La sirena varada: Año 1, Número 3
El tercer número de La sirena varada: Revista literaria bimestral
El tercer número de La sirena varada: Revista literaria bimestral
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—No llores por él, querido, recuerda<br />
el dolor, ese dolor tuyo que me da tanto<br />
placer. Es una lástima que no me hayas<br />
amado como yo te amé… pudiste tenerme<br />
solo para ti, yo te amaba más que a<br />
mi vida, y estaba dispuesta a hacer cualquier<br />
cosa por ti, incluso sacrificarme,<br />
con tal de que te quedaras a mi lado.<br />
Pero lo preferiste a él, a ese miserable<br />
traidor. Ahora cariño te haré pagar<br />
por tu desprecio, ya que no quisiste<br />
tenerme como tu esclava, ahora me<br />
tendrás como señora —depositaste un<br />
beso en los labios del joven, mientras<br />
las lágrimas corrían por sus mejillas.<br />
—Ya verás, infeliz bruja, cuando tu<br />
momento llegue, sufrirás, sentirás el<br />
dolor que me has provocado, a tal punto<br />
que solo desearás la muerte para<br />
liberarte de esa opresión, pero ésta no<br />
se apiadará de ti, y tu agonía se prolongará<br />
hasta consumirte por completo.<br />
Por tu parte le dedicaste unas últimas<br />
palabras:<br />
—Púdrete, amado mío —y finalmente<br />
deslizaste la daga sobre su cuello, provocando<br />
que su sangre fluyera, en una<br />
hemorragia incontrolable.<br />
Dejaste caer su cuerpo y también el<br />
arma, observando el par de cuerpos<br />
inertes a tus pies, quitándolos de tu<br />
camino avanzaste hacia la mesa, donde<br />
tenías preparado tu arsenal de narcóticos,<br />
preparaste calmadamente las<br />
76