La sirena varada: Año 1, Número 3
El tercer número de La sirena varada: Revista literaria bimestral
El tercer número de La sirena varada: Revista literaria bimestral
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>La</strong>s manos del hombre viejo se posaron<br />
en su garganta, luego bajaron para<br />
sujetarlo por los hombros. Ka, sin forcejeo,<br />
aceptó su destino. El sujeto más<br />
joven cogió la navaja y la colocó donde<br />
antes se habían posado las manos del<br />
primero, después recorrió el rostro de<br />
K. ¡Es ahora! —gritó el tipo mayor a su<br />
compinche más joven—. Entonces cortó<br />
la piel. <strong>La</strong> sangre corrió. Siguieron<br />
hasta completar el trabajo.<br />
K no imaginó, después de haber visitado<br />
al barbero, el fastidio de afeitarte<br />
por la mañana y fue cuando extrañó<br />
el bozo que le acompañó durante la<br />
pubertad.<br />
José Raúl Sabina<br />
¡Dos víctimas más! Con estas ya son<br />
nueve esta semana ―escucho decir a<br />
mi compañero, mientras coloca el reporte<br />
sobre mi escritorio.<br />
―¿Murieron en las mismas condiciones<br />
de las anteriores, o en diferentes<br />
causas? ―pregunto.<br />
―Estoy Seguro que es el mismo asesino<br />
en todos los casos ―dice, alejándose<br />
para atender el llamado de otro<br />
oficial.<br />
―Creo que te equivocaste ―pienso,<br />
viendo a mi compañero a lo lejos después<br />
de ver una foto de una de las víctimas―,<br />
¡A esta, no la maté yo! ―sonrio.<br />
Paola Calderón<br />
127