo en<br />
desgracias como las del diecinueve de<br />
septiembre. Pero tal parece que, para<br />
lo que nos encontramos mejor preparados,<br />
es para chingar.<br />
Digo para chingar porque la gentes,<br />
normalmente, demuestran cierta cantidad<br />
de miedo después de atravesar<br />
por una situación que, de forma directa<br />
o indirecta, ponga en riesgo su vida.<br />
Debido a esto hay muchas personas<br />
que vivirán con miedo de morir aplastadas<br />
por sus casas, y ese miedo podrá<br />
durarles días, meses, años, o incluso<br />
durante toda su vida.<br />
Aprovechando este miedo, tenemos<br />
a otro tipo de personas, esas que posiblemente<br />
también vivan con miedo...<br />
pero miedo a dejar de chingar, porque<br />
parece que hasta les pagaran por ha-<br />
115